Servicios públicos en agonía por fuga de talentos en empresas estatales
Las empresas públicas y privadas han tenido que sortear distintas dificultades para asumir el reto que representa producir en Venezuela.
La dificultad para la adquisición de divisas, los altos costos de producción, la escasez de materia prima, la caída de la demanda y, más recientemente, la eliminación de las tablas salariales a partir de la reconversión monetaria, han generado una fuga de talentos que empezó a ser notable en el año 2016 y se ha agudizado en el año 2018.
Durante los últimos dos años, en la Corporación Eléctrica Nacional, (Corpoelec), más de 20.000 empleados han abandonado sus puestos de trabajo. Alexis Rodríguez, directivo de la Federación Nacional de Trabajadores Eléctricos, asegura que estas renuncias se deben a la desmotivación profesional, las condiciones inseguras, la falta de uniformes y equipos, los bajos salarios y el acoso laboral.
El representante de Fetraelec precisó que el número equivale a la mitad de la nómina de Corpoelec #12Nov https://t.co/v6Ujkdq5sD
— Analítica (@Analitica) November 12, 2018
El representante de Fetraelec precisó que esta cifra equivale a la mitad de la nómina de Corpoelec, lo cual afecta la calidad de la prestación del servicio a los usuarios porque no hay personal suficiente para cubrir las operaciones regulares y atender las emergencias. “Solo en lo que va de 2018, el éxodo alcanzó a 10.000 trabajadores”, informó.
Según el sindicalista, el personal saliente ha sido de difícil sustitución porque se trata de trabajadores con años de experiencia profesional, sin embargo, dijo, han tratado de paliar la situación con el ingreso de personas externas y de la «chamba juvenil», pero sus contratos terminan el 31 de diciembre de 2018 y luego de esa fecha, asegura, no saben qué puede pasar.
Pero el sector eléctrico no es el único afectado por la falta de mano de obra calificada. Las empresas de alimentos han tenido que enfrentarse a la misma crisis que aqueja a todos los sectores de las economía.
Desde que se anunció el aumento salarial decretado el pasado mes de agosto, luego de efectuarse la reconversión monetaria, trabajadores de la empresa Lácteos Los Andes, ubicada en la zona industrial I de Barquisimeto, estado Lara, han denunciado haber recibido cartas de despido injustificadas, así como la paralización de la planta y que desde 2015 no le entregan divisas para comprar materia prima.
Un caso similar fue el de la planta Pirelli ubicada en el estado Carabobo, la cual cesó sus operaciones también en agosto por falta de materia prima, aunque algunos trabajadores alegaron que la razón fue porque no pueden cubrir los montos del salario y otros servicios como el transporte y el comedor.
Estas faltas de garantías, violaciones a los contratos colectivos y «eliminación» de las tablas salariales ha generado la migración del personal calificado en búsqueda de más ingresos y una mejor calidad de vida.
Las comunicaciones, el sector transporte, el área de la salud y la educación, así como el servicio de agua, también se han visto gravemente afectados debido a la escasez de mano de obra y a los despidos que han denunciado constantemente los trabajadores de las empresas estatales.
Trabajadores de Cantv se han mantenido en protesta durante los últimos meses exigiendo mejoras salariales, y aseguran que el personal de la empresa «trabaja con las uñas».
«La Cantv está como el país: en agonía, es público y notorio que los servicios no funcionan», aseguró un empleado de la empresa estatal durante una protesta en la avenida Libertador, en Caracas.
En paralelo, los usuarios de Cantv denuncian que han permanecido incomunicados durante meses pues no tienen tono ni servicio de ABA, y no reciben respuesta ante sus reclamos para solventar las fallas del servicio.
Los trabajadores de la estatal Hidrocapital, han denunciado ser víctimas de amedrentamiento y acoso laboral por parte de los directivos de la empresa, y exigen que se coloque al frente de estas a «personas con experiencia en el área y no a militares que no tienen conocimiento», a la vez que denuncian que carecen de implementos de seguridad y que «trabajan con las uñas».
Mientras tanto, Venezuela, en toda su extensión, padece una grave escasez de agua que ha modificado en mayor o menor medida la vida y la rutina del venezolano.
El pasado 8 de noviembre, en el Aula Magna de la Universidad Central de Venezuela (UCV), un grupo de hasta 20 sindicatos distintos dio a conocer una agenda de calle con el objetivo de intensificar su lucha por mejoras salariales.
La lucha consta de una serie de protestas que iniciaron el pasado lunes 12 de noviembre con una manifestación de varios sindicatos frente a la sede del Metro de Caracas en la avenida Universidad para protestar por el despido de más de 100 trabajadores de la empresa de transporte público, la cual, de acuerdo con sus usuarios, se encuentra en franco deterioro de sus instalaciones y presta un «pésimo» servicio.
Para el próximo 27 de noviembre se espera que se realice la denominada «gran marcha de trabajadores» anunciada por Eduardo Hernández, miembro del sector universitario, la cual partirá desde la Plaza Morelos en Caracas hasta un lugar que no quisieron anunciar.
Pero aunque aún permanezcan empleados de las distintas empresas estatales reclamando por sus condiciones de trabajo, la crisis laboral en el sector público ha generado una estampida de miles de trabajadores al exterior, que van desde personal con preparación universitaria hasta obreros con muchos años de experiencia, y cuyas vacantes han sido cubiertas por personal muy joven o inexperto.
Esta fuga de talentos es lo que se traduce en fallas en el suministro de los servicios públicos esenciales, como el agua y la electricidad. Las empresas trabajan por debajo de su capacidad, lo que genera a su vez menor producción, e incapacidad de aumentar los salarios de forma considerable.
