Desarrollo local y calidad de vida
En el mundo contemporáneo, el término Calidad de Vida ha venido a sustituir en el ideario social de la Humanidad al término Felicidad, justamente cuando se incorporaron los conceptos de bienestar y salud ambiental como los estados deseables de la población. Quizás, la consecuencia natural de la aplicación del conocimiento en todas sus áreas, tenga que ver con la creación de este concepto práctico que posibilita la medición de los logros sociales en términos de un indicador que nos permite la evaluación del progreso de las políticas públicas.
El término Calidad de Vida se presenta como una necesidad por alcanzar en virtud al deterioro de las condiciones de la vida urbana.La preocupación por las consecuencias de la industrialización de la Sociedad, coloca en evidencia la necesidad de medir esta realidad a través de datos objetivos. Así, las Ciencias Sociales diseñan el desarrollo de los indicadores sociales, estadísticos que permiten medir datos y hechos vinculados al bienestar social de una población. Estos indicadores tuvieron su propia evolución siendo en un primer momento referencia de las condiciones objetivas, de tipo económico y social, para en un segundo momento contemplar elementos particulares y personales, de los comúnmente denominados subjetivos.
Sin duda que la inclusión de la expresión en el “Social Indicators Research” en 1974 y en el “Sociological Abstracts” en 1979, propició la difusión teórica y metodológica con la cual la conocemos hoy en día, como un concepto integrador que comprende todas las áreas de la vida (carácter multidimensional) y hace referencia tanto a condiciones objetivas como a componentes subjetivos.
En cuanto al desarrollo local, se puede definir como el proceso de transformación de la economía y de la sociedad local, orientado a superar las dificultades y retos existentes, que busca mejorar las condiciones de vida de la población mediante una acción decidida y concertada entre los diferentes agentes socioeconómicos locales, públicos y privados, para el aprovechamiento más eficiente y sustentable de los recursos endógenos existentes, tanto los económicos como los no económicos( como los recursos sociales, culturales, históricos, institucionales, paisajísticos) mediante el fomento de las capacidades de emprendimiento empresarial local y la creación de un entorno innovador en el territorio.
El autor Manfred Max-Neef en sus textos “La Economía Descalza” y “Desarrollo a Escala Humana” ha realizado interesantes aproximaciones que han influido notablemente en el enfoque del desarrollo local y su vinculación con la Calidad de Vida.
Explorando sus indagaciones, encontramos cuatro dimensiones básicas para la Calidad de Vida: las sociales, las económicas, las ambientales y culturales.
Una novedosa herramienta, el Plan de Desarrollo Local, puede ser aplicada para vencer la depresión económica y la pobreza de nuestra población más desfavorecida, fomentando su bienestar. El Plan de Desarrollo Local es un instrumento de gestión útil para propulsar el desarrollo social de una comunidad rural, un barrio marginal, o cualquier otra comunidad que tenga una integración y unidad de propósitos generales.La comunidad considerada requiere de la participación organizada de sus ciudadanos para mejorar su Calidad de Vida.
El Plan de Desarrollo Local se sustenta en acciones autogestionarias en donde las organizaciones comunales existentes y las que se crearen juegan un papel predominante, pues ellas tendrán la responsabilidad de organizar, promover, ejecutar, coordinar o gestionar las acciones que permiten alcanzar las metas.Se trata de acciones sencillas, posibles de realizar, pero que al hacerlas en forma colectiva, organizada y continua dan como resultado un entorno limpio, saludable, floreciente por voluntad de sus ciudadanos y liderados por sus organizaciones.