Luces para Monagas y Delta Amacuro
Hay que celebrar el anuncio, en nuestro acostumbrado show dominical, de la inversión de $120 millones en el sistema eléctrico de Monagas y Delta Amacuro, área atendida por la empresa SENDA, filial de CADAFE. Se prometen diez subestaciones y algunas líneas. Conociendo la situación crítica del servicio eléctrico en la región hay que festejar que estas obras se acometan, ya que resulta imperiosa la necesidad de las mismas.
Los fondos para financiar las obras provienen del FONDEN, que significa Fondo para el Desarrollo de la Nación, el cual se alimenta de recursos provenientes de los excedentes petroleros. También se señala que las obras están en fase de licitación y su puesta en servicio se espera para finales de 2006. De modo que habrá que esperar un año más en tinieblas hasta que se haga la luz de una buena vez en la región.
Hasta aquí todo va bien y no cabe duda de que es una excelente noticia, pero los anuncios vienen acompañados de un par de condimentos que merecen comentarios. El primero es la referencia, por enésima vez, a que en la cuarta república se tenía todo preparado para la privatización de SEMDA, lo que incluía, como justificativo, desatender el servicio. El comentario podría ser pertinente en 1999, pero hacerlo a fines de 2005, cuando se van a cumplir siete años de gobierno resulta ridículo ¿Será que la salvamos de la privatización para dejarla abandonada por seis años?
Ciertamente, en los años 1997 y 1998 se trató de privatizar dos empresas eléctricas, que de paso fueron creadas ex profeso para tal fin. Ellas fueron SENECA, en Nueva Esparta, y SEMDA, en Monagas y Delta Amacuro. El proceso completó la privatización de la primera, pero no logró culminar con la segunda. En el ínterin llegó la revolución y, lógicamente, “rescató” a SEMDA de las garras de los privatizadores neoliberales.
En los tres años siguientes, desde 1999 hasta 2001, el servicio eléctrico en Margarita, que estaba peor que el de Monagas y el Delta, prosperó sustancialmente. La empresa privada que dirigió SENECA realizó inversiones en generación y distribución e introdujo mejoras gerenciales que redujeron las pérdidas y mejoraron todos los índices de calidad del servicio. Amparados en un régimen económico que brindaba incentivos para la inversión, el servicio eléctrico de Margarita se convirtió en uno de los mejores del país. Esto se puede constatar a través de indicadores objetivos. Estos logros no se han consolidado y lamentablemente el servicio ha desmejorado en el año 2005, pero esto es producto del mantenimiento de tarifas artificialmente bajas que desincentivan la inversión unidas a un repunte económico que incrementó fuertemente la demanda.
Mientras tanto, el servicio de SEMDA se mantuvo todos estos años en el olvido, al igual que en la mayoría de las áreas de CADAFE, lo que unido, otra vez, al crecimiento de la demanda en los últimos dos años, ha llevado la situación a niveles críticos. Es legítimo inferir que con la privatización y un régimen económico razonable, a los clientes de SEMDA les habría ido mejor.
El otro aspecto que se ratifica con los anuncios del domingo, es la manera discrecional con que se toman decisiones en el sector eléctrico. El presidente visitó Monagas y esto determinó el anuncio de un programa de inversiones. No hay reglas claras ni planificación, sino medidas espasmódicas atendiendo intereses de opinión por encima de las necesidades del servicio.
Con esta forma de actuar habrá que decirles a los habitantes de Puerto la Cruz, Paraguaná, Sucre, Los Andes, Ciudad Guayana y tantas otras áreas del país que tienen un deficiente servicio eléctrico, que esperen tranquilos, que ya les llegará su Aló Presidente.