El Petro: Petrump vs Petroputin
La felicidad consiste, principalmente, en conformarse con la suerte; es querer ser lo que uno es. Erasmo de Rotterdam
¡SOMOS POTENCIA AL FIN!
La muy acertada decisión de los socialistas del siglo XXI de crear su propia criptomoneda, ha dado inicio a una nueva Guerra Fría entre las dos ancestrales y siempre opuestas dos superpotencias mundiales. En efecto, el PETRO BOLIVARIANO ha desatado una furia financiera de pronóstico reservado de uno al otro lado del planeta.
Me viene a la memoria un chiste contado por el Premio Nobel de Economía, el canadiense Robert Mundell, propulsor del euro, cuando en su visita a Caracas, al tomarnos un café, narró lo siguiente:
Resulta que Dios convocó a Trump, a Putin y ahora a Maduro, a una reunión con el fin de comunicarles su decisión de destruir en tres días el mundo que había creado en siete…decisión tomada como efecto de lo mal manejado que ha estado el mundo.
Prontamente, los mandatarios convocados por El Supremo se reunieron con los principales personeros de sus respectivas sociedades, e informaron lo siguiente:
- Trump, reunido con los empresarios de Wall Street y los perros de la guerra informó de una mala noticia y de otra buena: la buena era que Dios existe y en Él creemos, la mala es que en 3 días todas las iniciativas capitalistas se derruirán.
- Putin, por su parte, acompañado de los diputados recién electos y de la alta jerarquía militar, comunicó que tenía dos noticias: una mala y otra peor; la mala es que Dios existe y la peor radica que todo lo realizado para construir el paraíso comunista será exterminado en 3 días.
- Maduro, bailando y oyendo salsa brava, convocó a los constituyentes de la cubana ANC, a los colectivos bolivarianos, a los pranes, a los enchufados, familiares y testaferros, y por supuesto al G2 y al SEBIN, para darle dos noticias: una buena y otra mejor. A saber: La buena es que Dios lo situó a la derecha de Trump y a la izquierda de Putin, reconociéndolo como LÏDER mundial…la mejor la anunció en cadena nacional y es que en 3 días se acaba la Guerra Económica, la hambruna, la falta de medicinas, los sediciosos, los apagones, la hiperinflación, la migración, los viejos y nuevos mejores enemigos– y la ya moribunda PDVSA.