El Carnet de la segregación
Desde el comienzo de los tiempos la segregación ha sido una constante en la conducta social. Por raza, color, religión, sexo, educación, estrato socioeconómico y todo en cuanto el homo sapiens tenga presencia.Es una mezcla de ignorancia, fanatismo y ausencia de valores humanísticos. Es la barbarie. La lucha por la erradicación de esa conducta ha sido titánica. Pero aún existen congregaciones donde son segregados los diferentes.Ahora bien, si la segregación o apartheid es condenable prácticaen congregaciones o individualidades ajenas a la conducción del Estado, cuando es políticagubernamental es muy grave y si coloca sus pesuñas en la distribución de alimentos y medicamentos cobra dimensión de genocidio, de crimen de lesa humanidad. Los gobiernos totalitarios son dados a la segregación. La usan a modo de arma arrojadiza en imaginarias guerras para sojuzgar las naciones. Es práctica de Estado tanto en los autocalificados de izquierda como los calificados de derecha o fascistas. Da igual.
Ejemplos de segregación hay muchos, demasiados y sólo señalaré los de mayor relevancia. En la en la Alemania de Hitler, en la Unión Soviéticas (URSS) desde cuando la troika diabólica (Lenin, Trotsky y Stalin) asaltó el Palacio de Invierno hasta el último de los zares rojos y… ¡quién sabe si fue el último! En ese orden de importancia le siguenla España de Francisco Franco, China a parir dela entronización de Maozedong (Mao Tse-Tung) en Suráfrica,antes de Frederik de Klerkyen el continente le siguen Idi AmínDada (Koboko o Kampala) yRobert Mugabee. Latinoamérica no podía ser menos “importante”y parió un montón entre los que destacan, por su primitivismo y crueldad, Rafael Leónidas Trujillo, los Somoza, Pérez Jiménez, los de la Operación Cóndor en el Cono Sur y Los hermanos Castro en Cuba.
En Venezuela, después de algún tiempo, emergió un aborto de la naturaleza llamado Hugo Chávez Frías. Irrumpió en la escena con un golpe de Estado fallido y un atajo de burdéganos con Nicolás Maduro de campanero a guisa de rabo. Un mal parto financiado por la alta burguesía que imaginó manejarlo y estimulado por parte de la clase media ilusa, creyente en “pajaritas preñadas”, no obstante haberle prometido la demolición del sistemay una oposición que se inventó un contrincante extraño a lo venezolano. La abstención hizo el resto y se le entregó el bastón de mando.
La verdad sea dicha, Chávez fue un insigne tramposo. Nunca dijo nada contrario a lo que hizo. Inmerso en ignorancia desbordante, embutido entre un pellejo que ocultaba su verdadera vocación, Fidel Castro le cató hasta el hueso con solo mirarlo, lo descubrió ambicioso y simulador. Lo hizo su peón. Sin desviarse caminó por la ruta prediseñada, le elaboraron una Constitución a su talla y comenzó a dinamitar el sistema democrático. Así que cuando se le vio todo envalentonado gritar “exprópiese”, nada nuevo aportó al criterio de quienes lo catalogamos como un tirano en ciernes. No quedó títere con cabeza. Y la inflación trajo el desabastecimiento de todo, incluyendo alimentos, medicinas y hasta de dinero circulante que debe comprarse a más del doble de su valor nominal.
Alguna vez escribimos y no recordamos donde, aun cuando a los octogenarios no se nos olvida nada sólo tienen que recordárnoslo todo, que el gobierno castrocomunista o socialista del Siglo XXI avanzaba,inexorablemente y a paso de vencedores, sobre la meta de la LIBRETA DE RACIONAMIENTO. Y… Aquí la tenemos. La segregación dijo presente en unbodrio, mezcla de hambre y plástico. EL CARNET DE LA PATRIA.
PS. El atentado contra el burdégano campanero Nicolás Maduro, un montaje, una payasada que no califica ni como la peor chapuza del zorro que quiere matar al Corre Caminos, incluyendo la batida en retirada y en formal desorden de la tropa con oficiales a la cabeza.Sencillamente bochornoso. Llama la atención que la señora Patricia Poleo haya caído en la trampa y publicado un comunicado, a todas luces redactado en las retortas de Miraflores, para desprestigiar y reprimir la lucha contra la tiranía castrochavista, regentada por el campanero de la recua. Vale.