La batuta de Elisa Vegas dirigió a la Orquesta Gran Mariscal de Ayacucho en la UCV
Elisa Vegas y la Orquesta Gran Mariscal de Ayacucho dieron este sábado 16 un espectáculo de música venezolana traída desde todos sus rincones hasta el Aula Magna de la UCV.
Vegas representa mucho y ello se debe destacar, porque en esencia a ella le toca, lo que a muchos nos toca, a un empresario, o a quien dirige un hospital o una universidad o a una alcaldía o a una fábrica o a un medio de comunicación, por mencionar algunos.
Máxima dirección
Tiene una inmensa responsabilidad sobre sus hombros, que pesa sin duda, la de dirigir y motivar a sus músicos para convencerlos de que vale la pena empeñar su talento en esta tierra nuestra, cosa nada fácil si tenemos en cuenta que vivimos la peor crisis política económica de los últimos años cien años.
En esta nuestra Venezuela de la que millones ya han migrado y los que se quedan hablan a diario de ese tema, hay que lidiar con un presupuesto en un contexto de hiperinflación y una devaluación colosal, en una economía donde faltan los insumos o no hay como pagarlos, pero sobre todo se tiene que enfrentar con la incertidumbre.
Aun así, con su determinación e ímpetu, resiliencia como se dice en muchos lugares o terquedad como decimos aquí, no solo ha asumido este singular reto, sino que destacan ella y la orquesta, su equipo, convirtiéndose de ese modo en un ejemplo para todos los que estamos en Venezuela. Lo más aleccionador es que la crisis que vivimos le ofreció la oportunidad –quizá en una época de bonanza hubiese sino más difícil dirigir una orquesta por su condición de mujer en un mundo esencialmente machista- de asumir ese reto.
Igual puede ocurrirle a muchos en otras actividades -ahora lo Hecho en Venezuela tiene chance- de pronto un asistente de administración le dan un rol gerencial, un joven desconocido tomas las riendas de un hospital o una fábrica, pero lo que más hay que destacar, no es la oportunidad en sí misma, sino haberla visto y tomado.
Los retos
Esta joven venezolana está viendo los retos como oportunidades con una sonrisa que desafía y un optimismo irreductible que no se deja abatir y va en contra corriente a todo lo que se dice y se repite sin descanso, sin garantía alguna, pero con certeza.
La gente emprendedora como ella tiene el propósito de “construir futuro en el presente” buscando ese país que añoramos pero que solo tendremos si lo hacemos realidad, cada quien en el rol que le toca