Tarek William Saab, de defensor de DDHH a acusador en jefe en Venezuela
La Asamblea Nacional Constituyente (ANC) nombró hace un mes como fiscal general a Tarek William Saab, un poeta de origen árabe que presume de haber sido defensor de derechos humanos y se ha convertido, desde el Ministerio Público, en una de las figuras más beligerantes del Gobierno contra sus críticos.
Semanas después de que, desde el cargo de Defensor del Pueblo que ocupaba entonces, declarara no tener «las tripas» para «jugar el rol de carcelero» y ser fiscal general de la República, Saab ha ejecutado con extrema prontitud todas las peticiones formuladas por el suprapoder que le designó contra sus adversarios.
«Cada quien en lo suyo. No estoy en contra, lo mío es la defensa y protección de los Derechos Humanos, el equilibrio institucional», dijo cuando era Defensor del Pueblo, un discurso muy lejano al papel de martillo de disidentes corruptos y «traidores a la patria» que desempeña ahora.
En sus cuatro semanas al frente de la Fiscalía, Saab ha impulsado la orden de captura contra Germán Ferrer, el marido de su antecesora en el cargo, Luisa Ortega, que fue implicado en una supuesta trama de extorsión que habría operado desde el Ministerio Público y huyó del país junto a su esposa para evitar ser detenidos.
El flamante nuevo fiscal se ha caracterizado por sus repetidos ataques contra Ortega, que rompió filas hace meses con el oficialismo al denunciar la supuesta deriva totalitaria del presidente Nicolás Maduro y ha sido señalada por la corrupción desmedida que según sus enemigos había en la institución durante su mandato.
Además de liderar una purga en el Ministerio Público que está llevando al reemplazo de todos sus altos cargos, Saab ha complacido también al chavismo más duro con la apertura de investigaciones contra quienes la ANC declaró «traidores a la patria» por pedir sanciones internacionales contra Venezuela.
Este proceso -que ha provocado una nueva condena de varios Gobiernos europeos y americanos contra las autoridades de Venezuela- podría llevar a la cárcel a los líderes opositores que solicitaron a otros países medidas contra Maduro y aplaudieron las recientes sanciones financieras de Estados Unidos a Venezuela.
Saab -que cumple esta semana 55 años- empezó su trayectoria pública como dirigente estudiantil de izquierda, y participó en la defensa del que después sería presidente Hugo Chávez y el resto de militares rebeldes que fueron detenidos por intentar tomar el poder con dos golpes de Estado fallidos en 1992.
Su labor en torno a los derechos humanos le llevó también a asistir a los familiares de los militantes y guerrilleros comunistas torturados o desaparecidos por los Gobiernos de la democracia bipartidista en las décadas previas a la llegada de Chávez al poder en 1999.
Saab fue elegido por primera vez en 2004 gobernador del estado oriental Anzoátegui, cargo que ocupó durante 8 años.
Durante ese tiempo, el hoy fiscal apareció regularmente en televisión con su programa «Tarek rinde cuentas», donde -en la línea de Chávez, Maduro y otros líderes chavistas con programa propio- daba rienda a su verbo para defender los logros de la llamada revolución bolivariana.
Fue en la pequeña pantalla donde Saab empezó a mostrar una transformación que le hizo pasar de ser un joven de complexión física sencilla al hombre musculoso con cuerpo de culturista que es hoy.
Los trajes que viste en los actos públicos apenas disimulan ese cambio físico, pero sí esconden algunos de sus tatuajes.
Uno de los hitos de la vida de Saab fue su detención durante el golpe de Estado finalmente fracasado que apartó del poder durante tres días al presidente Hugo Chávez en abril de 2002.
Saab, que entonces era un diputado chavista, tiene como perfil de Twitter la foto del momento de su arresto por los funcionarios de las fuerzas de seguridad leales al fugaz Gobierno del golpe.
El nuevo fiscal general de Venezuela ha publicado 20 libros de poesía y tiene 3 hijos, Sofía, Juan Simón y Yibram. Este último le envió un mensaje público nada más ser elegido jefe del Ministerio Público: «Solo puedo decir que me da tristeza verte hacer algo que dijiste que no harías. No estás oyendo al pueblo».
Antes, en abril, Yibram condenó en un vídeo difundido en las redes sociales la represión por parte de las fuerzas del orden de las manifestaciones contra el Gobierno, y le pidió a su padre que reflexionara y se pronunciara en contra de lo que estaba ocurriendo.
Yibram denunciaba también la «ruptura del orden constitucional» en el país, y decía sobre un joven muerto durante la represión: «Ese pudiera haber sido yo».