Roma avanzó a los cuartos de final de la Champions
Un gol del bosnio Edin Dzeko le dio este martes el triunfo 1-0 al Roma ante el Shakhtar Donetsk, lo que permitió al conjunto italiano remontar el 1-2 de la ida y sellar el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones.
El gol de Dzeko, sumado al que consiguió el turco Cengiz Under en tierras ucranianas en la ida, marcó la diferencia en esta eliminatoria y lanzó a un Roma que volverá a disputar un cuarto de final de la Liga de Campeones diez años después de la última vez.
En la temporada 2007/2008, el Roma del técnico Luciano Spalletti logró una hazaña al eliminar al Real Madrid en los octavos de final, antes de rendirse en los cuartos ante el Manchester United que terminaría coronándose en Moscú contra el Chelsea.
Tuvo que sufrir hasta el final este martes el Roma, ante un Shakhtar que, pese a quedarse con diez en el 79, apretó hasta el final y rozó el gol del empate, que le enviaría a la siguiente ronda.
El técnico del Roma, Eusebio Di Francesco, recuperó este martes a su líder defensivo, el argentino Federico Fazio, y a su referente ofensivo, Dzeko, que resultó decisivo con un gran gol al comienzo de la reanudación.
Por su parte, el Shakhtar llegó al Olímpico con un once de gran calidad técnica, con una línea de tres formada por los brasileños Taison Freda, Bernard Caldeira y Marlos Romero, este último naturalizado ucraniano.
El 2-1 de la ida, decidido por los goles del argentino Facundo Ferreyra y el brasileño Fred Rodrigues, le daba una importante ventaja a los visitantes aunque al Roma le valía un 1-0 a favor para sellar un pase a cuartos que le faltaba desde 2008.
El nerviosismo fue evidente en ambos conjuntos al comienzo del encuentro y la primera mitad estuvo caracterizada por muchos errores técnicos en fase de construcción de juego, lo que envió a las dos plantillas al descanso con el 0-0 en el marcador.
Tras un primer disparo central de Dzeko (m.1) que el portero ucraniano Andriy Pyatov detuvo sin problemas, el Shakhtar gestionó mejor la posesión del balón, aunque no logró crear peligros concretos y solo lo intentó con un disparo desde los 25 metros de Taison que se fue alto.
Pese a la grave dificultad mostrada en fase de salida de balón, el equipo del técnico portugués Paulo Fonseca se fue al vestuario tras los primeros 45 minutos con un resultado que le premiaba, aunque el equilibrio seguía siendo muy frágil.
Y de hecho, el Roma encaró la segunda mitad con más agresividad y logró aprovechar su primera oportunidad clara para romper la igualdad: el holandés Kevin Strootman dio un gran pase al hueco a Dzeko, que anticipó a Pyatov y le batió con el exterior de la pierna derecha (m.51).
Esa diana aumentó el entusiasmo de un Estadio Olímpico que estuvo a punto de celebrar otra diana apenas tres minutos después, de no desaprovechar el argentino Diego Perotti una gran ocasión al rematar central desde dentro del área tras una asistencia del belga Radja Nainggolan.
El Shakhtar subió su posición en busca de la igualada, pero le costó crear peligros concretos ante un Roma que se encerraba en defensa con orden y que aprovechaba los espacios al contragolpe para lanzar a Perotti y al brasileño Gerson Da Silva, que sustituyó al turco Cengiz Under.
Precisamente en una de esas transiciones ofensivas, Dzeko iba a encarar a Pyatov en un mano a mano y el defensa ucraniano Ivan Ordets le derribó a unos 20 metros de la portería; el colegiado, el español Undiano Mallenco le expulsó con roja directa.
Esa expulsión hizo perder lucidez a los ucranianos y Ferreyra fue protagonista de un gesto muy feo, al empujar a un recogepelotas y al hacerle caer detrás de los carteles de la publicidad; sin embargo, el árbitro solo castigó al delantero argentino con la tarjeta amarilla.
Tras esa ocasión, el Roma no quiso atacar en los últimos minutos y prefirió dejar el balón a sus rivales para defenderse y esperar el pitido final.
Tuvieron que sufrir hasta el final los romanos, ante un Shakhtar que atacó con gran compromiso y que llegó a lanzar un centro peligroso desde la banda izquierda tras una gran jugada personal de Taison, aunque ninguno de sus compañeros logró rematarlo.
Así, tras cuatro minutos de tiempo añadido, el Roma pudo celebrar un triunfo que le permitirá volver a disputar un cuarto de final diez años después de la última vez.