Misión Navidad feliz
Existen dos maneras de ser feliz en esta vida, una es hacerse el idiota y la otra serlo. Sigmund Freud
Con bombos y platillos socialistas, El Robusto Guasón bolivariano lanzó a los cuatro vientos socialistas su nueva chacota, la burla decembrina que deberán – como tantas otras – soportar los sufridos súbditos bolivarianos: La Misión Navidad Feliz, que ciertamente no será una muy Feliz Navidad. Ya nos imaginamos los bizarros inventos que la idiotez revolucionaria viene pergeñando con la asesoría de los cubiches de rigor. No es de extrañar entonces que se ofrezcan presentes como los siguientes:
- Una foto a todo color rojo – rojito de la familia presidencial extendidita, a saber, los tuyos y los míos con los inocentes narco –sobrinos incluidos vistiendo sus relucientes monos naranja. El Guasón vestirá un liquiliqui de estreno color verde oliva, y La Bonita portará el consabido gorro frigio de Papá Noel, más por lo rojito que por la convicción.
- Se imprimirá y repartirá para su uso extendido el Libro de los Insultos Bolivarianos, compilado por la Dulce Eloína, traducido al chino y al ruso para su difusión internacional. La compilación justiciera estará dedicada al nuevo mejor enemigo del Proceso: el gallego innombrable.
- Se rifarán ente los habitantes de los Estados que hayan votado por el chavismo: diez perniles de cochino, cincuenta hallacas y diez botellas de leche é burra artesanal; de pavo nada por ser de tradición imperialista. Además, se soltarán a campo abierto mil conejos coloreados con el rojo de rigor para dar inicio a Las Jornadas Revolucionarias dedicadas a la caza del conejo, las mismas honrarán la memoria del Comandante Eterno.
- Igualmente, entre los dirigentes de la oposición se venderán a precio solidario cien sendos Carnés de la Patria. Los camaradas y compatriotas del partido blanco, los recibirán completamente gratis en la sede de su Asamblea Nacional Constituyente, de manos del Dios dado a conocer por el golpe del 4F.
Para fin de año los constituyentes rojo – rojitos disfrutarán de un viaje con todos los gastos pagados a la Isla de la Felicidad, a fin de que se harten de lechón, congrí y ron cubano, y rinden los correspondientes honores a los Hermanos Castro y Compañía, quienes, uno en su tumba y el próximo a la suya, disfrutarán del nuevo triunfo del castro – comunismo.