¡Un Grito pegado en la pared!
“La Educación NO es para Adoctrinar sino para Construir un país. Por mi
libertad. Yo decido.» UCV.
Al leer esta pancarta desplegada por estudiantes de la UCV en el
Distribuidor Altamira de la autopista Francisco Fajardo , no sólo me
emocione por este “Grito pegado en la pared”, sino cuanta razón tienen estos
muchachos en defender una educación libre y al decir asertivamente «Yo
Decido», están rechazando categóricamente cualquier intento de cubanizar la
educación venezolana. Los muchachos nos están diciendo que en el campo de la
educación no conviene que el Estado se arrogue el derecho de establecer
monopolios o modelos únicos. Por el contrario, mientras mayor sea la
diversidad en el campo de la enseñanza y mayores las opciones de elección
para los educandos –a partir, se entiende, de unos mínimos coeficientes de
excelencia – más rica y libre será la cultura resultante, porque mientras
menos inculta sea una persona, mejor preparada estará para defenderse contra
la adversidad y la barbarie, tendrá una vida más intensa y variada y será
más libre. Nos están diciendo que SE DEBE REVISAR EL SISTEMA CURRICULAR,
EN FORMA CONSENSUADA CON TODA LA SOCIEDAD Y NO DEBE SER IMPUESTA POR EL
GOBIERNO DE TURNO, Y MUCHO MENOS POR UN PARTIDO POLÍTICO.
Se habla del éxito de la educación en Cuba, pero es notoria sus
contradicciones, se le enseña a leer a la población, se supera con creces
los índices de alfabetización del pasado pero después se impone en forma
dictatorial lo que se debe leer y hasta lo que debe pensar. En esto no hay
escapatoria. Y esto, los estudiantes, los maestros, los padres y apoderados
lo tienen clarito.
Al decir,» la educación es para construir un país», están afirmando que el
orgullo de ellos debe consistir en crear sociedades más desarrolladas, más
modernas, más democráticas y justas. Libertad para leer y pensar y no como
ocurre en Cuba que ese derecho está coartado.
Si estimados muchachos, estoy de acuerdo con Uds. Hay que lograr una
educación con libertad, que incentive la creatividad y valorice la
responsabilidad personal, en base a un perfeccionamiento constante del
servicio educativo y al otorgamiento de mayores posibilidades de elección a
los padres.
• Educación con mayor libertad: dar un mayor énfasis a la escuela y su
profesorado, en lugar de a las estructuras con grandes presupuestos; es
necesario lograr una efectiva y plena descentralización, reforzando y
perfeccionando la acción de las municipalidades y de los establecimientos
particulares subvencionados. Para ello, es imprescindible impedir cualquier
intento de dominar la educación.
• Educación para la creatividad: favorecer la generación de nuevas
metodologías y planes de estudios que faciliten la acción del profesor y lo
comprometan, más profundamente, con el desarrollo personal y valórico de
cada alumno. La respuesta de la escuela debe ser innovadora y sugerente para
los niños y jóvenes, quienes perciben la actividad escolar como algo lejano
y distante del fascinante y cambiante mundo de la TV y la tecnología.
• Educación para la responsabilidad personal: la gran tarea para el futuro
consiste en formar jóvenes muy conscientes de los valores y deberes que
deben orientar su vida. (Más ahora con el mal ejemplo de una creciente
corrupción). Ello se logra con escuelas como entes activos, con programas
propios acordes a los requerimientos de los alumnos que a ellas acudan.
• Educación que ofrezca alternativas: la rapidez de los cambios y las
características personales de cada joven exigen que el sistema educacional
ofrezca diversas opciones de especialización y pronta vinculación al mundo
del trabajo. Para ello, es fundamental fomentar una gran diversidad de
planes y programas educativos.
¡Bravo muchachos!, realmente vuestra pancarta fue un Grito pegado en la
pared, les están gritando a sus compatriotas que una ciudadanía bien educada
e informada difícilmente podría ser embaucada por esos vendedores de aceite
de serpientes y fabricantes de milagros que a menudo, entre nosotros,
ofician de estadistas, reciban un fraternal abrazo, de un maestro con
cariño.