Chávez privatizó los bienes y servicios públicos

La gestión del presidente Chávez constituye un decálogo, en la práctica, de lo que no debe hacerse cuando se es gobierno y se diseña políticas públicas. En particular, entrando en materia, la labor fundamental del Estado y en particular del gobierno por medio de las políticas públicas es fomentar, en el ámbito económico, mecanismos de incentivos de la actividad económica, producción y provisión de bienes y servicios y la generación de empleos. En este sentido, el intervencionismo económico público posee asidero normativo, basado en el deber ser, cuando existiendo una falla de mercado, se justifique una acción pública, siempre y cuando el efecto neto de la intervención sea recuperación de bienestar social y corrección neta positiva de la eventual distorsión o falla.

Adicionalmente, una de las funciones fundamentales del Estado y en particular del Gobierno, la constituye el diseño de políticas públicas que coadyuven a la generación, provisión y oferta de bienes públicos, que benefician a la sociedad en su conjunto y que sobre los cuales existen pocos incentivos para una oferta privada por razones obvias derivadas de la imposibilidad de exclusión e internalización de sus efectos positivos.

Sin embargo, tanto bienes públicos como servicios públicos han brillado por su ausencia en el país, mientras que los existentes colapsan por falta de mantenimiento. Las deficiencias en la prestación de servicios públicos se explica no solo por la intervención directa como operador de la administración pública, ineficiente, nepotista, incompetente e incluso corrupta; sino por la ausencia del diseño de políticas públicas y regulatorias eficientes y coherentes a favor de crear incentivos a favor de la eficiencia, la competencia en el mercado y por el mercado de los operadores.

Así las cosas, bienes públicos y servicios públicos han sido privatizados o en su defecto los ciudadanos deben proveerse individualmente de los mismos. Ante la ausencia de políticas públicas coherentes y el despilfarro de recursos en una política de economía de puertos, Capitalismo de Estado y destrucción de la actividad económica nacional por medio del fomento de importaciones y la actividad económica foránea; la gestión de Chávez ha promovido la actividad económica y la generación de empleos en otros países distintos a Venezuela.

En este sentido, la gestión Chávez ha despreciado a la inversión en bienes públicos y en servicios públicos. A manera de ejemplo concreto, en materia de salud: los venezolanos hemos tenido que cotizar doblemente tanto al seguro social como por medio de la adquisición de una póliza privada de seguro si pretendemos estar cubiertos; se ha escondido las estadísticas sobre epidemias y la vigilancia epidemiológica, destruyendo las políticas públicas a favor del control de vectores de contagios como bien público; etc. En materia de seguridad, la ausencia deliberada de políticas públicas de seguridad, tanto de prevención como de investigación y persecución ha obligado a los venezolanos a incurrir en enormes ingestas de gastos para encerrarnos en nuestras casas, blindar los vehículos, invertir en sistemas de seguridad de las residencias, pago de escoltas, perdida de libertad y de satisfacción de gustos y preferencias para prevenir la exposición y el riesgo, etc. En materia energética y puntualmente de electricidad, por medio de una Ley se obliga a los grandes demandantes a autogenerar electricidad, privatizando la generación eléctrica y condenando al débil económico, al pueblo, a depender del sistema público ineficiente e incapaz de ofrecer oferta suficiente. En materia de servicios públicos como telefonía y agua, ha obligado a los venezolanos a tener que proveerse privadamente de camiones cisternas o de telefonía móvil por la ausencia de servicios, tanto de agua directa como de telefonía móvil, ambos servicios en mano del Estado hoy día. En materia de educación, aquellos padres responsables que pretendan la admisión de sus hijos en las universidades, deberán hacer el sacrificio de pagar colegios privados que garanticen una buena enseñanza a sus hijos, por lo que se privatiza la educación de calidad y competitiva. En materia de dispersión y recreación, la ausencia de planificación urbana a favor del ciudadano, sino que por el contrario e una carrera política-populista, la desaparición de alternativas de recreación, espacios públicos, parques y la inseguridad, ha obligado a los ciudadanos a tener que optar por alternativas privadas y onerosas (clubes, centros comerciales o simplemente no hacer nada).

Existen muchos ejemplos adicionales. Sin embargo, entendiendo que la conclusión resulta que simplemente el modelo de Chávez, sus prejuicios ideológicos y su poca capacidad gerencial, simplemente han condenado al país no solo a un deterioro, sino que imposibilitaría al país a tomar una senda de progreso; deberíamos reflexionar todos los venezolanos. Seis años más de Hugo Chávez sería mucho más costoso y dañino al país que los 14 años anteriores, por el simple hecho que la situación de deterioro moral, institucional y de infraestructura del país, se parece más a la situación de salud de un individuo que a su nivel de educación. Cuando un individuo deje de cursar un año en su escolaridad, con tomar un año nuevamente, habrá recuperado el tiempo perdido. Por el contrario, cuando un individuo -y en este caso la sociedad venezolana- deja de tomar un año de tratamiento médico –o en su defecto las políticas públicas a favor de la recuperación y el progreso-, el deterioro de la salud resulta exponencial, más que proporcional que el tiempo de ausencia del tratamiento. No será posible con un año de tratamiento recuperar el nivel de salud. Por todo lo anterior, seis años más de la gestión Chávez podría llevar al país a niveles insospechados de deterioro, de destrucción de las instituciones, la infraestructura y los bienes públicos, del bienestar social y de divorcio con la senda del progreso y el bienestar.

Economista. Master in Competition and Market Regulation. Master in Industrial Organization and Markets. Especialización en Economía de los Sectores Energía, Telecomunicaciones, Farmacéutico, Transporte, Agua y Banca. Programa Avanzado en Política de Competencia. Profesor universitario de Regulación Económica y Regulación de Competencia.