Señor Presidente: ¡Dele la cara a “Francisca Duarte”!
Allí estuvo Lula, También Néstor Kirchner. Y Fidel. Algunos más. Pero para Chávez había un “problema”: para llegar a Macagua, fuese por vía terrestre o aérea, era obligatorio “rozar” un barrio de invasión algo grande. Sus habitantes lo bautizaron como “Francisca Duarte”, el ánima del Taguapire, personaje del sincretismo místico religioso popular. Muchos ranchitos precarios. Mucha pobreza. “Viviendas” de lata y cartón. Sin servicios ni calles. Pobreza extrema. Y ya Chávez tenía 6 años gobernando. ¿Cómo explicarle esa terrible contradicción a sus ilustres invitados? ¿Cómo mantener la coba del “campeón de la lucha contra la pobreza” en el país del gobierno súper rico petrolero con semejante acumulación de pobreza extrema?
El “comandante” necesitaba recuperar su imagen y su “fama” ante sus visitantes. Mantener vivo el discurso “socialista”. Además era año electoral. En diciembre de 2006 habría elecciones presidenciales. Chávez necesitaba reafirmar votos. Por eso, el 19 de febrero de 2006, durante un “Aló” dominical hecho en Macagua para inaugurar la “Misión Ciencia” (otra de esas que fue usada como gancho electoral y de la que ya no existe sino “celajes”) junto con el gobernador Rangel Gómez anuncia el proyecto “Juan Camejo” (la manía de cambiarle los nombres a todo) en el barrio “Francisca Duarte”. Anunciaron 1.200 casas con la vialidad completa, escuela, liceo, un gran tanque de agua para asegurar el servicio; parques, plazas, alumbrado, “Barrio Adentro, áreas productivas, cultivos organopónicos, hidropónicos bajo ambiente controlado, pequeñas zonas industriales, pequeñas empresas, cadenas productivas, redes productivas”. El “paraíso socialista”.
El súper millonario contrato se lo entregaron a una poderosa transnacional capitalista de Brasil que ya se fue. Pasó de Fundapatria a la Gobernación y varios ministerios. Los “convenios” de Chávez para ganar respaldo político de Lula. La inversión “planificada” se ha gastado dos veces pero es muy poco lo que se ha hecho seis años más tarde. ¿Asfalto? Sólo en la calle principal y un poquito más. El resto es barro. ¿Tanque de agua? Existe pero de adorno porque no tiene la tubería de llenado ni las aducciones a las casas. No hay servicio de agua potable ni de cloacas. La gente paga a camiones cisternas para llenar pipotes. El transporte público y la seguridad son una calamidad. ¿Casas? Aumentaron el “proyecto” a 1.500 cuando vieron que el censo original era insuficiente, pero sólo construyeron unas 400. ¿Plazas, parques, pequeñas empresas, cultivos organopónicos? Cero sobre cero. Nada de nada.
Luego de seis años, Chávez vuelve a Macagua. Humala verá desde el helicóptero la pobreza en “Francisca Duarte” y quizás se preguntará por el “socialismo” de Chávez después de 13 largos años de supuesta “revolución”. El proyecto de urbanismo “Juan Camejo” (que el pueblo sigue llamando por su nombre de Francisca Duarte) es otra de las enormes mentiras de lo que ahora fue bautizado como “Gran Misión Vivienda Venezuela”. O la “Gran Misión Maquetas busca votos”.
¡Dele la cara al pueblo de “Francisca Duarte”, señor Presidente! Otra de tantas comunidades engañadas. Uno más de 15 ó 20 “proyectos” (¿?) de viviendas anunciados por usted y su gobierno en Guayana en los últimos 6 ó 7 años (cuando busca votos) de los que no se ha hecho nada o casi nada. Camine entre el barro o el polvero (depende de las lluvias) donde usted y el gobernador anunciaron asfalto. Use el agua en pipotes porque de las tuberías no sale ni aire. Intente buscar un tomate de los “cultivos organopónicos” o sentarse en los bancos bajo la sombra de los árboles en las “plazas y parques”.
Nada de eso existe. Usted hizo el “anuncio” y la promesa y más nunca se acordó de “Juan Camejo” ni de su gente. Como ocurre casi siempre. Pero ahora anda otra vez buscando votos y haciendo promesas. Que si la Misión tal o la Misión cuál. Desde este modesto espacio, en nombre de ese pueblo de “Francisca Duarte”, a los que en el canal 8 censuran, lo conmino a dar respuestas.
Postdata: El domingo en la noche viene el señor Ahmadinejead. Otro “hermano revolucionario” cuyo gobierno sentenció a muerte por el “delito” de adulterio a la joven iraní Sakineh Ashtiani. ¿Qué dirán las “mujeres de la revolución” de este acto cavernícola, brutal y criminal? ¡Ah!, pero Ahmadinejead “por motivos humanitarios” ha anunciado que Sakineh no morirá “lapidada”, es decir, lentamente a pedradas, sino ahorcada. ¡Qué compasivo y revolucionario es su amigote iraní, señor Presidente! ¿Usted cree que “los venezolanos y las venezolanas” le daremos alguna bienvenida a semejante dinosaurio retrógrado?