Opinión Nacional

Popularidad del Fútbol Causa el Calentamiento Global

El Cujú; palabra china que literalmente significa: “bola para patear” es un antiguo código de fútbol con similitudes al fútbol [de hoy en día]. El Cujú se originó en China y también era jugado en Corea, Japón y Vietnam. Se ha argumentado que esta “forma primitiva de fútbol existió en China siglos antes de que fuese modificado; a mediados del siglo 18, y dotado de reglas por académicos británicos para convertirlo en el fútbol de asociación como es conocido hoy”
Fuente: http://en.wikipedia.org/wiki/Cuju

Coincidencialmente; como nos indica la cita de arriba, el fútbol moderno comenzó a existir en el mundo—en el mismo lugar (Inglaterra) y al mismo tiempo (segunda mitad del siglo 18) que la Revolución Industrial—revolución que es acusada por muchos ambientalistas y políticos irresponsables, de haber comenzado el aumento de las emisiones humanas hacia la atmósfera del dióxido de carbono (CO2)—el cual al ser un “potente gas invernadero”, sería el culpable del actual calentamiento global.

Pues si tomamos en serio a esos ambientalistas y políticos irresponsables—nosotros podríamos igualmente afirmar seriamente, que no es el incremento de las emisiones humanas de CO2, lo que está causando el calentamiento global, sino la popularidad del fútbol, ya que; datos ciertos e innegables, demuestran sin lugar a dudas que ha medida que iba creciendo la popularidad del fútbol en el mundo, iban también creciendo las temperaturas de nuestro planeta.

Algo similar puede decirse del hallazgo de algunos científicos franceses de que los análisis de columnas de hielo extraídas del continente antártico, “demuestran que a medida que iba creciendo la concentración de metano (CH4) en la atmósfera, (otro potente gas invernadero), se incrementaba la fuerza de los monzones asiáticos”. (los monzones son vientos estacionales que soplan sobre el océano índico y el sureste de Asia desde el suroeste en verano—de junio hasta septiembre—y desde el noreste en el invierno—desde diciembre hasta marzo—y que producen extensas lluvias, tormentas e inundaciones, todos los años).

De la misma manera que resulta risible culpar a la popularidad del fútbol por el calentamiento global, también es risible la seudo-ciencia que afirma que los incrementos de las emisiones humanas de CO2 (dióxido de carbono), CH4 (metano) y óxido nitroso (N2O), son los que causan el calentamiento global; porque…

¿No será al revés? ¿Qué el calentamiento global es el causante de que tanto el CO2 como el CH4 y el N2O, producidos por los seres humanos se concentren en la atmósfera? ¿Cuál es la causa y cuál es el efecto? ¿Adónde están las sesudas investigaciones, y los complejos experimentos científicos que demuestran que las emisiones humanas de “gases invernadero” son la causa del calentamiento global?.

Si se suman todas las emisiones de CO2, CH4 y N2O, producidas por todos los vehículos, aviones, plantas termoeléctricas, incendios forestales, y los pedos y eructos de todos los rebaños de animales de granja que existen en el planeta Tierra—la cantidad total de esos gases invernadero SERÍA INSIGNIFICANTE—comparada con la cantidad del MÁS PODEROSO DE TODOS LOS GASES INVERNADERO QUE EXISTEN: el vapor de agua.

Y; prácticamente, el 100 % del vapor de agua que existe en la atmósfera es natural—y desde siempre ha sido el responsable del “calentamiento global”—y no es emitido por los seres humanos, sino que es producto de la natural evaporación que la luz solar provoca al incidir sobre la superficie de todos los océanos, lagos, y cualquier otro charco del planeta—así como por la transpiración de los árboles de las selvas tropicales y lluviosas—como la del Amazonas—que se liberan del exceso de agua que provocan las naturales y sumamente copiosas lluvias que caen sobre esos bosques casi diariamente.

Por ejemplo, el Pantanal, que es el área de tierras húmedas más extensa del mundo—(pero una pequeña fracción de la selva amazónica), cubre una superficie de 195 mil kilómetros cuadrados repartidos principalmente en Brasil y pequeñas porciones en Bolivia y Paraguay, y queda sumergido bajo tres metros de agua desde diciembre hasta mayo.

Otro ejemplo son los llanos venezolanos ubicados en los estados Anzoátegui, Apure, Barinas, Cojedes, Guárico, Monagas y Portuguesa—los que junto a los pantanales del estado Delta Amacuro abarcan el 35 % del territorio venezolano; es decir, 320 mil 756 kilómetros cuadrados, y al igual que el Pantanal, los llanos venezolanos se inundan en enormes extensiones durante la temporada de lluvias que va desde el mes de mayo hasta el mes de octubre—y progresivamente toda el agua de las inundaciones llaneras venezolanas, se evapora hacia la atmósfera—sin que los venezolanos—ni ningún otro ser humano del planeta, puedan impedirlo: es la naturaleza la que gobierna esos procesos de inundación y evaporación.

Preguntas: ¿Qué cantidad del vapor de agua que existe en la atmósfera proviene del Pantanal, de los llanos venezolanos y de las muchas otras selvas tropicales y lluviosas; y sabanas inundables del mundo? ¿Cómo se compara esa cantidad de este poderoso gas invernadero con la que produce la evaporación de todos los océanos de la Tierra?

¿Cuál científico o institución científica ha demostrado que los seres humanos son más poderosos que todos los océanos, selvas, y sabanas inundables de la Tierra juntos, en la producción de “gases invernadero”?

¿Porqué los periodistas no le hacen esas preguntas a los ambientalistas y políticos que se la pasan acusando a los seres humanos de estar calentando el planeta con su “excesivo consumo de combustibles fósiles (carbón, gas natural y petróleo)?

¿Porqué no les preguntan también si el vapor de agua es un “gas invernadero” y si éste es más potente o más débil que el dióxido de carbono (CO2), el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), en su potencial para elevar la temperatura de la Tierra?, ¿Cómo se compara la cantidad de vapor de agua que existe en la atmósfera con las cantidades de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso atmosféricos?; y sobre todo: ¿Porqué los periodistas no le preguntan a esos ambientalistas y políticos: ¿Porqué nunca mencionan al vapor de agua como uno de los gases invernadero? ¿Porqué ocultan su poderoso efecto en el calentamiento global de nuestro planeta?.

El Protocolo de Kyoto—es un acuerdo político—no científico—firmado el 11 de diciembre de 1997 por 175 países e instituciones del mundo que obliga a los firmantes a promover políticas y leyes que establezcan límites obligatorios a las emisiones de “gases invernadero” producidos por las actividades humanas—porque supuestamente esas emisiones serían las responsables del calentamiento global—PERO ESA CREENCIA NO TIENE FUNDAMENTOS CIENTÍFICOS.

Y obligaría a todos los productores de alimentos y manufacturas a invertir cuantiosas sumas de dinero en tecnologías que les permitan ajustarse a los límites de emisiones que establece el Protocolo de Kyoto—lo que produciría un incremento en los costos de producción y en los precios de prácticamente todos los alimentos y casi todos los productos manufacturados, como el vestuario, el calzado y los materiales para construir viviendas—sin que ese costoso esfuerzo tenga ningún efecto significativo en bajar las temperaturas de nuestro planeta:

El Dr. Fred Singer; físico atmosférico, en una carta del 10 de septiembre de 2001 dirigida al Editor del periódico estadounidense Wall Street Journal, escribió: “No existe disputa en lo absoluto sobre el hecho de que aún si es observado escrupulosamente, (el Protocolo de Kyoto) tendría un efecto imperceptible sobre las futuras temperaturas—una vigésima parte de un grado para el 2050”

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