Simulacro electoral es un reflejo de las elecciones del 9-D
El simulacro organizado por el Consejo Nacional Electoral (CNE) y celebrado el pasado 11 de noviembre, se convirtió en un primer acercamiento de lo que podría resultar los comicios pautados para el próximo 9-D, según informes del Observatorio Electoral Venezolano (OEV)
De acuerdo a la evaluación realizada por el OEV, “se apreció una concurrencia importante pero, en general, principalmente oficialista, caracterizada por el ventajismo del partido de gobierno con la instalación de puntos rojos en las cercanías de los centros. Ciertamente, la concurrencia a este evento será principalmente oficialista”.
De acuerdo con la encuestadora venezolana, Datanálisis, solo el 14% de los venezolanos están dispuestos a votar este 9-D, porcentaje que pudiera aumentar dependiendo de los beneficios otorgados o prometidos en los últimos días por el Gobierno Nacional de cara a esta contienda electoral.
La OEV destacó que debido a una reducción importante en el número de mesas electorales –que pasaron de 40.601 en 2015 a 28.783 para estos comicios– hay altas probabilidades de que se produzca un efecto de “embotellamiento” o congestión, lo que también puede interpretarse como un pronóstico de que el CNE calcula baja asistencia para este evento. «Al disminuir el número de mesas, el CNE no solo dificulta el voto sino que contradice sus propias políticas», aseguró.
En ese sentido, sostuvo que el CNE repite patrón de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) con la reducción de mesas para el 9-D. Al mismo tiempo resaltó que el máximo órgano electoral habilitó 28.783 mesas de votación para esta jornada, suprimiendo más de 5.300 mesas con respecto a la elección presidencial celebrada el 20 de mayo de 2018.
«El 75,7% de estas mesas sobrepasa la capacidad máxima de 600 electores fijada por el propio CNE. Más de 5.700 mesas (equivalente al 20%) tienen entre 901 y 1000 electores, decisión cuyas razones no han sido explicadas por el árbitro», señaló.
Para los comicios de este domingo 9-D, el CNE excedió el tope máximo de 600 electores por mesa. Este límite fue fijado por el organismo a partir de 2004, cuando aplicó una “política de descongestionamiento” para “facilitar el acto de votación y estimular la participación ciudadana”, según lo describió la titular del máximo órgano comicial, Tibisay Lucena.
En esta ocasión, y de acuerdo a los datos que proporciona el ente en su página web, el 75,7% de las mesas de votación que serán desplegadas para las elecciones de este domingo supera el límite de 600 votantes. Entre ellas, 5.792 mesas –equivalente al 20,1%– concentran entre 901 y 1.000 electores.
Bajo este diseño, el OEV manifestó que el CNE lesiona el derecho al sufragio de los venezolanos, pues deberían instalarse mesas suficientes para todos los inscritos. Pese a ello, el órgano no ha explicado las razones de esta reducción, pudiéndose interpretar como un pronóstico de que espera baja participación al evento.
Aunado a esto se suman diferentes singularidades que se han registrado en el sistema como el incumplimiento de la Constitución y la Ley de Procesos Electorales, irregularidades en el cronograma electoral y el Registro Electoral, falta de transparencia e imparcialidad por parte del órgano electoral, entre otras irregularidades.
Pese a esto, en Venezuela parece que no habrá este domingo una “fiesta electoral”. El OEV espera que se produzca una gran abstención por parte de la sociedad civil, que no consigue en este proceso motivación alguna por falta de garantías.
