¡Venezuela primero!
Después de que el excongresista yanqui Joseph Kennedy II se quejara de que CITGO no le estaba dando el combustible de calefacción subsidiado – unos 250 millones de galones- a varias comunidades de norteamericanos, Caracas ordenó la restitución del programa.
¡Que sortarios esos gringos! Aquí lo que ha habido son cortes en el acceso a los dólares y desabastecimiento.
Estamos en una crisis económica. La deuda externa ha crecido seis veces en los últimos siete años, el crecimiento económico cayó de 5.6% en 2012 a 1,6% el año pasado y se estima que este primer trimestre sea negativo. La producción y el precio del petróleo caen. No hay dólares, su venta al sector privado cayó en 25% en 2013. Acaban de devaluar en casi 100%. Vamos en picada y vendrán más recortes. La clase media ha sido castigada reduciendo su cupo de dólares para viajes, y satanizarla con eso de “raspacupo” como si ella fuera la responsable de este desastre. A los empresarios se les obliga a reducir su ganancia a un 30% mientras que el régimen lucha para que la ganancia de PDVSA suba del 500% ¿ Cuál es el precio justo?
Pero, hay dólares para la Cuba de los Castro, Acaban de firmar un acuerdo por US$1,3 millardos. Sin contar los más de 100.000 barriles de petróleo subsidiado que les enviamos. O para pagar la reconstrucción de Haití. Según su embajador el 75% de lo que se hace allá proviene de nuestra ayuda que se estimó en la bicoca de $2,5 millardos y hay denuncias serias de corrupción en el uso de ese dinero. Para sus amigos en el exterior sobran los dólares,como es el caso de Nicaragua y El Salvador, donde PDVSA ha creado empresas que sirven para financiar los partidos afines al castrochavismo.
¿Cómo es posible que a los venezolanos se nos someta a escasez de dólares y productos, si hay otros que disfrutan de nuestros petrodólares? Llaman pitiyanquis a los que prefieren lo gringo que lo criollo. Pero los chavistas serían pitixenos o simplemente xenófilos, pues prefieren a los empresarios extranjeros que a los criollos, o a los médicos cubanos que a los de aquí. Confían más en los militares cubanos que en los nuestros o en los constructores bielorrusos, portugueses o iraníes que en los venezolanos. Tienen un profundo desprecio por los venezolanos, en especial por los que no se les arrodillan.
Por defender causas extranjeras ponen en riesgo nuestra soberanía territorial: al norte en el Caribe, al este con Guyana y al Oeste con Colombia. A estas alturas no creo que ningún venezolano pensante – civil o militar- pueda seguir argumentando que hay que darle una oportunidad a este régimen. A 22 años del golpe del 4F y con 15 años del chavismo en el poder no pueden decir que no sabían. Es hora de comenzar a hablar de complicidades. ¡Venezuela primero, carajo!