El Osama Bin Laden que ‘cuida’ urbanización bogotana
«¿Quién es ese loco?”, pregunta un transeúnte del centro de Bogotá (Colombia) a su amigo mientras lo observan de reojo. El “Osama Bin Laden” colombiano, el “guardián del barrio (urbanización) Santa Fe”, afirma el acompañante. Hace más de 15 años llegó a Bogotá, es de Cali, andariego y saluda, en su islam recóndito, “salam malecum” a quien se le acerque. Es consciente que no está en Arabia Saudita, sino en una de las zonas más tradicionales de la capital colombiana.
No es el hijo de un jeque, no se esconde de mercenarios, no fue entrenado por la CIA, tampoco tiene cuatro esposas ni mucho menos es el terrorista más buscado del mundo. Es un colombiano, de esos recursivos que aprovechó su fisionomía para ganarse la vida como “Osama Bin Laden”.
Se trata de Hichster Londoño Hasmet, personaje que después del 9/11 decidió dejarse crecer la barba y personificar a Osama Bin Laden. Cuenta que su aspecto cambió desde que vio una fotografía del terrorista en los medios de comunicación.
“Me decían el hijo de Osama Bin Laden. Me lo creí tanto que busqué una fotografía en Internet y ahora cada vez que se me daña la foto la imprimo de nuevo para poder demostrar el parecido”.
Su misión, como él mismo lo recalca con plena seguridad, “es custodiar las calles del barrio Santa Fe, allí se mueve dinero, placer y delincuencia”. El vecindario que lo arropa es cordial, dice Yolanda Ortíz, residente del sector, que aunque no se acuerda del Osama original, reconoce a Hasmet por su valentía al salvarla de un malhechor que pretendía robarla.
“Muchos se han asustado porque piensan que las armas son de verdad. Otros entre chanzas, me preguntan que pa’ cuándo el atentado al Capitolio”.
Hasmet vive en una pequeña habitación y a diario sale al rebusque para poder pagarla. “Yo vivo de la caridad de las personas, de cuidar carros, llevar y hacer mandados, vigilar las calles. No permito que roben en el Santa Fe”. Mientras el original se escondía de los estadounidenses, el “guardían del Santa Fe” responde que a los gringos ahora les canta en su tour por el barrio.
Su vestido es interesante: en su cabeza un turbante blanco, unas gafas para las fotos, un chaquetón militar para el frío y unas botas desgastadas para sus andanzas. Tiene dos armas, una referente al fusil AK-47 del Osama original y otra que se asemeja a un arma del famoso juego “Halo 2”.
En un mundo de disfraces y personificaciones recurrentes, tratar de imitar un personaje más que hacerle una apología al delito; es denotar una personalidad y transmitir imaginarios sociales.
En cuanto al verdadero Osama Bin Laden, fue dado de baja por el gobierno de Barack Obama en una operación realizada en mayo de 2011 en la ciudad de Abbottabad, en Pakistán.