Shana Tova
La comunidad judía en Venezuela tiene dos razones muy especiales para celebrar: La primera es que el Yad Vashem, institución que se encarga de la divulgación, educación y recuerdo de la memoria de los fallecidos en el Holocausto durante la Segunda Guerra Mundial, ha sido galardonado con el Premio Príncipe de Asturias. Un honor muy grande, sobre todo cuando se piensa en las personalidades e instituciones que se lo disputan en el mundo entero. Muy significativo que el premio se lo hayan otorgado al Yad Vashem, en estos momentos en que se ciernen tantas amenazas sobre Israel y células antisemitas no sólo niegan el Holocausto, sino que también tratan de divulgar su odio, afortunadamente con poco éxito. Significativo también que el país que otorga el premio sea España, pues nunca es tarde para reivindicar las persecuciones, humillaciones y matanzas de judíos que hubo en ese país en siglos pasados.
La segunda razón es que el 11 de septiembre cumplió cien años de vida el señor Erwin Sensel. El señor Sensel es el decano de los 251 judíos que llegaron a La Guaira en 1939 en uno de los llamados «Barcos de la Esperanza», el Koenigstein. Una historia conmovedora que habla de calidad humana y solidaridad, de decisión y valor. El presidente Eleazar López Contreras, en un acto profundamente humanitario, les salvó la vida al otorgarles asilo. Hay que destacar también el coraje del Presidente, pues esa decisión lo enfrentaba a Hitler, en el momento quizás el hombre más poderoso y temido del mundo, y sin embargo la tomó.
Los venezolanos recibieron con los brazos abiertos a esos judíos que habían sido rechazados en otros lugares. En particular tengo que mencionar al doctor Aza Sánchez, quien facilitó sus terrenos en Mampote para que las familias se instalaran allí mientras enrumbaban sus vidas.
Con la conmemoración del Rosh HaShaná, a caba de comenzar el año nuevo 5768 para los judíos. En estos momentos transcurren los diez días de reflexión y arrepentimiento que culminarán en el día de la expiación, Yom Kipur. Ha comenzado el año nuevo con dos acontecimientos que prefiguran un año bueno. Y eso es exactamente lo que significa «Shana Tova», buen año.
Para todos mis amigos judíos, con respeto, cariño y admiración, y en memoria del presidente López Contreras y el doctor Aza Sánchez, ¡Shana Tova!