“Holocausto Caníbal”, el fraude cinematográfico que el mundo nunca olvidará
Holocausto caníbal es una controversial producción cinematográfica, estrenada en el año 1980 por el director Ruggero Deodato, en coproducción con casas productoras de Italia y Colombia. Se filmó en la selva amazónica colombiana y muestra la historia de Monroe, un antropólogo que viaja al corazón del Amazonas en búsqueda de cuatro reporteros desaparecidos meses antes, tras desplazarse hasta el denominado “Infierno Verde”, dispuestos a rodar un reportaje sobre los supuestos comportamientos antropófagos de las tribus locales.
El personaje protagónico se gana la confianza de la tribu y estos le entregan las grabaciones de video, que el grupo de reporteros llevó a cabo mientras estuvieron en la selva. Lo que Monroe nunca imaginó es que al revelar el contenido de la cinta descubriría una dantesca historia de horror, sangre y muerte.
Las grabaciones mostraban la violación de una indígena virgen, posteriormente la joven nativa es grabada mientras aparece empalada en un tronco, explicando que los nativos la habían matado como parte de un «oscuro ritual sexual». Seguidamente, los jóvenes son atacados por los caníbales de la tribu Yanomami y, finalmente, asesinados. Otro de los reporteros es atravesado por una lanza, decapitado, desmembrado, cocinado y comido, la única mujer del grupo es Faye, la cual es violada, asesinada a golpes y decapitada; los dos restantes, Alan y Mark, comienzan a correr. La filmación termina cuando los jóvenes caen y son atacados por los indígenas.
El mismo día del estreno, sobre la película en Italia recayó la sospecha de tratarse de una auténtica snuff movie, en la que los cuatro reporteros perdieron realmente la vida en la selva amazónica. Deodato, sin duda alguna, no era ajeno a dicha polémica. Todo lo contrario: su intención al rodar una película como Holocausto Canibal siempre fue conseguir que el público creyera que todo el horror que estaba contemplando en la pantalla era real, que todo lo que cuenta «Holocausto Caníbal» ocurrió realmente. A ello contribuía el estilo de falso documental.
En España, la revista Interviú publicó un artículo en el que se presentaba la película como si fuera un documental real, a esto se sumó que el director de la película hizo firmar a los cuatro actores que interpretaban a los reporteros, un contrato en el que se comprometían a no aparecer en ningún medio público durante el año posterior al estreno del largometraje.
La reacción de la sociedad italiana tras el estreno de «Holocausto Canibal» fue, prácticamente, inmediata: la película fue retirada de las salas de cine.
Cuando la justicia tomó cartas en el asunto, Deodato no tuvo más remedio que acudir a un programa televisivo y mostrar al público sus cuatro protagonistas vivos. Aunque al intentar demostrar ante las cámaras el trucaje que se escondía tras la famosa secuencia de la indígena empalada, no convenció a nadie, lo cual, unido al hecho de que la chica en cuestión jamás apareció ante los medios de comunicación, provocó que las dudas ante la veracidad de las imágenes de «Holocausto Canibal» persistieran en algunos sectores.
Una vez despejada la duda de la integridad de sus protagonistas, el largometraje tuvo la oportunidad de continuar su carrera comercial, con resultados más que aceptables.
«Holocausto Caníbal» fue prohibida en cincuenta países, y catalogada como un verdadero fraude cinematográfico, mediante el cual su creador intentó vender una película ficticia como un verdadero documental.