OpiniónOpinión Nacional

La Paz Como Estrategia

 “No hay un camino para la paz; la paz es el camino” Mahatma Gandhi

Al momento de escribir estas palabras, ascienden, oficialmente, a 17 las víctimas fatales de las protestas en Venezuela que iniciaran el pasado 04 de abril de 2017, en virtud de las sentencias 155 y 156 de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia; a través de las cuales este órgano asumió la totalidad de las funciones de la Asamblea Nacional; creando un escenario en el que “se evidencian varias violaciones del orden constitucional y desconocimiento del modelo de Estado consagrado en nuestra Constitución de la República Bolivariana de Venezuela; lo que constituye una ruptura del orden constitucional”, según palabras textuales de la Fiscal General de la República Luisa Ortega Díaz, pronunciadas durante su rendición de memoria y cuenta el día 31 de marzo de 2017.

Las cifras del Ministerio del Poder Popular para las Relaciones Interiores Justicia y Paz dan cuenta de las bajas de: Jairo Ramírez (45), William Marrero, (33), Robert Centeno (29), Jonathan Meneses (27), Yoigerber Barrera (25), Elio Pacheco (20), Estiverson Zamora (29), Kevin León (30), Francisco González (34), Ramón Martínez (29), Jairo Ortiz (19), Daniel Queliz (20), Miguel Colmenares (36), Bryan Principal (14), Carlos José Moreno (17), Paola Ramírez (23), Carmelina Carrillo (47).

Aún quedan por determinar las circunstancias exactas y todos los responsables de estas lamentables pérdidas; mientras se eleva el clamor por justicia pero, sobre todo, queda en el ambiente un gran temor ante el prospecto de la violencia como mecanismo idóneo para el logro de los objetivos políticos. El legítimo derecho a la protesta, consagrado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV), deja de ser tal cuando las manifestaciones se tornan violentas; atentatorias contra las vidas, los bienes públicos y privados.

Si bien importantes teóricos de la liberación y la descolonización como Aimé Cesaire y su legendario pupilo Frantz Fanon reivindicaron el uso de la fuerza como medio para la liberación y la emancipación del hombre negro; sus fervorosos postulados han probado ser muy sólidos en la teoría pero inviables en la práctica.

La historia contemporánea ha demostrado como la paz, en sí misma, trasciende la doctrina cristiana de poner la otra mejilla por el mero amor al prójimo. Se trata, pues, de una estrategia poderosa que legitima al protestante y expone al opresor

Ya en el marco de la lucha por los derechos civiles en EEUU, dos grandes líderes que perseguían un mismo fin (la igualdad racial): El Dr. Martin Luther King Jr. y Malcom X, se enfrentaron, en el plano ideológico, en razón de tales posturas. Por una parte, el Dr. King citaba cómo el ejemplo de la lucha no violenta de Mahatma Gandhi, en la India, condujo a la liberación de su país, mientras que X tildaba de inocente y martirizadora la premisa de obligar a los afroamericanos a resistir, estoicamente, los brutales ataques del hombre blanco sin hacer uso legítimo de la fuerza. Afortunadamente, la posteridad vino a demostrar la preeminencia de la primera tesis sobre la segunda.

Nuevamente, llegaría otra universal evidencia de esta premisa: la ejemplar lucha contra el régimen segregacionista del Apartheid, en Suráfrica, que relegaba a la población negra (90% del total) a condiciones degradantes y lesivas a favor de la población blanca (10%). En las calles, en su cautiverio de 27 años y tras ser liberado, el gran líder de este movimiento, Nelson Mandela, supo comprender y capitalizar la naturaleza estratégica de la lucha pacífica en pro de la emancipación de su pueblo.

Indudablemente, los contextos históricos, socio-políticos y las fuerzas profundas propias de cada escenario determinan la dinámica de los acontecimientos. Ciertamente, hay históricos y sobrados ejemplos en los cuales el uso de la fuerza ha sido refrendado por el estado de necesidad o la legítima defensa. Cuesta imaginar a un Simón Bolívar ofreciendo una resistencia pacífica en contra de los ejércitos realistas que se oponían a la causa independentista. Ese contexto; ese momento histórico, indudablemente, validó el uso de la fuerza por parte de los patriotas. ¿Puede alguien negarlo?

Naturalmente, resulta absurdo e inmoral permanecer en santa calma si la vida propia, la de un ser querido o incluso las propiedades están siendo amenazadas y tal supuesto, en el caso que nos atañe (la coyuntura nacional), también está previsto tanto en la CRBV así como en sendos tratados y convenios internacionales sobre Derechos Humanos.

Sin embargo, al observar el cuadro completo, resulta necesario establecer, tajantemente, que la restauración del hilo constitucional en Venezuela sólo será viable por el camino de la paz; lo cual no es, en forma alguna, un planteamiento romántico e idealista sino más bien estratégico. A través de la protesta pacífica se continuará evidenciando, de manera pública y notoria, la violación de los derechos fundamentales de los ciudadanos. La brutal represión en contra de las manifestaciones de la sociedad civil, que cada vez escala a mayores alturas, terminará resultando injustificable ante la comunidad internacional, al punto de generarse un aislamiento que obligue al Gobierno Nacional a transitar por la vía constitucional sobre la base del Sistema Universal de Protección de los Derechos Humanos. En contra parte, el vandalismo y el pillaje como medios de protesta, mismos que también hemos denunciado públicamente, carecen de legitimidad alguna y validan, prácticamente, cualquier medida de fuerza para su contención; en tanto pueden ser tipificados como actos terroristas por la legislación nacional como por la doctrina internacional; prolongando así la grave crisis político-económica-social de nuestro país. Desde esa óptica la paz no es un eslogan vacío sino LA ESTRATEGIA NECESARIA.

@franciscojtovar

Los comentarios, textos, investigaciones, reportajes, escritos y demás productos de los columnistas y colaboradores de analitica.com, no comprometen ni vinculan bajo ninguna responsabilidad a la sociedad comercial controlante del medio de comunicación, ni a su editor, toda vez que en el libre desarrollo de su profesión, pueden tener opiniones que no necesariamente están acorde a la política y posición del portal
Fundado hace 28 años, Analitica.com es el primer medio digital creado en Venezuela. Tu aporte voluntario es fundamental para que continuemos creciendo e informando. ¡Contamos contigo!
Contribuir

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Te puede interesar
Cerrar
Botón volver arriba