Evacúan Barbuda ante la llegada del huracán José
El Gobierno de Antigua y Barbuda evacuó esta segunda isla ante la inminente llegada del huracán José, por donde hace cuatro días el ciclón Irma trajo la destrucción, prácticamente total, y causó la muerte a al menos 25 personas en las Antillas Menores y Puerto Rico.
El primer ministro, Gaston Browne, ordenó que las cerca de 2.000 personas que no huyeron antes del paso del huracán Irma, se trasladaran a Antigua, a unos 60 kilómetros de distancia, ya que el ojo del ciclón pasará, salvo giros de última hora, por el este de la isla. Todos ellos fueron evacuados en ferries.
Se prevé que el huracán José, de categoría 4, traiga a Antigua y Barbuda, así como otras de las Antillas Menores, «grandes olas destructivas» y poderosos vientos con ráfagas que podrían alcanzar los 240 kilómetros por hora, indicaron las autoridades locales.
El ciclón, de acuerdo con el Centro Nacional de Huracanes (CNH), perdió un poco de fuerza este sábado mientras se acerca a las islas norteñas de Sotavento con vientos máximos sostenidos de 145 millas por hora (233 kilómetros hora).
El huracán se halla a 160 millas (257 kilómetros) al este de las islas de Sotavento y se mueve con dirección noroeste a 13 millas por hora (20 kilómetros), un ritmo que mantendrá en los próximos días.
Según informó el CNH en su boletín de las 08.00 hora local, «el centro de José pasará cerca o justo al este del norte de las Islas de Sotavento» durante el sábado y en las próximas 24 horas se registrarán «algunas fluctuaciones» de intensidad, tras lo cual habrá un «debilitamiento gradual».
Las islas de San Martín y San Bartolomé sentirán este sábado los efectos del huracán, por los que los respectivos gobiernos locales ordenaron evacuar las zonas más próximas al mar.
Por su parte, muchos turistas que quedaron atrapados al no poder salir tras el paso de Irma, quedarán cobijados en los hoteles, de esta zona eminentemente turística, de los que se les ordenó no salir.
Barbuda y Anguila, Saba y San Eustaquio se encuentran bajo aviso de tormenta tropical, donde se esperan vientos y elevaciones de agua debido a la marejada ciclónica, de entre 1 pie (30 centímetros) y 3 pies (91 centímetros) por encima de su nivel habitual. Todo ello estará acompañado de olas «destructivas».
Las islas Montserrat, San Cristóbal y Nieves también esperan sufrir los efectos de los anillos exteriores del huracán.
En cuanto a Irma, las cifras de fallecidos siguen creciendo y se sitúa en, por lo menos, 25 personas.
Al menos once personas murieron en San Bartolomé y San Martín, cuatro en las Islas Vírgenes de Estados Unidos y el mismo número en las británicas y uno en Barbuda, en Barbados y en Anguila, mientras que en Puerto Rico, tres fallecieron en hechos relacionados con las condiciones climatológicas causadas por el huracán, de acuerdo con los nuevos datos aportados por las distintas organizaciones de socorro y manejo de emergencias.
Los daños causados por el huracán Irma en los territorios franceses de ultramar San Martín y San Bartolomé se estiman en unos 1.200 millones de euros, según el organismo público encargado de realizar la evaluación.
En un comunicado difundido en París, la Caja Central de Reaseguro (CCR) consideró el paso de la tormenta como «una de las más importantes catástrofes naturales en Francia desde hace 35 años».
La cifra de 1.200 millones abarca, según la CCR, los daños en viviendas, en vehículos y en empresas (incluidas las pérdidas de explotación), que están cubiertos por el régimen de indemnización de catástrofe naturales.
Pero la más afectada sigue siendo Barbuda, el primer punto en el que golpeó Irma hace cuatro días, y donde casi la totalidad de sus edificios están afectados por el paso del ciclón.
El primer ministro solicitó la ayuda internacional para reconstruir la isla, ahora fantasmas tras el desalojo de las últimas personas.
