Saber y Calidad de Vida
La Sociedad aspira al desarrollo así como el niño la adultez. Pero, al igual que el niño, la imagen colectiva del desarrollo quizás no esté acorde con lo que en los hechos significa. No deriva el desarrollo de lo superficial, lo epidérmico, lo efímero. No se pierde cuando se ha adquirido, en tanto mantenga su vitalidad transformadora. En muchas ocasiones, creemos que el Desarrollo es la generación de tecnología, lo cual es parte pero no todo; creemos que es tener más dinero (crecimiento económico) para aumentar los bienes materiales, lo cual no deja de ser ilusión porque pudiera no traducirse en aquél, conduciéndonos a un espejismo que pudiera obnibular nuestra visión de la realidad y trastocar nuestro sano juicio.
Se decía que las naciones con un ingreso per cápita anual mayor a los 12.000 dólares anuales, eran ricas.Pero muchas de ellas eran en realidad países con altos ingresos económicos pero con su población pobre. El per cápita nominal no era el per cápita social. El promedio, expresión aritmética del deber ser, no era compartido en realidad por toda la población. La causa fundamentalmente consistía en que las grandes mayorías no poseían el conocimiento aplicado necesario para aprovechar las circunstanciales ventajas del mayor ingreso de la nación. La Educación precaria de saberes no estaba a tono con la oportunidad y ésta se esfumaba mas temprano que tarde. Es realmente la Educación, la gran riqueza de los pueblos en los tiempos modernos, la que posibilita el Desarrollo, porque éste , es mucho más que riqueza y crecimiento. Desarrollo es la adecuada administración de los saberes necesarios para gozar de una creciente calidad de vida. Pero esa calidad de vida ha de ser, al igual que el conocimiento que la propicia, integral e integrada ecológicamente hablando. No puede concebirse a la calidad de vida dentro de una perspectiva atomizada, disgregada, convertida en espora trashumante que divaga el desierto infértil con la agónica posibilidad de descender en el oasis para radicar su progenie. Calidad de Vida es Desarrollo en acción, respirando para generar el esfuerzo conjunto, transpirando para calentar la musculatura social y conducirla a desempeños superiores. Si algo aquilata el Desarrollo es el saber que se prueba y se ejerce a si mismo en el trabajo creador del espíritu social que se fortalece en la gracia de su activación. El Desarrollo supone la complementariedad adecuada de los saberes que sólo la Educación es capaz de brindar, porque la sola comunicación, como diría Morin, no supone la comprensión que si procura la actividad educativa mediante la asimilación el saber como principio básico de su acción, fundamentada en la Investigación que profundiza con el escalpelo científico los causales desencadenantes del entendimiento; en la Docencia que propicia la transferencia de la destreza cognitiva y en la Extensión, la proyección positiva que habilita la transformación cualitativa del ser y su medio circundante.
Así entonces, la Educación se convierte definitivamente en el pórtico y el umbral hacia una mejor calidad de vida. Es el manantial educativo, el que mantiene los cauces vigorosos de los ríos del Desarrollo, cuyas aguas alimentan la cuenca de la Calidad de Vida. Obsérvese la identidad de las comparaciones y las analogías,y como perfectamente encajan en el escenario figurado, la vinculación extendida de estos conceptos porque, en cualquier plano que adoptemos para su representación, aparecen y se hacen evidentes sus relaciones funcionales y la interconexión de sus vínculos.
Este nuevo bucle asociativo, Educación —– Desarrollo—–Calidad de Vida, establece su impronta en todos los lugares donde el ser humano se establece y se convierte en el real lazo comunicativo que la Humanidad extiende sobre si misma para captar y aprehender su experiencia en la administración de saberes.
Particularmente creo que de la vitalidad de estos vínculos depende la prosperidad de las naciones de la Tierra. Y, asimismo, marca su desventura, cuando se ignoran sus interrelaciones. De tal manera que un hipotético habitante de las estrellas, sumido en el sueño de las distancias, que tuviese una mira telescópica capaz de observar a través de ella los trazados funcionales en la mente colectiva de las diversas culturas del planeta, observaría claramente los referidos lazos, configurando fuertes y luminosos anillos en aquellos países en donde la laboriosidad de la gente común bulle con vivacidad estimulada por el conocimiento que se difunde a través de la ejecución de sus tareas debidamente entrenadas, por el contrario, parecerán archipiélagos inconexos en los países en donde el debate no ha prosperado y no se haya traducido a la cotidianidad en las sociedades mas atrasadas. Posiblemente, no pueda percibir “una señal” clara de las sociedades depauperadas y si lo pueda hacer con las sociedades “desarrolladas”. Así como el ATP (ácido trifosforo nucleico) se observa fluir en las células proteicas como si fuese el hierro caliente que alimenta los altos hornos y crisoles de una Gran Siderúrgica, llevando la energía que anima al ser vivo a través del movimiento, activando el ARN mensajero que yace en los ribosomas y desencadena el maravilloso girar de la doble hélice de ADN en los cromosomas, los tres conceptos del bucle social virtuoso Educación—Desarrollo—Calidad de Vida entran en resonancia vibratoria y hacen que las especies inteligentes operen en forma exponencial los resortes de su bienestar colectivo. Esa lección que nos llega de las mónadas de la vida en nuestro planeta es la que obtendría resonancia en la conquista del espacio exterior para vencer al autismo de un universo que solo se escucha asimismo en la expansión al infinito hasta su total disgregación, donde toda la Humanidad tiene el compromiso de vencer en el futuro las barreras y limitaciones que la separan de la eternidad.