222 años de La Universidad de Los Andes
Para los venezolanos, para los andinos y para los universitarios de Mérida es motivo de enorme jubilo y orgullo el que la casa mayor, la casa que vence la sombra, el Alma Mater y la corporación que nos agrupa alcanza este 29 de marzo de 2007, nada más y nada menos que 222 años de vida institucional y de gesta heroica formadora de recursos humanos en Venezuela. De tal manera que la Universidad de Los Andes aparte de ser una de las casas de estudios de más data en el país y parte de la región latinoamericana, es la primera universidad del país, la veintiuno de América Latina, la ochocientos cincuenta y uno de las tres mil universidades mejores del mundo, además de ocupar dentro de las 5000 universidades a nivel mundial la número treinta y siete en difusión académica en la WEB.
La Universidad de Los Andes indudablemente no es la sombra de aquel seminario y casa fundada por el obispo Fray Juan Ramos de Lora hace 222 años. Sin embargo, la génesis de la Universidad de Los Andes esta en la semilla y la gesta del Obispo Ramos de Lora hacen más de dos siglos. Asimismo, el padre de la Universidad moderna, la casa de estudios, innovadora, pujante, humanística, científica, tecnológica y de excelencia que hoy tenemos y que es merecedora de reconocimiento mundial por la UNESCO y demás organismos, fue Don Pedro “Perucho” Rincón Gutiérrez.
A 222 años de fundación de nuestra casa de estudios nos corresponde a todos los “universitarios” hacer un alto y reflexión de cara al país, a las exigencias de la sociedad venezolana, del país nacional, de los andes venezolanos y específicamente del Estado Mérida. Hoy la Universidad de Los Andes por iniciativa del actual Equipo Rectoral y fundamentalmente del Rector Léster Rodríguez Herrera, asume los desafíos de sacar a la Universidad de sus paredes y espacios tradicionales, decisión está que ha permitido promover y adelantar programas de estudios y extensión muy ambiciosos como son el fundar el Ciclo Básico de Ingeniería en el Vigia, el Núcleo Básico de Ciencias Medicas y Arte en Tovar, la puesta en marcha de las carreras interactivas a distancia y como si fuera poco la fundación de la primera facultad de arte del país.
De tal forma que haciendo un balance muy apretado de la historia de la Universidad de Los Andes, nadie puede dudar del aporte que esta institución de calidad, pertinente, de peso específico y de gran trascendencia tiene, razón por la cual el gobierno nacional y regional debe mejorar su trato y valoración. Hoy los universitarios si bien es cierto consideramos que estamos muy mal remunerados y retribuidos, nos es menos cierto, que dicho trato no ha mermado nuestro desempeño, mística y dedicación al magisterio de la docencia, a la investigación y la extensión.
Por tanto todos aquellos que directamente o indirectamente tenemos una relación cercana, directa y filial con la casa de estudios fundada por Fray Juan Ramos de Lora, hoy estamos más que en ningún otra etapa o momento histórico, de manifestar no sólo el amor que le profesamos a la Universidad, sino además, nos corresponde en los momentos de tinieblas y oscurantismo que parecieran definir al país, dar lo mejor de nosotros, contribuir con nuestro trabajo diario a sembrar y cultivar el principal recurso que tiene Venezuela de carácter inmaterial, como es su juventud, su recurso humano.
Nuestra Universidad de Los Andes asume los retos del país y de su sociedad investigando, discutiendo, aportando, impartiendo docencia. Pues difícilmente pueda conocerse otra manera de crecer, de alcanzar un sitial y lugar de respeto, que no sea el partir de lo que somos, lo que hacemos y hacia donde vamos. En hora buena esta Universidad como muchas otras del país se cubren de gloria, jubilo además de realzarse en el tiempo por sus dotes y por la tarea cumplida hasta ahora.
(*) Profesor de la Universidad de Los Andes