¡Los mejores Deseos para un Feliz Año Nuevo!
Aún si después de todo no tenemos muchas razones para creer que el 2016 será de hecho mejor que el 2027: Trump culmina el año mucho más fuerte de como lo comenzó; los nacionalismos ahora se están difundiendo por todos lados, desde Japón hasta Chima, el Reino Unido, las Filipinas, India, Turquía, Rusia, Hungría, Polonia, República Checa, República Eslovaca y de allí en adelante. El conflicto sirio, con 400.000 muertos y seis millones de personas forzadas a huir, todavía no se acerca a su fin; los países árabes se están acercando cada vez más a un momento de confrontación, la cuestión palestina sigue estando sin solución; hay muchos conflictos desde Yemen hasta Rohyngoa; en fin una enorme cantidad de dinero se está gastando en armamentos, que ahora o después deberán utilizarse.
Pero es precisamente por ello que debemos realizar cada esfuerzo posible para impulsar los valores que hoy en día hn pasado de moda, como la paz, la cooperación, la justicia social, la participación, los bienes comunes. Sin valores comunes los intereses individuales se convertirán en la base de nuestro mundo y los intereses levan necesariamente a la competencia, no han sido hechos para llevar la paz.
Un sociólogo japonés publicó un estudio muy interesante que demuestra que ateniéndose a la historia, no se puede jugar a una generación aislada de lo antes a lo después, ya que ella recibe valores y visiones de la que precede y también deja su marca en la que le sigue.
Pues bien, mi generación ha descubierto que las guerras son inútiles, cosa que nuestros padres también decían.
Mi generación quería mejorar el mundo. Nosotros habíamos creído en cualquier tipo de utopía, que fuese de izquierda o de derecha. Luego, en 1989, el mundo cambió de dirección. Estamos todos adiestrados para el individualismo, el éxito personal, la competencia, los mercados han sido colocados al centro de la sociedad, las finanzas han sido desconectadas de la producción y de los mercados. Del mismo modo se ha formado una generación después de nosotros. Del 1989 al 2009, cuando el miedo ingresó en nuestro mundo por la vía de la crisis financiera, del terrorismo, de las migraciones que hemos provocado precisamente nosotros con las invasiones en Irak, Libia, Siria, Yemen, miedo mediante la preponderancia de la corrupción en América Latina, de la crisis de la democracia y la aparición de personajes inauditos como Trump, miedo debido a la carencia de oportunidad para los jóvenes, y podríamos continuar.
Hemos pasado de la cultura de la codicia a aquella del miedo, hasta combinarlas a ambas, cosa que según los historiadores es una mezcla muy peligrosa. En el entretiempo, nuestras utopías se han convertido en sueños utópicos.
Por un momento, he actuado como sociólogo para decir que nuestra generación debe hacer algo más. Es importante, en este proceso inter-generacional , seguir creyendo los valores, no los mercados están en la base de la sociedad, Nuestro éxito será haber dejado algo de herencia, y es precisamente eso lo que me tiene ocupado.
Como regalo para el año nuevo, les cuenta una pequeña historia del Sri Lanka (Ceilán) del siglo VI.
En un pueblito, un joven arquero cada noche disparaba flechas a las estrellas. Todo el pueblito se reía de él diciendo que era un idiota, que nunca habría llegado a las estrellas porque estaban demasiado lejos.
Un día, el rey convocó una competencia de tiro al arco y el joven ganó propiamente porque fue quien logró lanzar la flecha más lejos.
Feliz Año!
Traducción: Carlos Armando Figueredo