Comunidades en Vargas tienen por lo menos un mes sin agua
Marighzell Lucena-Vargas.-
@mlucena15
Al menos un mes sin agua es lo mínimo que llevan las comunidades del estado Vargas sin recibir agua por tubería, tras el colapso de un importante tramo de la aducción Maya-Picure que ameritó la sustitución de 20 metros de tubería, aunado a las acciones de protesta que venían ejerciendo los pobladores de Chichiriviche como medida de presión para ser atendidos por las autoridades regionales y locales. Las parroquias de Catia La Mar, Urimare, Carlos Soublette, Maiquetía y parte de La Guaria, son las más afectadas por la situación a la que también se suman los bajos niveles de agua.
Hernán Escobar, habitante de 10 de Marzo, Carlos Soublette, explicó que la situación es realmente crítica y que quienes no pueden resolver con la compra de cisternas, lo hacen con botellones de agua potable, para lo cual también se han tenido que establecer hasta listas de espera ante la alta demanda. “Diariamente compro hasta 10 botellones para poder cubrir las necesidades mínimas en casa, eso sin poder lavar la ropa. Cuando no disponemos de dinero, pues nos toca cargar agua de donde sea”, comentó.
Añade Marta Ramírez, que ante la sequía, hay quienes sacan provecho a la situación cobrando hasta 3.000 soberanos por un tanque de mil litros. Reclama que antes se podía pedir apoyo a los organismos oficiales con relación a las cisternas, servicio que se garantizaba de manera gratuita. “Aquí ahora nadie dice nada ni ofrece nada, a menos que vengan las elecciones y anden buscando votos”, dijo.
José Cúrvelo por su parte advierte que el nivel de desespero de las comunidades ha obligado a la protesta en busca de respuestas. No obstante, muchos varguenses arriesgan hasta sus vidas en busca del vital líquido, como es el caso en la parroquia Carlos Soublette, donde en las instalaciones del Polideportivo la comunidad ha visto un aliciente al poder surtirse. “Hemos retrocedido un montón de años cuando teníamos que atravesar la autopista para cargar agua, así estamos de nuevo, arriesgando hasta la vida para llevar agua a casa”, refirió.
Trascendió que aun cuando los trabajos de reparación en la Maya-Picure concluyeron y que los pobladores de Chichiriviche cesaron sus protestas, los ciclos de distribución ya cumplen casi el mes de retraso. De manera progresiva se ha ido retomando el ciclo desde Catia la Mar, con el agravante que los niveles de agua han descendido considerablemente en los últimos meses.