Denuncian robo de equipos en el Parlamento tras sesión de Constituyente
Los diputados opositores Tomás Guanipa y William Barrientos denunciaron el robo de varios equipos del Parlamento, luego de que el martes la Asamblea Nacional Constituyente (ANC), integrada únicamente por personas afines al Gobierno, celebrara una sesión en un espacio usado por la oposición.
«Ayer en el salón Protocolar lamentablemente hubo uno de esos circos, de esos shows que hace este Gobierno y lamentablemente cuando terminó pues se robaron sonido, se robaron equipos», dijo Guanipa desde la sede del Poder Legislativo en un vídeo publicado en su cuenta de la red social Twitter.
Por su parte, el diputado Barrientos detalló a periodistas que fueron robados más de 80 micrófonos, cajas de transmisión, antenas, cables, receptores y «radios con sus equipos y sus bases».
El martes, el Parlamento venezolano, controlado por la oposición, tenía previsto celebrar una sesión para debatir sobre la crisis del país, pero la Guardia Nacional Bolivariana (GNB, policía militarizada) impidió a los diputados opositores ingresar a la sede del Legislativo.
Esto sucedió luego de que los constituyentes oficialistas entraran por la fuerza para tomar el control de la sede, fundamentados en la facultad de tener «poderes plenipotenciarios» e incuestionables por autoridad alguna.
Barrientos afirmó que el Poder Legislativo le pertenece a los diputados opositores y que por ello no abandonarán sus funciones.
«Este es un espacio del pueblo para fiscalizar, controlar, para elaborar leyes y para defender los intereses fundamentales del pueblo venezolano», afirmó Barrientos.
Ayer la Asamblea Nacional Constituyente realizó una sesión para discutir las normas de funcionamiento de ese cuerpo integrado por más de 500 asambleístas, y con poderes suficientes para refundar el Estado, redactar una nueva Constitución, sin que ningún otro poder público pueda oponerse.
En Venezuela se registra desde el 1 de abril una serie de manifestaciones a favor y en contra del Gobierno, que dejan 121 muertos, situación que se agudizó desde la instalación de la Asamblea Constituyente, que no es reconocida por la oposición y varios Gobiernos y organismos internacionales.