¿ExNavidad?
Isaías A. Márquez Díaz
Lugar común por esta época se ha hecho la frase tan conocida y reiterada: “YA LA NAVIDAD NO ES LO QUE ERA” tan reiterada, principalmente, por personas de la generación 1940-1980, lo cual nos revela que es una festividad idónea para niños y quizá muy dolorosa para algunos adultos, quienes sienten añoranza de épocas pasadas, y también la realidad social venezolana, determinada por sus ideas religiosas (cristianocatólicas) y su resaca por el consumismo, ha provocado la pérdida de un cierto espíritu y/o ánimo navideño.
Solo se trata de una simple perturbación en el discurrir largo del tiempo a causa de factores que escapan a nuestro alcance, tal y como ocurre con la fluctuación de los precios del crudo, los cuales determinan, como sabemos, los ingresos a invertir y reciclar en el bienestar socioeconómico de todos.
Pocas celebraciones han evolucionado tanto como la Navidad durante los últimos 20 siglos, asimilando tradiciones de otros orígenes (especialmente, paganos), como por ejemplo el “Ángel de la Navidad”, cuando lo verdaderamente cristiano de la Navidad es Jesús; el Cristo y el pesebre, incorporado por San Francisco con animales vivos y personajes a la usanza del momento glorioso de cu Natividad, de igual forma como se celebraraba la Navidad en Tierra Santa.
En los albores de la era cristiana nadie tenía seguridad de cuando había nacido Jesús. Es evidente que entre diciembre/enero se dan las temperaturas más bajas (hasta bajo cero en grados Celsius) y la precipitación más alta es de unos 187 mm cúbicos, por lo cual no era posible que los pastores durmieran a campo traviesa mientras cuidaban del ganado, según apuntó San Lucas –médico sirio convertido al cristianismo años después de la muerte de Jesús- ya que todos debían pernoctar bajo techo.
Y, no fue sino el papa Julio I quien fijó para la iglesia de Occidente, la solemnidad de la Natividad el día 25/12.
Siempre exclamaremos ¡FELIZ NAVIDAD!