La religión no es tan inofensiva como el horóscopo y el tarot
El horóscopo y el tarot, son dos medios muy populares en todo el mundo para intentar adivinar lo que ocurrirá en el futuro de una persona; y la teología católica romana también dice que el futuro de cada persona ya está escrito, y lo llaman: “La Divina Providencia”.
La Wikipedia (http://en.wikipedia.org/wiki/Divine_Providence#Catholic_theology), dice que: “San Agustín de Hippo es quizás más famosamente asociado con la doctrina de la Divina Providencia en el Occidente latino. Sin embargo, las enseñanzas cristianas sobre la providencia en la cúspide de la Edad Media (siglos once al trece de la era actual) fueron mayormente desarrolladas por Santo Tomás de Aquino, en su obra Summa Theologica. La providencia; como el cuidado ejercido por el Ser Supremo sobre el universo; la visión de éste y su cuidado por su futuro es extensamente desarrollado y explicado por Tomás de Aquino y los tomistas modernos. Uno de los estudios modernos más sobresalientes; del tomista y padre dominico Reginald Garrigou Lagrange, titulado “Providencia. Amoroso Cuidado de Dios por el Hombre y la Necesidad de Confiar en Dios Todopoderoso” (publicado en 1932) presenta y resuelve a la luz de la doctrina católica los asuntos más difíciles relacionados con la providencia. En la subsiguiente generación, teólogos católicos como Henri de Lubac y Hans urs von Balthasar, desarrollaron la doctrina en formas que enfatizaban sus orígenes bíblicos y agustinianos en el pensamiento cristiano”.
Lo que nos enseñan tanto el horóscopo y el tarot, como la doctrina religiosa; es que el ser humano—al ser la criatura animal dotada con el más voluminoso y desarrollado cerebro de todas las criaturas animales que han existido y existen en el planeta Tierra—es que la evolución lo diseñó para que tuviese una permanente preocupación por el porvenir; y a diferencia de otras criaturas, una capacidad para planificar su propio futuro—y es por ello; que a diferencia del resto de las criaturas animales—que no saben de donde obtendrán su próxima comida ni si podrán seguir residiendo en su actual guarida o territorio—el ser humano desarrolló la agricultura, la domesticación de animales, los acueductos, y muy diversas formas de organización política, que le proporcionan una sensación tan firme de estabilidad en el tiempo, que; sin preocupacines existenciales, ha podido dedicar sus capacidades intelectuales y físicas a la invención constante de todo tipo de cosas, que ya no sólo le garantizan sus necesidades básicas, sino que le proporcionan numerosas otras satisfacciones; como por ejemplo, la contemplación de la belleza artística en todas sus formas y la participación en una cada vez más creciente cantidad de actividades deportivas y recreativas.
Sin embargo la estabilidad a través del tiempo que percibe el ser humano; es, como dije arriba, sólo una sensación; porque no es posible predecir el futuro.
Lo más cercano que ha logrado llegar el ser humano en la predicción del futuro con una muy razonable tasa de acierto, es mediante la observación científica de todas aquellas variables que inciden en las cosas que les preocupan o les interesan; por cualquier causa, y el empleo de las probabilidades estadísticas, para intentar minimizar los márgenes de error—que siempre existirán.
Es por ello que podemos afirmar sin temor a equivocarnos, que la religión no es tan inofensiva como el horóscopo y el tarot; porque estos últimos—en el caso que nos ocupa—son opciones disponibles a las personas que no han tenido acceso a suficientes conocimientos científicos, para obtener una referencia con la cual guiar sus actuaciones—lo que significa que; esas personas, siguen usando su natural capacidad de pensar e imaginarse que pueden controlar su futuro—mientras que la religión los desorienta y les miente al decirles que su futuro ya fue decidido por “Dios”—invitándolos a desperdiciar sus naturales talentos para prodigarse a sí mismos con una vida mejor, al decirles que “es inútil cualquier cosa que hagan para intentar cambiar “el destino” que “Dios” les definió.