Economía a la deriva
El economista José Guerra escribió para Tal Cual un análisis sobre la situación económica y lo tituló con este nombre. El examen particularizado de cada rama del acontecer económico-social pone al desnudo una verdadera debacle y nuevos sufrimientos para los grandes sectores populares que al fin de cuentas ven mermar sus posibilidades ante el crecimientos del costo de la vida, la devaluación del salario real y del salario social y amenazados sus empleos ante ese aceleramiento de estatizaciones que tratan de encubrirse con un pomposo nombre de socialismo del siglo XXI, cuando lo que presenciamos es la repetición al cuadrado de los garrafales errores del llamado socialismo real y la inviabilidad de sus ejecutorias.
Que el autócrata rinda cuentas de la forma como ha invertido, regalado y despilfarrado una suma gigantesca de dólares recibidos a lo largo de estos once años durante los cuales sin contrapesos, sin separación de poderes, ha dominado a sus caprichos y antojos. Son ingresos por concepto de la renta petrolera, del endeudamiento y de la devaluación de un bolívar cada vez más débil.
Dieciocho economistas de los más calificados reclaman un cambio de rumbo para el país como única salida a esta crisis en marcha. Cuando la mayoría de los países latinoamericanos están saliendo de sus dificultades Venezuela se hunde en ellas.
Algunas razones de peso deben incidir en tales resultados. No estamos en presencia sólo ante un mal gobierno, ante un autócrata incapaz de gobernar al país, inepto desde el punto de vista administrativo, que trabaja sin plan ni concierto y apela al voluntarismo más descarado como procedimiento gubernativo.
Ningún país latinoamericano o caribeño se plantea liquidar el capitalismo, enterrarlo y “construir el socialismo”. Sólo Venezuela, y por razones muy diferentes, Bolivia.
Todos los países de la región apelan a la combinación establecida en nuestra Constitución Nacional de economías mixtas donde se conjugan intereses del Estado con inversiones privadas nacionales y extranjeras. Un sólo ejemplo. Las necesidades de dinero fresco para la elaboración de un plan energético (no existe en la actualidad a pesar de las advertencias de la CAF y de numerosos técnicos venezolanos) y su pronta ejecución previendo el crecimiento del consumo poblacional y del crecimientos económico.
Es hora de cambiar no sólo de gobierno sino de régimen. Establecer la democracia, la justicia social, las Instituciones, la separación de poderes, para que pueda haber control e impedir presidencialismos autocráticos Acatar la Constitución y establecer una economía mixta como lo manda la Carta Magna.
La frase del día es que existe una alternativa, la más hermosa: libertad y justicia social. Unidad nacional reconocimiento a la diversidad, al pluralismo.