El reloj de arena
Solía jugar con el que tenía mi abuelo en su polvorienta y abarrotada biblioteca.. me recordé de él hoy; el reloj de arena, ante la impaciencia de ver consumido el último grano de un tiempo feroz e indomable por casi ya dos décadas y del cual hemos sido intérpretes los hacedores de esta tierra, antagónia de vientos de libertad. Recordé como con la impaciencia de una niña, giraba el artículo medidor del tiempo y así revivía la historia una y otra vez; sin un final.
Lo que ha hecho que últimamente me cuestione mucho mi pesimismo e interpretación sobre una etapa de la historia de Venezuela que no quisiera estar viviendo, quizás porque recuerdo en la que crecí y mis demandas e interés político se traducian a las puyas que me daría mi madre para las chucherías …
Y me pregunto si quienes me antecedieron harían lo mismo cuando se enfrentaban a las tiranias de hace un poco menos de seis vueltas al reloj. Aunque la respuesta la sé porque mi abuelo fue huésped de la Rotunda como lo son otros hoy de Ramo Verde. Entonces me repregunto si Venezuela está hecha para vivir en crisis ? O somos nosotros quienes haremos de la crisis un golpe de suerte que conduzca a un irremediable y tardío crecimiento de la sociedad?.
Será que somos los creadores de nuestra realidad al ser espectadores de ella, como cuando Shakespeare distraía a su público que pagaba por reírse de sí mismos y en la sátira se comprendía más; asi como nosotros lo hacemos más en el chiste que en las urnas. Enfoque? Una buena palabra en estos tiempos; cuál será el necesario enfoque para librar una batalla sin receso. Será el hambre la que dicte la pauta? o es ésta la mejor herramienta de un gobierno que sigue un libreto, para muchos vencido porque proviene de otras tierras pero que ahora le llaman inédito…
Es realmente así ? O es la misma historia contada de otra forma?…. y volviendo al enfoque, será la solución radicalizar un conflicto que alza banderas «blancas» antes de empuñar sus armas? (solo para entendidos) .. Exilio? Hasta cuándo el tufo de estar donde no somos y aceptar que el país se quedara sin país y la gente sin gentes. Intervencionsismo? Parece el idilio de muchos, al menos confieso sería el de mi mente fantasiosa y radicalista; lo asumo tiendo a creer en el exterminio. Apoyo internacional? Cuántos somos y cuánto vale?.
En la práctica la política no parece ser la protagonista de la liberación de un conflicto, y sobre la arena de este mi reloj de los recuerdos se vierte el pesimismo que marca el fin y comienzo, una y otra vez, de esta etapa. Mientras tanto yo sigo aquí con mis recuerdos de los centavos y la biblioteca, mi lugar favorito de juegos, aunque me costó unos cuantos escobazos de la abuela … Esta es la razón.