La Venezuela positiva
El pasado viernes 3 de octubre, durante la emisión del magnífico programa diario de César Miguel Rondón por las ondas de Mágica 99.5FM, escuchamos una aseveración del estupendo flautista Luís Julio Toro que nos inspiró estas líneas.
Decía el señor Toro que en nuestra patria conviven, absolutamente separadas, dos comunidades. La Venezuela tradicional, positiva, trabajadora, constructora y la constituida por los miembros de la república bolivariana, que no solo está divorciada de la primera, sino que como es común, la ignora, la rechaza y la desdice.
Durante el programa de marras, que siempre tiene la información más interesante de que se dispone cada día, se celebraron dos eventos que ocurrieron casi en simultaneidad y que llenan de orgullo a todos quienes creemos en la Venezuela positiva.
Por una parte se entrevistó telefónicamente al doctor Alexis Bello quién en ese momento se encontraba en Minnesota para recibir el premio de la Fundación Medtronic por los trabajos realizados por su equipo de cirugía cardiovascular en el Hospital de Clínicas Caracas de San Bernardino.
Por la otra se celebraba el premio del Consejo Directivo del Grammy Latino que se le otorgó a nuestro apreciado venezolano Simón Díaz por su impecable y dilatada labor de composición y difusión de la mejor música de Venezuela.
Estamos obstinados de que la república bolivariana margine, desprecie, ignore y maltrate a la Venezuela positiva. Ya son infinitas las oportunidades cuando se ha ignorado el tránsito de un venezolano importante. Desde la desaparición del presidente Herrera Campins, pasando por muchos destacados políticos, excelsos artistas, eminentes deportistas, abnegados profesionales o simplemente, valiosos venezolanos que no han comulgado con las ideas del régimen, han sido execrados por las huestes del mal llamado bolivarianismo extremo.
También hemos recibido la información de los maltratos y abusos de poder hacia personas vinculadas al periodismo oral o escrito, quienes han sido atropellados por las autoridades de emigración a la hora de salir de Venezuela por las instalaciones del aeropuerto Simón Bolívar.
Creemos que la Venezuela seria tiene que exigir el trato debido y la consideración merecida por todos los ciudadanos de la nación. No creemos que en ningún sitio, dentro de la inmensa bibliografía del Libertador, se encuentre el más mínimo vestigio de discriminación hacia cualquier ciudadano.
Volviendo al tema que nos ocupa, el de las distinciones logradas por Simón y por el doctor Bello, entendemos que en ambos casos se trata de distinciones singulares, absolutamente reputadas y que la asignación a nuestros dos apreciados venezolanos no hace otra cosa que enaltecer la calidad del premio.
Honrar a quién honor merece es una obligación y para nosotros, un privilegio.
El tío Simón es un hombre hecho con la mejor pasta del venezolano cabal. El doctor Alexis Bello es otro profesional que nos hace orgullosos del gentilicio. No conocemos, personalmente, a ninguno de los dos. Venezuela cuenta con muchos hombres y mujeres que enaltecen a la ciudadanía y merecen el respeto y la admiración de todos.
Caracas, octubre de 2008
