Ingeniería Eléctrica y Sociedad
La Ingeniería Eléctrica se ha convertido progresivamente en el área de conocimiento sobre la cual se ha fundado la sociedad contemporánea.Sus logros iniciales,desde que el médico William Gilbert realizara los primeros ensayos descritos con las propiedades eléctricas de los materiales y el magnetismo terrestre, devinieron siglos después en el desarrollo de la telegrafía,que originaría a su vez los trabajos de Thomas Alva Edison y de Nicolás Tesla en el siglo XX, quienes le dieron a la generación y distribución de la corriente eléctrica continua y alterna respectivamente, una nueva dimensión que cambió definitivamente el mapa social, en particular en las ciudades.
Lo asombroso radica en que el uso masivo de la electricidad transformó por completo el propio desarrollo humano, en tanto que aumentó decenas de miles de veces su capacidad y diversidad productivas como nunca antes, en una dimensión sin parangón en la historia humana. Así entonces, le dió a la revolución industrial nacida bajo la fuerza del vapor,un inusitado y decidido empuje, abriendo las compuertas para el estallido de la sociedad del conocimiento que observamos hoy en día, el cual es una consecuencia directa del uso masivo de la electricidad. Si alguien preguntara donde comenzó la creación exponencial del conocimiento, habría que remitirse al aporte de la Ingeniería Eléctrica, que le ha dado al cuerpo social el equivalente del flujo sanguíneo al cuerpo humano, que mantiene su vitalidad y potencial productivo creciente.
Sin embargo, el propio conocimiento y uso democrático de la energía que suscitó con sus hallazgos, representa para la Ingeniería Eléctrica uno de sus mayores retos : encontrar, para la creciente población mundial, metodologías para el uso racional de la energía.De alguna manera, la paternidad sobre la modalidad energética mas utilizada en todo el orbe, la obliga a asumir el liderazgo de lo que va a ocurrir con el desarrollo de las energías alternativas de origen no fósil, en particular cuando las altas cifras de consumo parecen haber tocado techo y su impacto ambiental es de considerables consecuencias en todo el planeta.
Por ello , el Ingeniero Electricista hoy en día, no puede estar solo confinado a la sala de generación de energía o pegado con exclusividad al tablero de distribución y control de electricidad.Debe tener un alto componente de formación social, orientada básicamente a resolver loa agudos problemas de la distribución y el consumo energéticos.Desde ya, debe convertirse en la punta de lanza para la utilización de las fuentes de energía alternativas, como la solar, la eólica, la maretérmica,la geotérmica.Debe constituirse en el agente de cambio para el diseño de vehículos de transporte particular y colectivo que utilicen baterías eléctricas y solares. Así mismo, por ser el “Ingeniero de la Energía”, no puede estar ajeno al diseño de sistemas energéticos alimentados por combustibles no fósiles, los cuales progresivamente, irán aumentando su utilización en todo el mundo. Prepararnos para ese mundo no petrolero que vendrá, será quizás su más grande reto.Porque aunque podamos tener petróleo por siglos, es evidente que su uso como combustible ha tocado techo.El planeta necesita un refrescamiento a sus elevadas temperaturas y la disminución de los combustibles fósiles se encuentra enmarcada en esa estrategia necesaria.
El marco situacional del Ingeniero Electricista como el proveedor inteligente de la energía mundial, indudablemente lo coloca de manera contínua en la acción investigativa.El estudio permanente de las variables climatológicas debe ser incluido en su pensa de estudios, dada la naturaleza global y el impacto planetario que tiene el uso de la energía como factor climático.Por otra parte, indudablemente el campo de la ingeniería de nuevos materiales con propiedades híbridas de alto rendimiento, constituye para el ingeniero electricista un área de desarrollo equivalente al estudio de la genética en las Ciencias de la Salud o en la Biología. La gestación de materiales más resistentes al calor, más eficientes en el transporte de la energía y menos dañinos al ambiente, representa una tarea en la que diariamente debe desarrollar una línea de investigación permanente.
Por la misma naturaleza del conocimiento transdisciplinario que comienza a ser característico en el mundo de hoy, las áreas de potencia, control y comunicaciones, tienden a generar contenidos de mayor complementariedad, donde el funcionamiento idóneo del Ingeniero Electricista se encuentra en el ejercicio armónico de esa tridimensionalidad en su visión cognitiva para encarar los retos del diagnóstico,evaluación, mantenimiento y diseño tanto de los sistemas de energía como de los procedimientos vinculados a su uso, Y es allí donde aparece un área nueva de responsabilidad social que no se encuentra en los contenidos instruccionales del ingeniero electricista y que está relacionada, en general, con una nueva visión deontológica del ejercicio de esa importante carrera. Tiene que ver, esencialmente, con aumentar su papel de ordenador del consumo de la energía. Posiblemente sepa mejor que nadie, a la par del Ingeniero Mecánico, como los niveles de entropía (desorden molecular), aumentan en la medida en que la materia incrementa el uso de una energía que excede su capacidad de trabajo controlado y predecible. De tal manera, que el uso cada vez frecuente de una energía mayor que su consumo útil y que se pierde en forma de calor, generando el calentamiento global que observamos hoy en día, amerita que este profesional se forme tambien en los que podríamos llamar “la didáctica del calor”, con aplicaciones impensables hoy en día pero que pudieran muy bien cristalizarse a mediano plazo , relacionadas con aplicaciones de los principios de la ingeniería eléctrica en la electrónica utilizada en la intervención médica de las llamadas “enfermedades terminales”, las cuales se encuentran muy asociadas al incremento de temperatura en células y tejidos,como por ejemplo el cáncer.A través de la nanotecnología, sería posible intervenir la dinámica de las células cancerígenas mediante un proceso de criogenización que redujera al mínimo la actividad de las células malignas, disminuyendo su reproducción incontrolada que ocasiona la metástasis de los tejidos y posteriormente la muerte de los pacientes.
La posibilidad de obtener estos beneficios como cultura, indudablemente pasa porque transformemos nuestra mentalidad del ingeniero, en particular del electricista y lo coloquemos de nuevo en el camino de la investigación que nutrió sus orígenes, y que estuvo en la actividad de hombres tan ingeniosos como Edison y Tesla.
La amplia gama de aplicaciones y la generación de un perfil mas completo al actual, depende del esfuerzo común para contribuir a la expansión del diseño de proyectos en ingeniería eléctrica, asociados a la investigación y aplicación de las energías alternativas, y el lograr la generación y distribución de la electricidad con menor perdida de calor al ambiente, posiblemente con diseños novísimos que logren una iluminación “en frío”, que posibiliten el manejo del calor a través de sintonizadores de microondas que permitan captar las emisiones calóricas, lo cual resolvería en gran parte nuestro problema de calentamiento global, ya que lograríamos la disminución al mínimo del calor que agregamos al efecto invernadero que ya tiene la Tierra. Uno de los “médicos de la Tierra” indispensables en esa cruzada mundial del control calórico, es sin duda el Ingeniero Electricista, el cual debe avanzar su perfil de investigación para hacer posible un futuro mas seguro para la humanidad y para toda la vida.
En lo referente a nuestra situación país, necesitamos convertirnos en una nación que produzca tecnologías energéticas, tanto para nuestro consumo como para la exportación.Para ello, requerimos la conformación de un Ingeniero Electricista capaz de crear a partir de su talento, la más grande de las revoluciones que pudiera conocer nuestra patria.La revolución de la energía alternativa.