De la energía y el petróleo, el caso venezolano
Herédoto dijo del antiguo Egipto que era “un don del Nilo”, ya que gracias a ese río fue posible el surgimiento de una de las más grandes civilizaciones. Si el historiador hubiese visitado a Venezuela, en tiempos en que era polo de atracción, quizá se hubiese dicho que era un don del petróleo, pues gracias al mismo pasábamos en corto tiempo de tener una población paupérrima y palúdica a una con visos de progresar aceleradamente.
No fue así. Construimos obras y formamos excelentes profesionales, pero no diseñamos un desarrollo sustentable y, en general, no forjamos buenos ciudadanos. Cabe preguntar si hoy , que nuestra producción de crudo es de apenas 1.197.00 barriles por día, los ingresos por su exportación nos permitirán elevar la calidad de vida de nuestra población y lograr el añorado desarrollo. Al respecto, son de obligatoria lectura y asimilación los trabajos de Diego González, Nelson Hernández y Miguel Lara, recogidos por el Observatorio de la Globalización (Celaup-Universidad Metropolitana) en publicación con el título de este artículo.
Nelson Hernández considera inevitable el descenso de la demanda de energía fósil ( petróleo y gas), como consecuencia del surgimiento de fuentes de energía renovables y el creciente temor al calentamiento global. Este distinguido investigador señala que el pico de demanda mundial de combustibles fósiles se alcanzará entre el 2030 y 2035, decayendo gradualmente hasta estabilizarse en apenas 18 millones de barriles diarios de petróleo en el 2100. Lógicamente los precios bajarán y el 60% de las reservas fósiles actuales quedarán bajo tierra.
Para el 2050, según lo que informa Hernández, el 50,7% de la demanda energética será suplida por fuentes no emisoras de CO2. Es decir, que gran parte de nuestras reservas de petróleo pesado y extrapesado no serán explotadas. Hernández pregunta si ante una demanda decreciente vale la pena que el Estado invierta en incrementar el potencial de producción o es más beneficioso privatizar lo relacionado con el petróleo. Además, asoma que la fusión nuclear ( no la fisión) y la solar espacial, por ser fuentes seguras, disponibles, económicas y ambientalmente benignas serán las fuentes de energía del futuro. Hernández presentó otro trabajo sobre tendencias mundiales del sector eléctrico.
Desde el 2006 Diego González nos instruye con sus “Barriles de papel”. En su trabajo sobre nuestra realidad petrolera y perspectivas, el fundador de Coener predica que “ una cosa es tener recursos y aun reservas y otra cosa estar en capacidad real de producirlas y comercializarlas”. Nuestras reservas son grandes, pero no tanto ya que su monto fue establecido “por un capricho presidencial”. Dado el deterioro de Pdvsa, considera que no es rescatable, pero que mientras no se realicen los cambios necesarios en la estructura institucional, debe seguir operando lo que ya está bajo su control directo y que, gradualmente las empresas mixtas asuman la explotación y finalmente Pdvsa se convierta en una administradora del recurso.
González considera que debemos dejar esas falsas premisa de que el petróleo es estratégico y que si privatizamos las operaciones perdemos soberanía. Sostiene que el desarrollo del país no puede solo sustentarse en las divisas petroleras. Estima que las exportaciones requeridas para cubrir los compromisos de la deuda, realizar las importaciones requeridas y cubrir las necesidades de Pdvsa está en los 70.000 millones de dólares La “ventana”que le queda al petróleo será cada vez más estrecha Por eso hay que desarrollarlo con eficiencia e invertir adecuadamente sus recursos. En su trabajo propone la creación de un Ente Regulador de los Hidrocarburos y una Comisión Nacional de Energía.
Sobre la situación de la industria eléctrica en Venezuela, Miguel Lara G. pone en blanco y negro el desastre que los ciudadanos viven a diario. “ El servicio eléctrico se ha convertido en una calamidad social, apuntalado por una única empresa denominada Corpoelec de carácter socialista que sustenta un modelo de gestión centralista, autoritario, estatizado, politizado, burocrático, desprofesionalizado, sin gerencia idónea, inmerso en irregularidades administrativas e insostenible económica y financieramente”.
Lara señala que la capacidad instalada es casi el triple de la demanda, pero que el 80% de la generación térmica no está operativa. Además, las torres de transmisión están en mal estado y colapsando. Por aumento de tomas ilegales y falta de mantenimiento las pérdidas no técnicas pasan del 40% de la energía generada . Se cobra menos del 70% de lo que se factura. Para resolver el problema se requiere un cambio político. El distinguido experto no se limita al diagnóstico, sino que realiza propuestas para la recuperación del sector.
Ojalá nuestros políticos y ciudadanos en general lean estos trabajos
Como (había) en botica: Milada Harakova fue una checa valiente. Enfrentó a los nazis y fue torturada y encarcelada. También a los comunistas. Volvió a ser torturada y fue ahorcada después de un juicio forjado. Cuando regresó la democracia fue reivindicada y la fiscal Ludmila Brozová fue encarcelada. El ministro Jan Massaryk resultaba incómodo para los comunistas checos. Apareció muerto debajo de la ventana del baño de ministerio. Los camaradas dijeron que fue suicidio. Después se comprobó que fue asesinato. Algo muy parecido al caso de Albán. Felicitaciones a nuestra gran pianista y compositora Gabriela Montero, galardonada con el Premio Internacional Beethoven para los derechos humanos, la paz, la libertad, la reducción de la pobreza y la inclusión. Nos alegra la libertad de Saleh y rechazamos su destierro ¡No más prisioneros políticos, ni exiliados!