Oro, estatismo ruinoso y protestas censuradas
Minerven, el emblema de empresa del estado dentro de la industria del oro, está en ruinas. Los datos publicados ayer por Correo del Caroní en un gran trabajo de investigación, basados en el propio informe del Mibam entregado a la AN y por los informes anuales de la misma Minerven, son concluyentes. Minerven, una empresa que generalmente fue estable y solvente (aunque nunca alcanzó el potencial que pudo tener) tiene tres años seguidos arrojando enormes pérdidas y es incapaz de siquiera mantener su nómina. El año pasado las pérdidas fueron de 53 mil millones.
¿Cómo es posible que una empresa aurífera pierda dinero cuando los precios del metal son los más altos de toda la historia? Esas son las cosas que ya hoy estos gobernantes tienen que explicarle a los venezolanos.Tanta farsa no tiene justificación alguna. Minerven es la única empresa del oro en todo el planeta que no está arrojando ganancias mil millonarias. Ya se sabe que ayer el oro amaneció con precio récord histórico de 1.900 dólares la onza. Eso es más de 60 mil dólares el kilo. Durante todo 2010, los precios del oro estuvieron entre 1.200 y 1.500 dólares la onza.
La meta de Minerven era producir 8 mil kilos en 2010 y produjo sólo 1.830. ¿Cuánto dinero dejó de ingresar la nación por esos 6 mil kilos que el gobierno rojo rojito y los administradores “socialistas” no dejaron que la empresa produjera? ¿260 millones de dólares? ¿Quizás más?
El “estatismo salvaje” del gobierno rojo rojito, lo que ellos dicen que es una “revolución”, es el responsable de esta ruina. Pero, como siempre, Chávez evade sus culpas, no asume su responsabilidad, la de sus ministros ni la de su gobierno. Siempre le echa la culpa a otros. O arma un show para desviar la atención. Ahora viene con el cuento de la “nacionalización” del oro.
¿Cuál nacionalización? ¿Acaso Minerven no es de la nación desde siempre? ¿O la cosa es para destruir a las pequeñas empresas que sí producen lo que los jerarcas rojos rojitos no son capaces? Porque con los socios rusos del gobierno no se meten. Chávez dice que “deben migrar a empresas mixtas con capital mayoritario del estado”. Cuentos para incautos. Así son ya las asociaciones del oro entre el estado y los rusos. Así es Venrus. ¿Cuál es la coba entonces? ¿Tapar el desastre que han creado en Minerven? ¿Justificar, acabar con los mineros venezolanos? ¿Hacer un aguaje de “nacionalización” para encender un falso nacionalismo?
Cada vez menos gente se traga esas cobas. Tuvieron que hacer un acto cerrado en un local pequeño para algo que supuestamente debía ser muy trascendente como “nacionalizar el oro”. ¿Por qué? Para tapar la verdad en las calles, donde la gran mayoría de la comunidad estuvo manifestando en protesta desde muy temprano. Para acallar a los trabajadores de todas las empresas mineras. Los reclamos, el descontento y denuncias de los mismos trabajadores de Minerven, de Venrus y las demás. Una “nacionalización” con cero calle y cero pueblo.
De hecho, a duras penas pudieron tapar las protestas de los dirigentes sindicales dentro del propio local y por eso los pases tan cortos durante la “cadena”. Los reclamos fueron por la falta de anuncios reales sobre inversiones. Reclamos ante la ausencia total de soluciones a las deudas laborales. Disgusto porque los pleitos internos de grupos de poder dentro del PSUV y en el alto gobierno paralizan todo. ¡Ni siquiera fueron capaces de cambiar la directiva! Están enredados en sus peleas. No hay quien mande ni decida.
La incapacidad del gobierno es tal, que teniendo a mano esa riqueza de vender oro a 1.900 dólares la onza troy (31 gramos), no ha podido hacer que se reactiven minas como La Increíble 6 y mucho menos Las Cristinas. Ni siquiera Tomi, La Victoria y La Increíble 4. Miles de trabajadores desesperan sabiendo que podrían tener un empleo estable pero la indolencia e ineptitud del gobierno los tienen en puras promesas durante años. Y Venezuela perdiendo esta oportunidad de oro que son los precios récord del mineral dorado. Por eso protestan también en la comunidad de El Callao, Guasipati y Tumeremo. No pueden tapar el descontento. Y por eso el acto fue tan chimbo e improvisado. Quien tenga ojos que vea.