Las series de TV sobre medicina pueden crear falsas expectativas en pacientes
Series de televisión sobre hospitales, como la popular «Anatomía de Grey», pueden crear falsas espectativas en pacientes que reciben tratamientos traumatológicos, según revela un estudio publicado en la revista online Trauma Surgery & Acute Care Open (TSACO).
La investigación, desarrollada por expertos del Saint Joseph’s Hospital and Medical Center de Phoenix, en Arizona (EE.UU.), sostiene que, en ocasiones, los guiones televisivos pueden generar visiones «poco realistas» sobre, por ejemplo, la rapidez en la recuperación de enfermos con heridas graves provocadas por accidentes.
Estas espectativas irreales sobre la sanidad pueden tener una gran importancia en los procesos de evaluación del nivel de satisfacción del paciente con los cuidados, pues su opinión influye en los controles de calidad y en la relación entre salario y rendimiento de los profesionales, apuntan los autores del trabajo.
Muchos de estos programas de televisión, dicen, se esfuerzan por ofrecer tramas tan auténticas como sea posible, pero las limitaciones de tiempo del formato y la necesidad de mantener al espectador enganchado llevan a los guionistas a plantear situaciones «poco realistas».
Para estudiar su impacto, los expertos compararon los casos de 290 pacientes ficticios en 269 episodios de las primeras doce temporadas de la serie estadounidense «Anatomía de Grey» con los de 4.812 pacientes reales con lesiones traumáticas, obtenidos del Banco de Datos Nacional sobre Trauma de 2012.
Realidad ficcionada
Constataron que la tasa de mortalidad era tres veces más alta en el programa de televisión que en la vida real, un 22 % frente al 7 %, respectivamente.
Asimismo, observaron que la mayoría de los pacientes de «Anatomía de Grey», el 71 %, que llegaron a los servicios de emergencia fueron conducidos inmediatamente a la sala de operaciones, mientras que el 25 % fue sometido a cirugía en la vida real.
Entre aquellos que sobrevivieron a un accidente grave en la serie, solo el 6 % fue trasladado a una unidad de cuidados de largo plazo, frente al 22 % de pacientes de la base de datos que recibe este tipo de tratamiento.
En torno a la mitad de este último grupo permanece menos de una semana ingresado, frente al 20 % de pacientes televisivos que debe quedarse en el hospital para recuperarse de heridas graves.
«El intento por mantener un equilibro entre una presentación realista y una dramática puede, de hecho, generar una percepción sesgada de la realidad entre los televidentes», advierten los autores.
En este sentido, señalan, las marcadas diferencias que existen entre las «expectativas del paciente y la realidad» pueden contribuir «a rebajar los niveles de satisfacción».