Narraciones Históricas Contemporáneas—XXII: Alfredo Sadel
Alfredo Sadel, cuyo verdadero nombre era, Manuel Alfredo Sánchez Luna, nombre que cambió de la combinación de los apellidos Sánchez y Gardel por ser un ferviente admirador del cantante de tangos argentino Carlos Gardel, sus padres fueron: Manuel Sánchez Benítez y Luisa Amelia Luna, nace en la caraqueñísima parroquia de San Juan el 22 de febrero de 1930, Sadel fue un cantante y compositor e intérprete de los géneros románticos de boleros, baladas, música popular venezolana, paso dobles, caribeña, tangos y lirica, interpretando zarzuelas y óperas, poseedor de una cautivante y melodiosa voz, fue aclamado por las multitudes de fanáticos seguidores como el tenor favorito de Venezuela. Comienza sus estudios en el colegio salesiano “Domingo Sabio”, formando parte de su coro y actuando como solista del mismo en una presentación en la Catedral de Caracas, cuando apenas contaba con once años, cantando: El Ave María, interpretación que llenó de admiración al público en especial a los sacerdotes Calderón y Sidi y de la mano de ellos estudia canto en el conservatorio de Santa Capilla. Luego tras la ayuda de algunos mecenas estudia en La Escuela Superior de Música de Caracas donde aprende solfeo, piano y armonía, pero a esto se le agrega que tenía una gran habilidad tanto para el dibujo como para la pintura, siendo sus caricaturas de gran aceptación y eran publicadas en los periódicos La Esfera y Fantoches, estas habilidades le habrán de servir para trabajar como dibujante en una Agencia publicitaria, y así ayudaba a la situación de su hogar ya que tenía otros dos hermanos menores de los cuales uno Noel Sánchez Luna ingresa en la Escuela Naval, haciendo carrera en la Armada hasta llegar al grado de Contralmirante de la República de Venezuela, de igual manera con su propio dinero se costea la grabación de su primer disco de 78rpm en el año 1946, con las canciones el bolero Desesperación de María Luisa Escobar, y un paso doble de su propia autoría letra y música, llamado Diamante negro en honor al torero venezolano César Girón, así llamado y del cual era un gran admirador, disco que es todo un éxito y logra vender 20.000 copias.
Posteriormente Mario Suarez impresionado por los dotes artísticos demostrados por Sadel, lo apadrina y se lo presenta a Amable Espina, quien era el director de Radio Caracas, donde es becado y así puede tener acceso a los estudios para ensayar. Para el año 1947 ingresa como cantante aficionado en La Radiodifusora Venezuela y en 1948 firma contrato con la empresa discográfica “Discos Rex” y graba su segundo disco sencillo con el paso doble Diamante Negro y una interpretación del mambo no. 5 de Dámaso Pérez Prado, volviendo alcanzar un record de ventas para la época con más 25.000 copias vendidas, esto marca a partir de ese momento la ascendencia en su trayectoria musical que lo ha de acompañar hasta la muerte; para 1952 viaja a los Estados Unidos, allí actúa en el teatro Chapaud Madrid acompañado por la orquesta de Aldemaro Romero ( su amigo de toda la vida y con quien ha de grabar varios discos L-P), actúa luego en el teatro Jefferson de Nueva York y es tan grande y apoteósico el triunfo que es presentado en el muy célebre programa de Costa a Costa de Ed. Sullivan, convirtiéndose en el primer venezolano en actuar en la televisión americana y también en otros programas exitosos, posteriormente viaja a Cuba y en la Habana obtiene un triunfo rotundo y le es prolongado los contratos de actuación que tenía allí, graba entonces un L/P con la RCA Víctor llamado “Mi canción”, del cual se venden más de 100.000 copias todo un fenómeno de ventas para la época.
En 1958 regresa a los Estados Unidos contratado por la Metro Goldwen Mayer, pero como lo tienen un año cobrando sin darle trabajo, decide renunciar al contrato y marcha a México, donde lo espera un gran recibimiento, en México además de cantar con gran éxito filma algunas películas con consagrados artistas como Miguel Aceves Mejías, Evangelina Elizondo, Sara García, Javier Solís, Rosita Quintana, Raúl (ratón) Macías y Julio Aldama. En la última película que filma en México la hace junto a Miguel Aceves Mejía y Adilia Castillo y la música fue de Juan Vicente Torrealba.
Alfredo Sadel en todo momento va a ocuparse de la parte gremial de los artistas tanto a nivel nacional como internacional, aquí funda la Asociación Nacional de los Artistas, de igual manera durante la dictadura Perezjimenista se convierte en un gran activista en la clandestinidad, aprovechando los viajes que hacía constantemente al exterior para llevar y traer correspondencia a los exilados venezolanos y donando dinero para ellos, hizo emblemática la canción “Escríbeme” convirtiéndola en una especie de himno de la resistencia en el exterior, Alfredo Sadel se casa con una bellísima venezolana llamada Rosita Rodríguez, hija de ese gran dirigente sindical, fundador de grandes sindicatos y del partido Acción Democrática, Valmore Rodríguez, Senador de la República en dos períodos por el Estado Falcón, la boda de Alfredo Sadel marco un hito en la historia ya que ha sido la única boda que se ha celebrado en la Capilla del Palacio Miraflores y es apadrinada por el Presidente Rómulo Betancourt y así mismo es la primera boda transmitida a toda Venezuela por la Televisión Nacional. Sadel es el primer artista que hace su entrada triunfal en la inauguración del Teatro Teresa Carreño.
La vida de Alfredo Sadel es una espiral de triunfos apoteósicos no solo en Venezuela sino en el exterior, la fama siempre le precedía donde quiera que se presentase, las multitudes lo seguían de espectáculo a espectáculo, actúa al lado de figuras famosas para la época como Lucho Gatica, Chucho Avellanet, Manzanero, Rosalinda García, Rudy Márquez, Lola Beltrán, Roberto Carlos, Mirla Castellanos, Héctor Murga, Marcos Antonio Muñiz y Héctor Cabrera entre otros, graba más de 2.000 canciones muchas de ellas de su propia autoría (música y letra), alrededor de treinta (30) discos de 78 rpm y 130 de larga duración (LP) todos con record de ventas, gana alrededor de veinte (20) discos de oro y se crea el disco de platino por lo abrumador de sus ventas, hasta que un día se despide momentáneamente de sus seguidores en pos de otro sueño, el canto lírico y marcha a Europa en especial a Viena donde pasa tres años estudiando y perfeccionándose en la música y la actuación lírica, al cabo de ese tiempo sale a cosechar nuevos triunfos en la interpretación de Óperas y Zarzuelas, recorre casi todas las capitales de Europa y Moscú de triunfo en triunfo, regresa a Los estados Unidos y debuta en el Teatro Metropolitano de la Ópera y el Carnegie Hall ambos teatros de Nueva York y meca de los cantantes líricos mundiales y tras seis años de ausencia regresa a Venezuela, donde su fama aún estaba intacta, combinando sus actuaciones entre música lírica y popular, graba dos nuevos LP con la Orquesta de Aldemaro Romero.
Para el año 1988 encontrándose en una gira artística en Cali, Colombia comienza a sentirse extremadamente mal y debe regresar de urgencia a Venezuela, una vez recuperado y en contra de la voluntad de los médicos reanuda su vida artística y para el año 1989 hace dos presentaciones magistrales en el teatro Teresa Carreño acompañado de la Orquesta Sinfónica de Venezuela, la segunda presentación va a ser su última aparición ante ese público que tanto lo amaba y aclamaba ya que en la madrugada del 28 de junio del año 1989 fallece a la edad de 59 años, deja inconclusa una nueva presentación que tenía para en el teatro Metropolitano de la Ópera de Nueva York donde ya estaba anunciado en carteleras. La muerte de Alfredo Sadel causó una gran conmoción a nivel mundial en el mundo musical y el día de su sepelio la ciudad de Caracas casi se paralizó, muchos son los homenajes que se le han hecho a ese gran cantante, que con tanto orgullo paseo el gentilicio venezolano por buena parte del mundo:
En el teatro de la Ópera de Maracay en su plaza hay un monumento a su memoria, La Universidad Centro Occidental “Lisandro Alvarado” de Barquisimeto, colocó un busto del artista en la galería jardín junto al de Giuseppe Verdi y Vicente Emilio Sojo; el Teatro Municipal de Valencia posee un busto de Alfredo Sadel en el pasillo principal, al igual que en el Teatro Municipal de Caracas en el lobby del mismo, el teatro Municipal de Cantaura, el mas nuevo y moderno de Venezuela lleva precisamente el nombre de Alfredo Sadel, en Caracas en la emblemática urbanización del este de la capital, “Las Mercedes”, hay una plaza con su nombre y se ha convertido en el símbolo de encuentro de la vida nocturna y social de Caracas.
Alfredo Sadel fue un amante de la democracia y la libertad de Venezuela y la prueba evidente de ello está en todas las veces que expuso su vida en plena dictadura Perezjimenista llevando y trayendo correspondencia y reuniéndose con los grupos de exilados en el exterior en sus frecuentes viajes que hacía, donde en privado les ofrecía recitales.
Su gran legado está demarcado por su vida profesional y privada, por haber mantenido en alto el gentilicio venezolano donde quiera que actuó, por las miles de canciones que grabó tanto populares como del género lírico, por todas las bellas canciones de su autoría que nos dejó y que sus grabaciones aún se siguen vendiendo y dentro de ellas se destacan, Diamante Negro, Madrigal, Desesperanza. Fulgida Luna, Amante Eterna, Silverio Pérez, María la O, Señora María, Dominó, Tu no Comprendes, Mi Canción, Damisela Encantadora, Perversidad, Te quiero Dijiste, Flores Negras, Nostalgia, Granada, El Guarapo, El Cumaco, Negrita Bonita y otras miles de canciones que son largo enumerar.