Opinión Nacional

Vamos a hacer la revolución

Tenemos que hacer la revolución en Venezuela. Una revolución que acabe con el hambre y con el miedo que la pobreza,el desempleo y la inseguridad están provocando en todos los rincones del país. Una revolución que mejore la calidad devida de los venezolanos, para que por fin tengamos mejores servicios. Una revolución que produzca el bien común.

La revolución que estoy convocando no se logra con violencia. Tampoco se logra con movimientos totalitarios ni con la vuelta a dictaduras perversas. No se trata del reino del Estado o del mercado. Mi revolución tiene que ver con ser el humano. Es la revolución de la educación.

para alcanzarlo propongo un proyecto educativo nacional sobre el cual desde ya debe lograrse un consenso. De esta manera estoy convencido que obtendremos ese antiguo sueño, que para muchos puede sonar utópico: el sueño de una sociedad sin clases. Una Venezuela donde todos seamos ciudadanos de primera. Este mensaje lo presenté recientemente en el foro de «Los Presidenciables y la Clase Media», organizado por el Movimiento Solidaridad Independiente que preside Paciano Padrón. Esta iniciativa de Paciano es muy importante, porque estoy seguro de que todas las ponencias presentadas, su movimiento va a obtener conclusiones que pueden ser parte de una plataforma programática de primera categoría para el año 98.

Hay que hacer la revolución en Venezuela. Todos los venezolanos, unidos, sector público y sector privado, debemos actuar de inmediato, porque sino lo hacemos el daño será irrecuperable. Por ejemplo, amigos lectores de El Universal, sino tomamos medidas urgentes para el año 2000, en Venezuela habrá 800 mil niños que trabajan y no estudian… En apenas 2 años, habrá un ejército de muchachas y muchachos vagando por nuestras calles sin hacer nada. Ese es crimen contra nuestra sociedad. ¿Cómo podemos cruzarnos de brazos y pensar en trivialidades? Ha llegado la hora de actuar.

Y hay algo que es todavía más alarmante: en Venezuela hay una nueva clase social, un fenómeno que no existía antes en nuestro país, la «pobreza atroz» conformada por los recoge latas, los recoge basura, los niños de la calle. Venezolanos sin derechos, que viven en la miseria y en la basura.

En Venezuela ha ocurrido en los últimos años que las frustraciones y las pérdidas de bienestar han hecho que los venezolanos vivan en una situación de desencanto. Se sembraron dudas sobre las bondades de la democracia y sus posibilidades para alcanzar el bien común. La clase media ha sufrido una patética degradación, lo que ha causado un comportamiento político errático que tenemos que combatir.

Tenemos que luchar contra la imposición de la anti-política, que no es más que un populismo disfrazado… Y ese combate lo vamos a ganar con la educación. El desencanto político, desencanto cívico lo vamos a combatir con una revolución educativa en Venezuela.

Singapur, por ejemplo, hace 30 años tenía un 90 por ciento de pobreza. Hoy tiene apenas un 10% de pobreza relativa… ¿Ustedes saben cuál ha sido su secreto?: La Educación. En Singapur no hay petróleo, pero se ha desarrollado el ser humano. Se ha invertido en el ser humano.

Hemos vivido en los últimos años una caída sostenida de la clase media, que ha quedado reducida al 10% de la población. Tenemos un 85% de pobreza, un 10% de clase media, y un 5% privilegiado de «ricos».

La pobreza total, el 85% de nuestra población, se distribuye de la siguiente manera: un 40% de la llamada «pobreza extrema», un 30% de «pobreza relativa», y «un 15 % de esa terrible «pobreza atroz» que deambula tristemente por nuestras calles, recordándonos a golpe nuestro fracaso como país en materia de equidad.

Yo no quiero más estas «tortas» divididas en pedazos. Yo quiero una Venezuela completa, con ciudadanos de primera. Y la clave está en la educación.

La clase media, que es el tema planteado por los amigos del Movimiento Solidaridad Independiente, está compuesta por profesionales, técnicos y trabajadores calificados , comerciantes, profesores, artistas, militares, sacerdotes, periodistas, empresarios políticos y científicos entre otros, que conforman la fuerza motriz de un desarrollo sostenible y humano. Pero si la pobreza abarca hoy el 85% de la población venezolana, quiere decir que una buena parte de la clase media ha ido desapareciendo y se encuentra ubicada en la pobreza, frustrada por el retroceso y posiblemente no resignada a continuar allí por mucho tiempo.

Tenemos un 15% de desempleo (más de 1 millón 300 mil personas), y un 51% de población en el sector informal, sin ningún tipo de protección social. es decir, un 66,3% de la fuerza de trabajo o no tiene empleo o tiene un empleo precario… De continuar profundizándose esa situación, ¿Cuál será el papel de la clase media sobreviviente en este umbral del año 2000?

En Venezuela, de un total de 3 millones de 807 mil 773 hogares, 2 millones 678 mil 147 hogares, es decir el 70,3 por ciento, tiene ingresos por debajo de 85 mil bolívares, el costo de la canasta alimentaria hoy es de un promedio de 144 mil bolívares: ¿Cómo come la gente en nuestro país?… Los venezolanos somos verdaderos héroes para aguantar tanto.

El deterioro del ingreso familiar entre 1989 y 1996 alcanzó un 52%. Y el ingreso real promedio de la familia disminuyó un 66% desde 1984 hasta la fecha.

Para el primer trimestre del 97 cayó drásticamente el consumo de alimentos: el consumo de pan cayó en 50 por ciento, el pescado en 48%, los quesos en 45%, el pollo en 41%, la leche en polvo en 36% y la carne cerca del 30%. Eso ocurrió en los primeros tres meses de este año. Y la situación ya ha empeorado. Lo sentimos en el mercado, lo sentimos en nuestros bolsillos… Y los procesos de exclusión social son regresivos, porque mientras más pobres tenemos, mientras la clase media se empobrece cada día más, menos probabilidades tendremos de salir adelante, porque nuestra gente no tendrá posibilidades de ir a las escuelas, a los centros de formación y capacitación.

No saldremos de esta profunda crisis si nuestra gente no llega a los preescolares, no llega a la escuela, si no tiene capacitación y destrezas para trabajar y conseguir empleos productivos y bien remunerados.

El problema de la fuerza laboral infantil tiene que remover nuestras entrañas. La fuerza laboral infantil se incrementó en más de cien mil niños en 1993 y 1994, y actualmente existen más de 350 mil niños que trabajan y el 73% de ellos no estudian, no van a la escuela… ¿Qué pasa con Venezuela?

La Universidad Católica Andrés Bello, me facilitó unos datos según los cuales hay más de 8 millones de venezolanos excluidos de los servicios sociales básicos para 1997. Hay 864 mil niños que no reciben atención médica. Hay 1 millón 269 mil niños que no van al preescolar. Hay más de 1 millón de niños que no asisten a la escuela básica. Hay prácticamente 2 millones de jóvenes desempleados o fuera del sistema escolar; hay 2 millones 500 mil adultos desempleados; y hay 522 mil ancianos sin seguridad social…¿Qué pasa con Venezuela?…

Vale la pena mencionar la advertencia que hiciera el prestigioso consultor Edouard Parker, quien dice que la democracia sólo será viable en países con ingreso per capita anual superior a los 5 mil dólares. Nuestro ingreso per capita anual es de 3.600 dólares… Todavía ni siquiera nos acercamos al modelo ideal de Parker, de los 5 mil dólares anuales per cápita.

El problema del grave y creciente deterioro de la clase media y de la falta de equidad en la distribución del ingreso, ha hecho que aumenten los niveles de violencia, que resurjan movimientos guerrilleros, que se fortalezca el tráfico de drogas, que existan crecientes áreas urbanas sin ningún tipo de control por parte de los órganos de seguridad, donde la ley de las armas se impone y se extiende. Tenemos además, lo que Parker llama el «síndrome del desempleado disgustado», que han provocado lo que el amigo Patricio Aylwin ha llamado «la globalización de la pobreza»…

En 1983 un profesional universitario recién graduado devengaba un salario de 4.300 bolívares, equivalente en aquel momento a mil dólares. Hoy ese mismo profesional, para mantener ese ingreso debería ganar 500 mil bolívares aproximadamente y ¿cuántos profesionales ganan hoy esa cantidad?

Posiblemente algunos hayan logrado adquirir un apartamento o una casa de su época de clase media verdad… De ser así, ese sería el único símbolo que le recuerda el status de clase media que una vez tuvo. Si no logró adquirir una vivienda en la época en que todavía se podía, entonces ahora es impensable su ubicación en la clase media. Ya forma parte de la población que los sociólogos llaman de «pobreza relativa»… Y el carro, si todavía lo tiene quizás será el mismo de aquella con las reparaciones imprescindible y el terrible paseo por lo talleres mecánicos… Y eso si es que acaso no se lo han robado… Y los viajes de placer ya no llegan sino hasta Naiguatá, porque ni a Margarita se puede ir… Por eso convoco formalmente esta revolución, la revolución del ser humano, la revolución de la educación. La educación debe ser la prioridad nacional. Esto lo he dicho en la mayoría de mis artículos y lo voy a seguir repitiendo. En ese sentido, propongo un Proyecto Educativo para la Venezuela, sobre el cual voy a promover un consenso entre todos los sectores del país. Actuemos ya. No lo dejemos para cuando ya sea demasiado tarde.

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