Germán Toro: El Empredimiento forma parte de la idiosincrasia del venezolano
Yelitza Izalla Yánez
@yizalla
“Emprendimiento social y sostenibilidad como clave de éxito”, ese es el foco con el cual se manejan los representantes de la Alianza Social de la Cámara Venezolano Americana de Comercio e Industria (Venamcham) en estos momentos país, en el cual los ciudadanos reclaman soluciones más que lamentos.
Actualmente, Venamcham busca dar a conocer y conectar a las empresas con sus logros de responsabilidad social empresarial, así como realzar el emprendimiento social y la sostenibilidad de esos proyectos. Todos dados a través de historias que han promovido la creatividad, innovación y que abren la puerta a nuevas oportunidades de negocios y servicios en Venezuela.
De eso, justamente se trata el evento Perspectivas Sociales 2018 “Emprendimiento social y sostenibilidad como clave de éxito”, que se llevará a cabo el 3 de mayo. “Debemos dar a conocer ejemplos y casos exitosos para que otros emulen o se sientan motivados. Damos herramientas a las empresas y exposición a los casos exitosos de emprendimientos y empresas, cuya circunstancia ha ido cambiando año tras año”, destacó Germán Toro, presidente de Venamcham.
—¿De dónde nace la necesidad de realzar en estos momentos país el emprendimiento y la responsabilidad social empresarial?
— No pueden existir empresas sanas en el seno de una sociedad que no lo sea. En el año 2000 el para entonces presidente de Venamcham (Pedro Palma Carrillo) incorporó ese pensamiento.
Además, teniendo en cuenta que la RSE en Venezuela nació en los años 60 con Eugenio Mendoza y Gustavo Vollmer, quienes entendieron que las empresas tenían una responsabilidad más allá de sus accionistas, la cual incluye a otro público de interés más amplio y en las comunidades en las que tiene la oportunidad de influir, hizo que Venamcham incorporara a su misión, visión y objetivo, más allá del intercambio global con Estados Unidos, la promoción social de los miembros de la cámara y otros actores.
—¿Qué han hecho para aglutinar esas experiencias?
— Se creó el Comité Alianza Social, el cual se convirtió en un punto de encuentro entre las empresas y las organizaciones de desarrollo social.
Allí se comparten buenas prácticas e información sobre RSE, especialmente de las empresas, pero también hay emprendimientos sociales de jóvenes.
— ¿Con qué espíritu trabaja el comité?
— La idea es que las empresas tomen lo mejor de cada una y de las organizaciones que se unen; fue encuentro de dos mundos que ya tienen 18 años operando y llevamos 30 publicaciones para orientar a todo el sector. Más allá de la filantropía, que es necesaria pero no suficiente, hay que marcar un camino claro en responsabilidad social empresarial.
— ¿Cómo se lleva la RSE en este momento país tan complejo?
— Lo primero por lo cual tiene que preocuparse una empresa es por sus propios trabajadores, la responsabilidad social empresarial hay que comenzarla dentro de casa.
— ¿Cómo hacen las empresas ante la situación país, en especial la económica?
— Estamos en una situación en la que ningún salario permite a una persona llevar el nivel de vida que tenía antes, por lo cual se le ha dificultado la satisfacción de las necesidades más básicas a la mayoría de los trabajadores. Por ello, le toca a las empresas aportar su grano de arena, que si bien no resuelven la situación por lo menos ayudan a paliar a este gravísimo problema que tenemos los venezolanos.
— ¿Han logrado las empresas crear mecanismos para paliar la crisis?
— Hay empresas sumamente comprometidas con este cometido y algunas, en mayor o menor medida, han logrado resolver parte de los problemas a sus trabajadores. Nada es perfecto, en unas se asume el reto y se eleva el liderazgo y en otras no tanto.
—¿Tiene algunos ejemplos de empresas que pueda nombrar?
— Por ejemplo Empresas Polar se ha tomado a la tarea de garantizar la educación de los hijos de sus trabajadores, así como la salud de sus empleados y de los familiares de ellos por la vía de programas muy agresivos de cobertura de HCM. Además, como tiene la división de alimentos le otorgaba a cada colaborador mensualmente una cantidad de comida, que hoy en día la ha duplicado.
Entonces, uno ve que una empresa que realmente va más allá de la compensación salarial, porque no es solo un salario monetario, también hay un salario emocional y muchas compañías se han dado a la tarea de fomentarlo, no sólo al apoyar la educación de los hijos de sus trabajadores si no también que han apoyado su formación a través de talleres y cursos. Hay importantes alianzas con el IESA y con la Universidad Metropolitana, pues justamente este es el momento de prepararse.
— A pesar de la crisis y que ahora parte de la RSE se enfoca hacia los empleados y en menor escala hacia las comunidades ¿Qué experiencias positivas se pueden rescatar?
—Hay muchos ámbitos. Las empresas de Venamcham apuestan por la juventud venezolana, en el Comité de Alianza Social tienen un programa de concursos de líderes socialmente responsables.
Lo más importante es que no se trata de quien ganó o no el premio, si no de la cantidad de jóvenes que se han formado para competir y por lo tanto elevan su capacidad de asumir y ofrecer emprendimiento social en todo el país.
Son miles de jóvenes y decenas de institutos universitarios que participan, ya son 15 años de ese concurso y de allí han salido estrellas, venezolanos que hoy se están comiendo el mundo.
—¿Cómo ve Usted el emprendimiento integrado en la productividad y desarrollo del país?
—El emprendimiento forma parte de la idiosincrasia del venezolano, todos somos empresarios. Gerenciar una familia en la Venezuela de hoy requiere de un dote que ni la Universidad de Harvard puede dar.
Llevar adelante un proyecto de vida, de familia, de pareja tiene un gran paralelismo con el arrancar una empresa y en eso los venezolanos estamos favorecidos en cuanto a nuestra naturaleza.
Hay otras culturas que aspiran a un buen empleo y eso es perfecto, porque normalmente el trabajo formal en una organización implica una mayor productividad, pero siempre tiene que existir en la sociedad un componente de emprendimiento; es decir que alguien llene esa necesidad de un mercado. Aquí un venezolano creativo le da la vuelta a la crisis y consigue una manera diferente de hacer las cosas y llenar ese vacío.
—¿Cómo enfrentan empresarios y emprendedores la crisis económica y condiciones desfavorables para la inversión?
—Dificultades hay de todo tipo, inflación y decrecimiento de la economía, por citar algunas, pero el venezolano está acostumbrado a crecerse ante la dificultad y le echamos el doble pichón. Ahora estamos recibiendo un entrenamiento adicional, aunque no lo veamos.
—¿Cree que en el país el emprendimiento está llenado esa necesidad de servicios?
—El venezolano está lleno de creatividad, uno encuentra ámbitos de emprendimiento que no te imaginabas que podían existir.
Es impresionante la creatividad, especialmente en los jóvenes. Aquí consiguen un problema y le dan la vuelta, no se amilanan ante las dificultades, digamos que la vida en Venezuela ha sido así siempre y que la crisis es un estado de continuidad, lo que pasa es que en japonés se usa la misma palabra para crisis que para oportunidad y el venezolano aunque no lo sepa lo ha aplicado.
—¿Cuál es el mensaje que quieren hacer llegar y qué le dice a quienes aseveran que Venezuela está perdida?
—Aquí nadie dice que todo está perdido, hay muchas dificultades y mucho por hacer, sí se puede salir adelante. Recordemos que la ventaja que Dios le dio a los venezolanos es que son los más creativos que existen para resolver problemas.