Cerebro, corazón y coraje
En momentos que Venezuela pasa por una severa crisis de iniciativa y creatividad particular en beneficio de todos, producto de las desacertadas decisiones gubernamentales pretendiendo minimizar el empuje particular; es necesario recordar a quienes lucharon por hacer posible sus iniciativas por el bienestar común.
Al manifestar Hugo Chávez los planes de la nacionalidad para el tiempo por venir 2013-2019 durante la campaña presidencial del 2012, reseñan los medios independientes sobre su discurso que el futuro de Venezuela está encaminado hacia la reducción de la iniciativa particular, limitado a las pequeñas y mediana empresas, y la propiedad social como prioritaria. Tal afirmación e implementación nos han sumado en la miseria moral y económica que hoy padecemos. Todo es cuento.
No hemos llegado al año de esa perorata cuando observamos un país en franco deterioro urgido de las iniciativas particulares de quienes imbuidos del amor por la tierra que los vio nacer y crecer están dispuestos a correr riegos.
Venezuela requiere de sus mejores voluntades para llevarla adelante. Es por ello que hoy cuando se cumple un año más de vida, si el Señor no hubiese decidido su partida, recordamos a Don Diego Cisneros, un venezolano que siempre osando como empresario dispuso de su voluntad y empeño junto a su hermano Antonio para hacer posible el progreso de su nación.
Desde el fallecimiento de su padre en La Habana en 1914, su madre Doña María Luisa, oriunda de Cumaná, quiso volver a Venezuela. La Primera Guerra Mundial se lo impediría, por lo cual se residencian en Puerto España, Trinidad, hasta 1928 cuando se instalan en Caracas. Fue un año destacado por las protestas estudiantiles contra el régimen de Juan Vicente Gómez.
Inicia su vida empresarial dotando al vecino caraqueño de unidades de transporte público las cuales a partir de “ El Expedito” del oeste surcarían las calles llegando hasta los confines de la vieja Caracas, cuando cubrían rutas fronterizas del desarrollo de la capital que otros propietarios por ser muy distantes no deseaban recorrer. Plaza Carabobo, Monte Piedad y Petare, pasando por Los Chorros, recibían con beneplácito los colectivos de estos jóvenes quienes veían más allá de La Silla de Caracas, el llano a pie de monte y el sólido macizo guayanés.
Sustentado en el amor familiar y su fe florece Cisneros en la promoción comercial de bienes de consumo masivo y es así como en los albores de la democracia, la procedencia consigue en él un aliado para la proyección de las libertades, como los deberes y derechos que al vecino le corresponde.
Cisneros, presente en el comercio con la firma Diego Cisneros y Compañía, desarrolla Helados Tío Rico, Sociedad Anónima e Inversiones Generales. Luego vendrían otras iniciativas. Sus corporaciones eran fuente segura de trabajo para muchos. Venevision Canal de TV nace bajo la acertada convicción de su esposa Albertina Rendiles, quien lo motiva a entrar en el naciente mundo del entretenimiento, la educación a e información en la televisión.
Carlos Fernández, expresidente de Fedecámaras, expresa de Don Diego Cisneros: “Diego Cisneros fortaleció la democracia creando riqueza a través de la iniciativa empresarial. Fue un visionario, un globalizador con la comercialización de PepsiCola. Era un hombre talentoso. Llevó su complejo a la Organización Cisneros de hoy, la cual heredan sus hijos y nietos. Ellos la continúan con igual ímpetu. La ODC es su legado, la cual está vigente en el país y lo estará por largo tiempo”, finaliza el dirigente.
Cuando recibe el trascendental premio “Hombre del Año de la Publicidad” de la Asociación Internacional de Publicidad en 1968, Don Diego expuso el nacimiento de la fundación para al desarrollo y modernización de Venezuela. Así irrumpe la Fundación Diego Cisneros en la vida institucional como instrumento por una mejor sociedad.
Este adelantado de su época es un ejemplo para miles de venezolanos que están dispuestos a recuperar para la felicidad y paz ciudadana la posición de seguros suministradores como antes por décadas, el 80% de la única y verdadera fuente de riqueza, una plaza permanente de trabajo. “Cerebro, corazón y coraje” nos dejó como credo Don Diego Cisneros.
Director de Venenoticias.
