Wonder Woman y la exitosa visibilización del cine de mujeres
Martha Escalona Zerpa
Especial para Analítica.com desde Berlín
Escribimos el año número 17 del Siglo XXI y aún no hemos logrado alcanzar la igualdad de derechos laborales, sociales, económicos y políticos para las mujeres en ningún lugar de nuestro diminuto planeta tierra. Tampoco en el área del cine y de la television se observa un verdadero avance a la superación de roles tradicionales que desempeñan actrices. Así mismo hay muy poca representación de mujeres como directoras, guionistas o compositoras en el mundo del espectáculo.
Hollywood no es una excepción. Sólo 1.9% de las películas estrenadas en 2014 fueron dirigidas por mujeres, y tan solo 11.2% de los guiones fueron escritos por mujeres.
Tanto en la visibilización de ésta situación como en su transformación progresiva se encuentran a la cabeza actrices como Meryl Streep, Nicole Kidmann, Jessica Chastain, Sofía Coppola, Angelina Jolie, Scarlet Johansson, Jane Fonda y Patty Jenkins por nombrar algunas de las caras más conocidas en el cine internacional.
Y ahora, desde hace pocas semanas continúa haciendo furor en casi todos los cines del mundo (a excepción de Tunesia y El Libano) la película Wonder Woman (Mujer Maravilla) dirigida por Patty Jenkis, la cual ha roto con todo tipo de pronósticos, convirtiéndose así en la película más exitosa dirigida por una mujer y actuada por una mujer en la larga historia del cine norteamericano.
Ni siquiera la propia compañía productora Warner Bros esperaba las ganancias que ha obtenido con ésta película. Un éxito poco esperado, por decir así, con un costo de producción de 120 millones de dólares. Tan sólo en Estados Unidos Wonder Woman recaudó 100,5 de dólares en el primer fin de semana.
Hasta 2017 el récord de ventas lo había mantenido la película Mamma Mía (2008), el musical de Abba protagonizado por Meryl Streep y dirigido por Phyllida Lloyd, que amasó 609.8 millones de dólares alrededor del mundo.
En contraposición a Wonder Woman las producciones Man of Steel, Batman v. Superman y Suicide Squad en manos de hombres directores fueron verdaderos fiascos de taquilla.
Su directora Patty Jenkins ya comenzó a hacerse un nombre con su fulminante película Monster (2004), en la cual Charlize Theron, transfigurada completamente en su rol, recibió no solo el Oso de Plata durante la Berlinale de ese año, sino el Globo de Oro y el Oscar, entre otros reconocimientos.
Vale mencionar también que la actriz israelita Gal Gadot, conocida por la saga Fast and Furious (Rápido y Furioso) haya tenido una representación tan bien lograda de su carismático e inteligente personaje de heroína del olimpo Diana Prince.
Sin embargo, la diosa-amazónica Diana Prince es una mujer inmersa en un mundo de hombres, con una inteligencia superior y con competencias emocionales y comunicativas más elevadas que sus cuatro acompañantes masculinos, compañeros de lucha. Y se diferencia esencialmente de su predecesora Linda Carter (como Mujer Maravilla en la serie de televisión de 1975-1979) por su fina ironía y acucioso uso del lenguaje.
Muy probablemente el éxito de Wonder Woman no solamente se debe por ser la mejor película de superhéroes del universo DC desde la trilogía Nolan, sino sobre todo por que es una muestra de excelente cine con un inteligente guión contenedor de elementos drámaticos y de contenido, de acción, aventura, heroísmo, feminismo, mitología, ecología y humor.
Además, y ésto es importante y revolucionador, Wonder Woman trata de vencer los clichés con una heroína que, a diferencia de la amargura y frustración de Batman y Superman, se erige como un personaje heroico poderoso pero no omnipotente, justo y optimista. Y por ello son aceptables los miles de puñetazos y los escandilantes rayos que caen del cielo.
Wonder Woman significa un triunfo para el cine de mujeres, en el que una mujer interpreta el personaje protagónico más allá de los usuales clichés. No importa haber esperado 76 años después de que apareciera la historieta, ni tampoco muchos años después que sus colegas masculinos Superman, Batman, Iron Mann, Aquaman, Ant-Man o incluso Hulk hayan tratado de establecer el bien, vencer el gran potencial autoagresivo, sus complejos y dobles identidades sin haberlo conseguido.
Lo cierto es que será muy probable que Patty Jernkis vuelva a dirigir muchas otras películas, con o sin Gal Gadot, y que volverá a la pantalla con una segunda entrega de Wonder Woman después de que Diana Prince supere su duelo de amor por perder a su galán Steve Trevor (Chris Pine) pulverisado en el cielo después de una explosión con gases letales. Y quizás, también vencidos los militares Nazis.
https://youtu.be/DYhqqzo2xOI
