¿Misión Ciencia contra el desarrollo científico?
Algo que se identifique como Misión Ciencia, hace pensar, por lo menos, en: el mejoramiento en la enseñanza de la ciencia; la mejor preparación y actualización de los docentes; laboratorios y bibliotecas bien dotados con acceso a Internet; la organización de concursos y olimpiadas en diferentes áreas del conocimiento que ayudarían a identificar jóvenes talentosos para la investigación en física, química o biología, entre otras; y el apoyo de la investigación de alto nivel. Pero lo que se ha observado hasta ahora es una confusión peligrosa llena de conceptos anti-ciencia como el de considerar que “la lógica de la ciencia es la lógica del poder” y catalogar de necedades al “método científico” y a “la búsqueda de la verdad” (Lanz, R. El Nacional A9, 28 de julio, 2006). Además, algunos defensores del proceso han estimulado el rechazo hacia la ciencia con frases burlonas al referirse a quienes hablan otros idiomas y especialmente el inglés, el cual es fundamental tanto para los investigadores científicos como para los estudiantes de postgrado, y a quienes poseen un doctorado o Ph.D. o publican en revistas extranjeras acreditadas. Estas actitudes y declaraciones se unen a la baja calidad académica y pedagógica de los planes de estudio, tanto de los Liceos Bolivarianos como los que han implantado para la formación de los docente, los cuales desmejoran tanto la formación de los jóvenes de educación media que aspiran continuar sus estudios en universidades calificadas, como la de los profesores de ciencia, con lo cual se alejará cada vez más, la posibilidad de formar profesionales y científicos capacitados para investigar y solucionar problemas básicos del país.
Contrasta esta situación deprimente con las razones para sentirse optimistas, expresadas recientemente por tres destacados científicos de otros países, las cuales se resumen a continuación:
Carlo Rovelli, Físico de la Universidad del Mediterráneo, en Marsella, comenta que se siente optimista porque los seres humanos están, en forma creciente, aceptando que el pensamiento racional es mejor que el irracional y porque el pensamiento científico está creciendo en profundidad, recuperando contacto con el resto de la cultura y aprendiendo a lidiar con la complejidad total de la experiencia humana. Considera que un filósofo contemporáneo que ignore el pensamiento científico está fuera de este mundo; y que al mismo tiempo un número creciente de físicos teóricos se han dado cuenta de que para resolver ciertos problemas no pueden obviar preguntas filosóficas fundacionales.
Piet Hut, Profesor de Astrofísica en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton, USA, resalta que la fortaleza de la ciencia no se debe a que tenga un método aceptado por todos sino a que los científicos permiten que el método cambie. Considera que los cambios en las ciencias se realizan lenta y cuidadosamente a través de largas y detalladas discusiones entre colegas y pueden ser casi imperceptible durante la vida de un científico; y que la base real de la ciencia es una combinación única de elementos progresistas y conservadores. Se siente optimista porque todas las actividades humanas pueden ser inspiradas por el ejemplo de la ciencia que progresa por su conservatismo, no dogmático, combinado con un atrevido y no convencional, pero bien motivado progresismo.
Gerald Holton, Profesor de Física y Profesor e Investigador de Historia de la Ciencia en la Universidad de Harvard, es optimista porque el desarrollo científico ha tomado un giro difícil y prometedor en la búsqueda del antiguo sueño, planteado por Tales hace 2.500 años, en el sentido de descubrir un gran orden que esté por encima de todos los diversos y fluctuante fenómenos de la naturaleza pero en otra dirección. Aclara que las investigaciones científicas, cada vez más, han logrado una forma de unidad en las prácticas por la integración entre fragmentos disciplinarios que están apareciendo espontáneamente como parte de la búsqueda y del progreso de la ciencia misma. Este fenómeno Holton lo identifica como un aumento de la coalescencia de disciplinas científicas en muchas áreas. Comenta el caso de la descripción del genoma humano, no sólo porque requirió la contribución de conocimientos de partes de la biología, física, química, matemática y de la tecnología de la información, sino porque al mismo tiempo ha producido avances en estas y otras áreas como medicina, ecología y hasta éticos. Hace énfasis en que el enfoque interdisciplinario en la descripción del genoma humano parte de la existencia y desarrollo de cada una de las ciencias participantes.
Si la Misión Ciencia cambiara su orientación, podría contribuir a la formación de profesionales y científicos venezolanos de alto nivel, como se han formado en el país, y así contribuir a su necesario desarrollo.