Narraciones Históricas Contemporáneas-XI: General en Jefe Manuel Carlos Piar
Su nombre completo es Manuel Carlos María Francisco Piar, General en Jefe del ejercito republicano, caso único en la historia, ascendido por la propia tropa, grado que se vio obligado el Libertador a reconocerle, Manuel Carlos Piar, se ha convertido en un enigma en lo tocante a su nacimiento y a la verdadera razón de su ajusticiamiento en la cúspide de su carrera militar, lleno de gloria, que de las 24 batallas realizadas contra los realistas apenas había sido derrotado en una, de allí el silencio que han mantenido la mayoría de los historiadores sobre las investigaciones que han podido hacer al respecto, actitud quizás derivada del hecho que al salir a flote toda la verdad, podría empañar la imagen del Libertador, dado las implicaciones tanto familiar como profesional, salvo Bartolomé Tavera Acosta y Francisco Herrera Luque, la versión oficial sobre los padres de Manuel Carlos Piar es que era hijo del canario Fernando Piar y de la mulata María Gómez, sin embargo hay otras tres versiones, donde en las misma se identifica como su verdadera madre a una mantuana venezolana de gran abolengo llamada Soledad Belén Xerez de Aristiguetta, conocida en la más alta sociedad caraqueña como una de las nueve musas Aristiguetta, por la bellezas de esas hermanas, de las otras versiones mantenidas por diferentes historiadores se sostiene siempre que Manuel Carlos Piar, su verdadera madre era Belén Xerez de Aristiguetta y que el padre pudo haber sido Don Vicente Bolívar Ponte padre del Libertador, Don Marcos Rivas Betancourt padre del General José Félix Rivas ( incluso Rivas en una oportunidad en Cumaná le manifestó a Piar, ”Soy tu hermano por parte de mi padre y antes de morir me encomendó que velara por ti, por lo tanto cuenta siempre conmigo” ( Manuel Piar, caudillo de dos colores de Francisco Herrera Luque), o el príncipe José Francisco de Braganza, príncipe heredero de la corona portuguesa de paso por Caracas para la época y asiduo contertulio de la familia Xerez Aristiguetta, sin embargo todo apunta que Piar era el medio hermano de Simón Bolívar, de allí se desprende el odio que Bolívar siempre demostró hacia Piar, y la expresión en el momento del fusilamiento al oír la descarga de los fusiles. “He derramado mi propia sangre”, comentario sostenido por el propio Almirante Luis Brión, quién fungió como presidente de La Corte Marcial que juzgo a Piar. En las investigaciones efectuadas tanto por Francisco Herrera Luque como por Bartolomé Tavera Acosta se determina que fue precisamente para evitar el gran escándalo social que estallaría en aquella sociedad mantuana, que el niño nacido precisamente en un convento donde habían recluido a Soledad Belén. fue entregado a un marino canario Capitán de una embarcación que traficaba entre la Guaira y Curazao, (Ligado por vínculos de sangre a la familia Aristiguetta) llamado Fernando Piar y criado en esa isla por la mujer de éste, María Gómez, una mulata residenciada en Curazao.
Todos los que conocieron a Manuel Carlos Piar, coincidían en describirlo como una persona más alta que bajo, blanco con pecas, de nariz perfilada, de ojos azules, pelo liso ondeado rubio, de porte y modales regios, lo que lo aleja totalmente de ser un mestizo, un mulato como solía llamarlo en ausencia Bolívar al dirigirse a él, dos situaciones son claras en el antagonismo que demostraba Bolívar contra Piar, por un lado la posible certeza que fuera su medio hermano y la envidia que se desprendía de la gran habilidad militar de Manuel Piar considerado imbatible tanto en la planificación como en los combates donde luchaba al frente y al lado de sus hombres que lo adoraban, en las marchas solía acompañar caminando a la infantería no demostrando nunca cansancio, de allí que fueran sus propias tropas, caso único en la historia de Venezuela que lo elevaran al grado de General en Jefe, el ejercito de Piar a través de los años de lucha fue modelado y formado por él, formado totalmente por orientales, con los cuales convivía día a día compartiendo alegrías y penurias convirtiéndose en un verdadero líder de su tropa, la descripción física que históricamente se ha hecho de Piar, lo aleja totalmente de haber sido hijo de una mulata casi negra, tomando en cuenta lo dominante de los genes de la raza negra, otro detalle es la hija que tuvo de su matrimonio, descrita de fisonomía igual a Piar, de rasgos totalmente de gente de raza blanca caucásica y para sumar algo mas en cuanto a no ser mulato Carlos Manuel Piar, se casa en Curazao con una dama holandesa, matrimonio celebrado en la propia residencia del Gobernador, ambos casos imposibles de llevarse a cabo de haber sido Piar hijo de una mulata, dado a la rigidez de las leyes de raza existentes para la época, de hecho Fernando Piar al ser canario nunca pudo casarse con la mulata María Gómez, por la condición racial de esta.
El General en Jefe Manuel Carlos Piar, en el juicio que se le siguió fue acusado por los delitos de insubordinación, sedición, deserción y conspiración, ahora bien, analizando varios hechos y siempre apegado a razonamientos de reputados historiadores como las ya nombrados, es de conocimiento general que a Simón Bolívar si algo le contrariaba y enardecía era que no estuviesen de acuerdo con él siempre, y quizás también esto influía en su animosidad contra Piar, quien en muchas veces lo contradecía, pero hay dos hechos históricos que han de descartar por completo la insubordinación, el primero, es que en Barcelona en una junta de altos oficiales, es precisamente la voz y la determinación de Piar y su ascendencia sobre las tropas la que se impone para que Bolívar sea reconocido como Comandante en Jefe de los ejércitos y el segundo es precisamente en Angostura, después de la célebre batalla de San Félix que asegura la región sur a la causa republicana y donde Piar se había cubierto de gloria al vencer a los realistas, es Piar quien le solicita a Bolívar que venga a Angostura y allí en el apogeo de su victoria, formando el ejercito le hace entrega de este al Libertador, pero Bolívar posteriormente al asegurarse la autoridad, deja sin mando a Piar y lo confina a las Misiones de Guayana como un simple administrador de las haciendas que allí tenían los Misioneros. Acción por demás infame, retribuyéndole sus gestos de nobleza y subordinación de mando por algo que en realidad causo asombro entre la oficialidad y que no podía ser justificada con ninguna acusación de insubordinación.
No se le podía acusar de desertor, por cuanto al verse postergado de mando y ante la insistencia de sus oficiales que lo apoyaban abiertamente para que viniera a recuperar este, prefirió en bien de la unidad solicitarle al Libertador en un gran acto de nobleza la baja, quien de inmediato se la concedió sin siquiera consultarlo con el Estado Mayor y con ella le otorgó un Salvoconducto para que se trasladara a cualquier parte de Venezuela, cuando fue arrestado por el General Cedeño bajo engaño en Aragua de Maturín, estaba vestido de civil y solo acompañado de dos sirvientes, mal entonces podía ser un desertor, quien poseía una baja del ejercito y un salvoconducto firmado por el jefe supremo, el propio Simón Bolívar, ¿Cómo entonces lo acusa de deserción?
Descartadas históricamente tanto las acusaciones de insubordinación y deserción por todo lo ya descrito, de igual manera quedan sin lugar las acusaciones de sedición y conspiración, ¿Cómo se puede pensar que Piar estuviese conspirando contra la autoridad del Libertador, si en Barcelona un año antes hizo reconocer la autoridad de Bolívar ante todos los altos mandos allí reunidos y no hubiera tenido necesidad de conspirar contra él, ya que le hubiera bastado no llamarlo a Angostura una vez finalizada la Batalla de San Félix o en todo caso no haberle hecho entrega en forma tan espontanea del mando de las tropas en contra de la opinión y el deseo de sus propios oficiales, de todo esto se desprende la animosidad de Bolívar contra Piar y en la pretensión de ver en este glorioso, admirado y querido general por sus tropas un rival en potencia y que a pesar de que le había concedido la baja, quizás pensaba que era mejor eliminarlo y que mejor manera que hacerlo a través de ese juicio, donde se determina históricamente que casi todos los testigos presentados declararon a favor de Piar, este acto del fusilamiento de Piar de no haber sido por las tropas que había traído José Francisco Bermúdez y que era enemigo de Piar, se hubiera presentado ese día un levantamiento tanto de la población como de los soldados de la tropa de Piar. Esa misma noche centenares desertaron para no estar bajo el mando del Libertador. La enemistad de José Francisco Bermúdez contra Piar, se remonta a la célebre campaña de oriente, en Maturín en marzo de 1813 después de haber sido arrebatado a los realistas la ciudad de Maturín por Bernardo Bermúdez (hermano de José Francisco) y Piar, al ser de nuevo sitiada esta ciudad por grandes fuerzas realistas y ante la ambigüedad y dilación que presentaba Bernardo Bermúdez para hacerle frente a los realistas, Piar en un acto de audacia le arrebata el mando, ataca con denuedo y rapidez derrotando totalmente a los realistas-
Al ser acusado Piar por los delitos antes mencionados y formarse la Corte Marcial que lo ha de juzgar, Piar elige como su defensor al Capitán Fernando Galindo, quien por su condición de godo también adversaba al General en Jefe Manuel Carlos Piar, pero una vez que se entrevistó con este, oyó sus versiones de los hechos y examinara documentos relativos a lo que se debatía, quedó convencido de su total inocencia de los delitos que lo acusaba el Libertador, (El Capitán Galindo era primo de Simón Bolívar), de allí que termina la defensa de Piar con una brillante página, que a pesar que la mayoría de las actas de ese juicio se perdieron, esta se conserva aún.
Así termina el Capitán Fernando Galindo, la defensa de Carlos Manuel Piar:
¿Cómo acusar al General en Jefe Carlos Manuel Piar, de delitos tan graves como los insubordinación, sedición, conspiración y deserción, abnegado combatiente republicano que de una rutilante carrera militar en pocos años de 24 batallas emprendidas contra las fuerzas realistas apenas una le ha sido adversa, culminando con la brillante batalla de San Félix donde derrotó totalmente al ejército español al mando de un veterano militar como es el General Miguel de la Torre y Pando, segundo del General Morillo, jefe del ejercito expedicionario español en Venezuela, batalla donde se aseguró la independencia de toda Guayana, que ha demostrado en diferentes ocasiones su fidelidad a la patria y al Libertador Simón Bolívar, con franqueza total clamo ante esta Corte Marcial, que es para mí un gran enigma increíble que el General en Jefe Piar sea fiel y traidor a la vez, subordinado y no obediente, sumiso a la autoridad suprema y a la vez sedicioso, la prueba más elocuente de la inocencia del General en Jefe Manuel Carlos Piar, es que el año pasado en la ciudad de Barcelona, se opuso rotundamente ante los Generales que pretendían no reconocer la autoridad suprema del Libertador y fue su posición a ultranza la que prevaleció, de igual manera, un General que acaba de terminar una batalla donde se llena de gloria como ha sido en San Félix, al frente de un ejército victorioso que lo ha seguido por años, le ordena públicamente al señor Intendente Zea, que salga de inmediato en busca del Libertador para que venga a Angostura a hacerse cargo de la jefatura suprema del victorioso ejercito republicano y en presencia pública y ante la formación de todo su ejército le hace entrega del mando al Libertador Simón Bolívar en contra de la voluntad de sus oficiales, si el General en Jefe Manuel Carlos Piar, fuera un traidor, sedicioso o conspirador, no hubiera obrado como lo hizo en Barcelona y mucho menos como lo ha hecho con tanta abnegación aquí en Angostura. Desertor, no puede ser desertor quien solicita formalmente la baja del servicio y la obtiene firmada por el jefe supremo además de un salvo conducto para trasladarse a cualquier parte de Venezuela.
Por lo tanto señores de esta Corte Marcial, solicito que mi defendido el General en Jefe Manuel Carlos Piar sea declarado Inocente de todos los cargos que en su contra se han formulado, no hay pruebas en contrario ni testigos que lo acusen.
Sin embargo a pesar de todas las pruebas presentadas por el Capitán Fernando Galindo, (muerto en el sitio del Rincón de los toros) Piar fue declarado culpable y condenado a muerte, condena que mucho antes de dictarse era del conocimiento público que así sería, no podemos olvidar que Simón Bolívar, no era ningún dios, ni ser sobre natural, era solo un hombre, un gran mantuano, que no quería ni aceptaba a nadie que le hiciera sombra y Carlos Manuel Piar era un General demasiado amado por el ejército y un imbatible soldado, la gloria, la fogosidad en el combate y la grandeza de Piar no solo le hacía sombra a Bolívar sino a muchos otros generales. En Angostura pierde la república uno de sus mejores generales.
Es el propio Perú De La Croix, un oficial francés quien había venido desde su patria a incorporarse a las tropas republicanas, quien en su Diario de Bucaramanga escribe lo que Bolívar le relato en la ciudad de Bucaramanga donde espera las noticias de la llamada Convención de Ocaña, “ Todos estos generales son hombres recios y firmes, difíciles pero al final son todos manejables, lo de Piar es diferente, es un hombre que parece que nació para no tener jefe, yo le estuve midiendo su odio y entendí perfectamente que había que acecharlo y tenderle una trampa como si fuera un perro con mal de rabia y como me propuse no solte los hilos hasta verlo ante el pelotón de fusilamiento” (Diario de Bucaramanga de Perú De La Croix)
Manuel Carlos Piar regresa a Angostura en calidad de arrestado, confiado en el mensaje que le trasmitió el General Cedeño de parte del Libertador, al decirle, “Mi General hay estos cargos contra usted, El Libertador quiere hacerle un juicio donde el tribunal estará presidido por su amigo el Almirante Luis Brión, a los fines de absolverlo y luego nombrarlo segundo en el mando supremo”, en dos palabras que Cedeño fue cómplice en la conjura contra Piar.
Como novel historiador, aspiro que más temprano que tarde se habrá de saber históricamente toda la verdad sobre la vida de este gran general republicano que le dio tanto brillo en su corta carrera a la guerra independentista, porque llama poderosamente la atención que por los cargos que fue condenado Piar, esos mismos delitos los cometieron Arismendi, José Francisco Bermúdez, José Tadeo Monagas. José Félix Rivas y Mariño y siempre fueron perdonados por el Libertador, nunca acusados, queda entonces la duda ¿Por qué entonces a Piar?
BIBIOGRAFÍA CONSULTADA:
Anales de Guayana Bartolomé Tavera Acosta
Manuel Piar, caudillo de dos colores Francisco Herrera Luque
Batallas de Venezuela—1810 —1824 Edgar Esteves González
Los Orientales Francisco García Tosta
Historia de Venezuela José Manuel Siso Martínez
Historias Bolivarianas Eloy G. González
Francisco de Miranda Ricardo Carrasco
Diario de Bucaramanga Perú De La Croix