“La mayoría de los venezolanos solo reciben agua dos días a la semana”
El racionamiento de agua en Venezuela llegó para quedarse. Los planes de restricción del suministro, diseñados originalmente como medida de contingencia por la falta de una infraestructura hidrológica, que había quedado rezagada respecto del crecimiento de la población, cumplieron más de 15 años sin una fecha próxima de culminación.
En el Día Mundial del Agua la emisión de César Miguel Rondón en ÉxitosFM se propuso analizar la crisis por la escasez del insustituible recurso. La realidad del sistema hidrológico nacional fue revisada, a partir de un reciente trabajo de investigación publicado en prodavinci.com, por lo que fueron invitados al foro Vivir Sin Agua, Valentina Oropeza, jefa de la Unidad de Investigación de Prodavinci y Giorgio Cunto, economista y colaborador del portal web.
Oropeza, precisó que el exhaustivo trabajo fue elaborado con datos recabados durante casi dos años, que permitieron conocer las razones de fondo de los cada vez más constantes y prolongados cortes de agua en varias partes del país, información con la que se determinó que, en promedio, los venezolanos reciben el líquido solo dos días a la semana.
“Tomamos el parámetro de 168 horas a la semana, lo que implica tener agua siete días a la semana de forma continua todos los días sin interrupción, encontramos que los venezolanos, que han estado sometidos a estos planes de racionamiento, solo han tenido agua dos días a la semana”, precisó.
La periodista recordó las disposiciones de organismos como la Organización de Naciones Unidas (ONU) y Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto al rol del gobierno para garantizar el acceso a agua de forma continua y en cantidad suficiente, establecido como un derecho humano fundamental.
“El acceso al agua potable es un derecho humano esencial, según la Organización de Naciones Unidas, además la Organización Mundial de la Salud dice que ese acceso debe ser suficiente y continuo para que las personas puedan cubrir sus necesidades básicas diarias; beber, cocinar, lavar la ropa y hacer la higiene de la casa. Pero en Venezuela se hace imposible cubrir esas necesidades”, aseveró.
Falla estructural
Cunto detalló los aspectos gerenciales que justifican las dificultades en el acceso al agua, que además revelan que el problema es estructural y no producto de fenómenos naturales, dada la falta de coordinación, planificación, inversión y mantenimiento.
“El origen es multidimensional, posee muchas aristas, todas fallan al mismo tiempo y desencadenan en un monumental desastre. Hay inconsistencias en lo gerencial, cada hidrológica se maneja de forma prácticamente independiente, muy disimilar, los planes no son comunicados. También hay una falta de inversión para aspectos como la expansión y mantenimiento de infraestructura, todo eso redunda en la deficiencia del servicio”, explicó.
Cunto, se refirió al aspecto de las tarifas, como otro factor que incide en la merma del servicio, según el economista, el monto que se cobra en Venezuela es el más bajo de América Latina y del mundo.
“En cuanto a lo gerencial la tarifa es una de las más bajas de América Latina las tarifas no permiten la operación continua de los sistemas”, añadió.