The Walking Dead season finally
Por Horacio Velutini
«Nunca sabremos la verdad de lo que pasa en estos días de protestas colectivas y represión, la información sobre cada hecho o circunstancia diseminado por la redes con su carga de sesgo y manipulación, hará imposible conocer la verdad de lo que sucede.
!Cada hecho mil ojos y mil maneras de verlo! Y como corolario la gente ve lo que quiere ver y además comunica de acuerdo a su intención e interés. A eso hay que agregar la necesidad estratégica de informar de específica manera y particular forma, dependiendo el target al cual está dirigido.
El otro elemento son las condiciones en que se encuentra el receptor. Como es sabido el destinatario posee características psicológicas y socio culturales que le proporcionan definidas herramientas para interpretar y relacionar la información que le llega de forma delimitada. El efecto de la información no es lineal. El receptor no es un ente pasivo o neutral. Tiene intereses, opiniones y valores establecidos.» Tomado del artículo: «El ministro, el periodista y el conflicto asimétrico” de Félix Cordero Peraza.
Este análisis solo viene a hacer una reflexión sobre el acontecer, el cual encuentro interesante. Vivimos tiempos de emociones fuertes y de poco análisis racional, nos atrae el drama, los programas con mayor rating son los reality shows, en los cuales la verdad y los hechos no son siempre cierto pero el drama, la violencia, la traición, el engaño y todos esos elementos están ahí en esa pequeña pantalla del teléfono que nos permite participar a tiempo real 24/7.
El que vive afuera percibe el momento como el capítulo final de la temporada «the Walking Dead», y los que estamos aquí, protestamos, recibimos todas esas terrible imágenes y textos muchos enviados por la audiencia interactiva de la famosa serie, los comentamos un buen rato y los retuiteamos, se nos arruga el corazón pero volvemos a la rutina del trabajo, la casa, la familia, los deportes, para luego volver a repetir, protesta, imagines, textos, comentarios, retuit, corazón arrugado…