La economía venezolana se mueve entre verdes y soberanos
El 2 de agosto, Tareck El Aissami, vicepresidente para el Área Económica, presentó ante la Asamblea Nacional Constituyente, la Derogatoria de la Ley de Ilícitos Cambiarios. Un proyecto con el cual, el Ejecutivo Nacional despenalizaba la compra y venta de divisas por parte de los privados.
Desde entonces distintos voceros oficialistas han aseverado en múltiples ocasiones, que en el país impera un tipo de cambio libre, fluctuante y regido por la ley de la oferta y la demanda. Uno de los casos más prominentes, fue cuando el ministro de comunicación, Jorge Rodríguez, aceptó en una entrevista, que el control cambiario había sido un “gran error económico”.
“El control de cambio en Venezuela es una medida política no es una medida económica. Quitamos el control de cambio y nos tumban”, sentenció el para entonces gobernador de Anzoátegui, Aristóbulo Istúriz.
Pesé a que en el transcurso del 2016 Istúriz, fue un vehemente defensor del control cambiario, al exponer que era una medida política y no económica. La crisis ha llevado a los dirigentes del Psuv a cambiar de pensamiento.
Un control de 15 años
Cabe recordar que el control cambiario fue impuesto por el fallecido presidente, Hugo Chávez, el 5 de febrero del 2003, con la intención de darle al Estado una herramienta para evitar la fuga y permitirle al país recuperarse luego del paro petrolero.
“Decisiones tomadas como el control de cambio, que por ahí hay algunos que dicen que se va acabar, no,no,no. El control de cambio nosotros podemos flexibilizarlo, pero el control de cambio llegó aquí para quedarse”, sostuvo el exjefe de Estado durante una locución.
El primer sistema para venta de divisas fue Cadivi, que posteriormente fue cambiado por Sitme, Sicad I, Sicad II,Simadi, Dipro, Dicom y el Nuevo Dicom. Con esta metodología reapareció un fenómeno típico de la escasez, el mercado negro.
El control cambiario fue puesto en marcha en una situación país que dista mucho de la actual, por ejemplo, en el 2003 las reservas internacionales eran de 31.000 millones de dólares hoy en día el apenas llegan a 8.5 millones de dólares, según declaraciones del constituyente, Jesús Faría.
Es decir, en aquel entonces era más fácil para el Gobierno mantener el tipo de cambio porque contaba con más capital para inyectar al mercado dar estabilidad. En la actualidad la escasez de divisas ha disparado el valor del dólar paralelo, lo que ha tenido un efecto en los costos de producción y en la inflación.
¿Libertad cambiaria?
El especialista, Henkel García, explicó durante una entrevista para Analítica.com, que el actual control cambiario consta de tres tipos, el primero controlado por el Estado y manejado con opacidad se utiliza para realizar la compra de las cajas Clap, el Dicom es el segundo tipo, donde se subastan a personas jurídicas y naturales un número limitado de divisas y el tercero es el mercado negro o paralelo.
Según García, en sistema Dicom no provee la cantidad suficiente de moneda fuerte para satisfacer la demanda de los compradores, pero estuvo de acuerdo en que el mercado ha tenido un incremento en los montos subastados.
“En agosto se subastaron entre 17 y 20 millones de dólares, una gran diferencia si tomas en cuenta que le mes anterior sólo se ofertaron 5 millones”, informó el director de Econométrica.
Recordó que a pesar de que el año pasado fue “muy difícil”, se subastaban 28 millones de dólares mensuales y que en los tiempos de bonanza petrolera, se ofertaban 100 millones de dólares diarios a través del sistema, Simadi.
En conclusión, iniciar un modelo que procurara el control del Estado sobre las divisas que ingresan al país, ha sido una de las causas de la crisis económica que enfrenta la nación en la actualidad, mantenerlo agravó la situación. En Venezuela no impera un tipo de cambio libre, el Gobierno sólo flexibilizó el control con la intención de obtener confianza para su plan de reformas económicas.