Montañista de Mérida venció el cáncer pero no pudo coronar de nuevo la cumbre
Nora Sánchez / Mérida
@norasan16
El domingo 5 de noviembre en horas de la tarde la noticia de dos montañistas divisados en la cara norte del pico Bolívar de Mérida y la confirmación de su deceso, hizo romper en llanto a América Sánchez Dávila, única hija del andinista Jesús María Sánchez García, quien a sus 64 años de edad pudo vencer un cáncer, pero en esta excursión no pudo coronar la cumbre de su amado pico Bolívar.
América, aún sollozando pero con una serenidad producida, quizás porque siente que su padre «murió como quería», relató que Jesús era montañista desde hace más de 50 años.
El experto andinista provenía de una familia campesina y sus primeros años los vivió en la montaña, “de allí su amor por la naturaleza, él estaba plenamente enamorado de la Sierra Nevada de Mérida”, aseguró su hija.
Como un veterano y hombre pionero en la excusión en Mérida describió América a su padre, quien falleció a más de 4.900 metros sobre el nivel del mar (msnm) a raíz de los politraumatismos generados por la caída desde una pendiente de 165 metros de profundidad, en uno de los sectores más peligrosos del pico Bolívar.
“Muchas veces había escalado esa cara y coronado la cumbre del Bolívar, él hizo esa ruta desde adolescente por pasión y lo eligió como oficio, era guía de montaña y en su agencia dedicada al turismo de aventura, dirigió a cientos de personas, todas sus excursiones fueron exitosas”, narró América al tiempo que expresó: “Son cosas que pasan”.
Durante sus años como alpinista, Jesús Sánchez sufrió varios accidentes en su oficio.
América recuerda que en su juventud se cayó y se partió una pierna en la torre Cóndor y pese a eso, “siguió escalando porque era su pasión, vivía para hacer excursionismo”, resaltó.
Jesús Sánchez, a sus 64 años de edad, se sentía orgulloso de seguir escalando, así lo manifestó su hija quien recuerda las palabras de su padre, «lo voy a hacer hasta el día de mi muerte y murió haciéndolo”.
El Bolívar era su sueño
Mientras esperaba noticias del rescate del cuerpo de su padre, América Sánchez dijo casi con un viso de resignación que su padre murió en la cara norte del pico Bolívar, sector que siempre fue su sueño por la dificultad que tiene de escalar y por lo que representa para un montañista.
“Él hablaba todo el tiempo de la cara norte del Bolívar, pareciera que se cumplió su deseo, salió victorioso del cáncer de estómago y parece que esa enfermedad no fue batalla para él porque la superó con facilidad, a Dios gracias”, dijo América para casi certificar que el destino de su padre era morir en la montaña como él quería.
Sabiendo ya que su padre había muerto escalando la cara norte del pico Bolívar, América recordó frases como “si en algún momento como montañista me llega a suceder algo, muero feliz, porque muero en mi montaña” a los que ella le sumó la certeza de que Jesús Sánchez murió haciendo lo que le gustaba y apasionaba.
Nos vemos el lunes…
La excursión planificada por Jesús Sánchez estaba prevista para el viernes 3 de noviembre y ese día no pudieron ascender a la montaña por algunas restricciones en el teleférico.
En virtud de ello Jesús, quien residía en San Rafael de Tabay, municipio Santos Marquina, decidió llamar a su hija América, quien vive en la ciudad de Mérida para pedirle posada por esa noche, ya que el sábado saldría bien temprano a la excursión.
“Y así fue, esa noche cenó en la casa y al día siguiente nos despedimos, me dijo: nos vemos el lunes, porque originalmente llegaba el lunes”, dijo América recordando los últimos momentos con su padre.
El lunes 6 de noviembre cerca de las 6:30 de la tarde a las puertas del teleférico “Mukumbarí” y tras más de 12 horas de labores para rescatar de la montaña a los excursionistas, América recibió el cuerpo de su padre de manos de un equipo multidisciplinario que también sintió dolor por la pérdida de un hombre pionero del andinismo en Mérida y una joven futuro prometedor de este apasionante oficio.
A Yusmayra “le encantaba la montaña”
Yusmayra Trejo Rivas, de 22 años de edad, fue la otra víctima de los riesgos que se corren al escalar la cara norte del pico Bolívar, ella murió junto a su amigo Jesús Sánchez.
Sobre ella, América recuerda que su padre le comentaba que la joven era apasionada del montañismo. “Quería que papá fuera como su mentor, que le enseñara la ruta y desde hacia tiempo escuchaba que le decía que quería conocer la ruta, finalmente le pusieron fecha a la excursión y lo hicieron con el final que ya todos conocemos”, lamentó.
La joven, ingeniero Forestal egresada de la Universidad de Los Andes (ULA), era bombera forestal voluntaria en el cuerpo de Bomberos ULA, residía en Mucurubá, municipio Rangel del estado Mérida.
Una vez recibió el cuerpo, Omaira Rivas, su mamá, muy entristecida, comentó: “Yusmayra era una niña muy emprendedora, fanática a la montaña, le encantaba la montaña, salir de excursión”.
Recuerda que Yusmayra fue muy colaboradora con Jesús Sánchez, así como con los bomberos, donde “enseñó a los muchachos la escalada, las cuerdas, cosa que a ella le gustaba mucho”.
Omaira Rivas desconoce con exactitud cómo murió su hija, sólo sabe que otros excursionistas “que iban detrás de ellos no rescataron las cuerdas que habían dejado para seguir escalando y miraron a la profundidad y los vieron abajo”.
Por lo poco que sabe Omaira del deceso de su hija y de Jesús Sánchez quizás fue una fuerte brisa en la zona la que los desequilibró y cayeron por una pendiente escarpada de aproximadamente 165 metros de profundidad.
Reconoció que su hija y Jesús Sánchez eran dos personas con experiencia en la escalada de montaña.
En este trágico evento un grupo de más de 150 hombres y mujeres integrantes de organismos de rescate y salvamento, así como de grupos de voluntarios, trabajaron desde el domingo en medio del luto que generó el deceso de dos compañeros y de las condiciones climáticas adversas, para entregarle los cuerpos a sus deudos.
América Sánchez Dávila agradeció a cada una de las personas que participaron en el rescate y destacó la noble labor que realizan a diario.
La muerte de Jesús Sánchez y Ysumayra Trejo es otro de esos tantos accidentes que ocurren en la Sierra Nevada del estado Mérida conformada por los picos Bolívar, Humboldt, Bompland, La Concha, El Toro, El León y Mucuñuque.
Uno de los más trágicos y recordados es el ocurrido hace 17 años en el pico Humboldt, en el que cinco andinistas murieron cuando escalando sorpresivamente fueron tapiados por un alud de nieve.
