Reto global e identidad
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Como se infiere de la lectura de Morín, es vital para la Humanidad el desarrollo de un modelo educativo comprensivo que no separe los saberes, sino que los integre. Pero esa integración, no significa la eliminación de las partes por la prevalencia de otras, la negación de lo que creemos contrario para construir de la mitad de la verdad una certeza totalitaria. El fino y discreto encanto de la inteligencia, es que debemos saber “enlazar” los conceptos que antes creíamos divergentes, pero que ahora, al distanciarnos del concepto para mirarlo desde una perspectiva relacionadora, podemos observar como lo disperso se va conectando en la medida en que vamos comprendiendo.
Ese es el relato de la Historia. Esa es la narración de la Ciencia. Esa es la descripción de la Tecnología. Esa es la pincelada de las Artes. Ningún saber niega a otro, sino que ayuda a explicarlo, a comprenderlo, a desnudarlo al identificar los vasos comunicantes de la capilaridad a través de la cual han fluido las sustancias esenciales para difundirse a través de todo el entramado, en forma similar como los tejidos y células específicas llegan a conformar los complejos organismos vivos que aún nos impresionan en su infinita vastedad.
El saber debe ser valiente. Y su valentía radica en su sinceridad. Reconocer que no es autosuficiente. Reconocer que debe ser humilde ante la diversidad foránea que desconoce; y que la comprensión fenomenológica de lo que ocurre y de lo que existe, amerita que aborde con audacia el viaje mas allá de las aguas en donde cree navegar seguro. Las Ciencias Físicas y naturales vienen en nuestro auxilio. Ningún fluido puede ser confinado en libertad. Su naturaleza lo lleva a difundirse; esta en su esencia el comunicarse con lo que le es diferente, el viaje de las presiones alternas, la mecánica convectiva que genera el movimiento. Si lo confinamos a la fuerza, tenemos que ejercer sobre él una presión superior a la que genera la solicitud de su libertad. Con el tiempo, cederá el material confinante porque la fatiga, la corrosión, los elementos ambientales, lo fracturaran irremisiblemente y la “Caja de Pandora” abrirá sus puertas para liberar al secreto que bajo presión permanecía oculto. Así reventó la bombona de gas de la Inquisición. Así reventaron y revientan los tanques ideológicos que pretendieron y pretenden impedir con muros materiales o dogmáticos la comunicación comprensiva de la Humanidad.
El tenue y casi imperceptible aletear de una mariposa, puede determinar a través de una cadena de sucesos concatenados, la ocurrencia de una tormenta, un huracán, un tifón o tornado. El poder de uno se traduce, a través de la comunicación, en el poder de otros. Por eso es que el poder no tolera la libertad, ataca la expresión libre y desea atar la expansión de la voz expropiándole de la soberanía de los medios que le son propios y que le permiten volar en la diversidad de oportunidades que identifica
para desplazarse. Se pretende eliminar la brisa comunicante encerrando la atmósfera en una burbuja confinante (el control a través de la separación, el apartheid social del conocimiento que evoluciona) y se cortan las alas de la mariposa para impedir su vuelo. Pero, así como la atractriz extraña de Lorentz nos enseña su trazado complejo, la paradoja implosiva termina por generar la explosión que libera a los componentes constitutivos. Casos evidentes abundan en la sociología política reciente, como el colapso de la URRS.
Lo anterior lo expresamos para que el lector evidencie la importancia de la libertad de su criterio y su conexión con la democracia de la diversidad como el estado necesario en el cual pueda vivir su ser social, esa dimensión colectiva que llevamos todos los individuos dentro de nosotros. Así como el clima de la Tierra no ignora el mínimo movimiento generado por los agentes micros y decididamente éstos determinan el curso de las grandes corrientes, así como el menudo fitoplancton y zooplancton alimentan a los mamíferos mas grandes de la creación, las ballenas, y promueven los demás estadios de la vida marina, la propia vida se fundamenta en cualquier escala en los mas pequeños que establecen auténticas redes tróficas de sustentación que permiten la vida de los demás niveles, así mismo la Sociedad Global se alimenta de todos y cada uno de los individuos de cada cultura para presentar la riqueza genómica y cultural que constituye el mayor de nuestros acervos como género. Es, pura y simple, la democracia de la diversidad lo que mantiene la vida sobre la faz de la Tierra.
Dentro de la dinámica exploratoria de las evoluciones y propia sustentación de las especies dominantes, encontramos que la plataforma está conformada por los más pequeños, quienes son mucho más numerosos que los grandes. Pero a la vez, encontramos un mayor número de variedades “diferentes”, que se constituyen en modelos a seguir por los más numerosos cuando los más numerosos son afectados por los cambios de entorno suscitados en la sensible piel de la ecología natural; es más, son los “raros” los mas protegidos por los que son iguales, como si hubiese un ancestral código que obliga a preservar lo que no es abundante y contar con el patrón “vivo” que sirva para intentar otro camino que garantice la supervivencia si el medio circundante “cortase” el cordón umbilical que permite la supervivencia de la mayoría. Ante el evento catastrófico, es el “diferente” el que representa un modelo alterno, un plan “B” luego de que el mayoritariamente aceptado ha fallado. El mundo “natural” nos habla a través de sus interrelaciones, es impersonal, es colectivo, pero aún en medio de sus alucinantes cantidades, se esconden los “vértices” de interacción que comunican a la vastedad del tejido común. De la misma forma, el mundo “social” es capaz de hablarnos si descubrimos ese secreto código de respeto a lo diverso sobre el cual estamos articulando el bucle sociedad-educación-desarrollo