Las Enseñanzas del Derecho Médico, una apuesta `por el Desarrollo Humano
Un permanente debate en medio de la comunidad científica lo constituye el tema de la ética de la ciencia.Y eso tiene mucho que ver con las limitaciones y alcances de los conocimientos y los medios para alcanzarlos, al igual que los escenarios donde aplicarlos. La historia de la civilización humana es tambien la historia de los hechos y aplicaciones de la Ciencia, tanto para producir bienestar como para producir destrucción. No parece sencillo determinar donde comienza y donde termina el deber ser de la Ciencia, si ella tiene un fin y un término, donde ampliar, donde restringir.
Un buen amigo, un buen día, decidió recorrer esos caminos donde las vocaciones y las responsabilidades se cruzan, una frontera donde había un muro infranqueable que incomunicaba el mundo de la Ciencia y su responsabilidad social. Me refiero al emérito Dr. Geraldo De Freitas Drumond y su hallazgo del Derecho Médico.
El Dr. De Freitas Drumond es mi percepción del brasileño universal.Un hombre capaz de ver al mundo sin fronteras, donde la humanidad es el evento mas trascendente.Un ciudadano de Minas Gerais que recorre las caminerías de la Universidad de Montes Claros,cuya rectoría ejerció brillantemente, como un miembro mas de esos magníficos espacios donde la cortesía es la norma, donde pareciera que cada miembro de la comunidad asumiese en su trato y conversación esa afabilidad que solo una mentalidad serenamente ecológica puede tener.La lección de aquellas sendas pobladas de amigable verdor y afable conocimiento, nos invita a la exploración del pensamiento de este hombre excepcional, que decidió dotar al quirófano de una ecología del conocimiento enmarcada por el maravilloso universo humano, su visión integrada del cosmos que vive y comparte lleno de afectos, lleno de sensibilidades, con el escalpelo preparado para dar una mano a aquel ciudadano que extiende la suya al solicitar una ayuda para aliviar los dolores de sus afecciones.
En la mente de De Freitas Drumond está el paciente y con él , el tesoro invaluable de su salud.De una salud que además de restituirse , amerita de su valoración, no solo individual , sino tambien del entorno.Allí es donde asocia al paciente individual con el paciente social y percibe un tesoro social como antes percibió el individual. Y ante la vibración asincrónica de estas entidades, decide que es buen tiempo para generar un cuerpo científico dotado en su acción de ese carácter que armonice las dos caras de una misma entidad.La Ciencia concebida como Salud.La Salud concebida como derecho. Un derecho apreciable y tangible.Un derecho posible en tanto que el conocimiento de ser y de saber nos sea brindado.Un derecho sin pausa, continuo, que enlace la visión como una misión de vida, donde la sinapsis virtuosa del pensamiento benefactor se logre migrar en la acción dotada de servicio, en donde la habilitación de las funciones orgánicas se constituye en la norma resonante de un sistema social comunicativo para la salud, no como un saber más, sino como el saber que conecte a todos los demás con su mensaje, directo, sin interlocuciones escabrosas y con conectividad sencilla.La salud social vestida de calidad de vida.Ese ha sido el ministerio de este buen amigo del mundo,benefactor de saberes, a quienes la Medicina y el Derecho agradecen su encuentro con su razón de ser.
El esfuerzo de De Freitas como investigador se vió reflejado en el impacto que tuvieron sus intervenciones en el seno de la comunidad científica brasileña.Luego, como resultado de su incansable e itinerante esfuerzo, cristalizó la creación de la Sociedad Iberoamericana de Derecho Médico, en la cual reunió a un selecto grupo de médicos y abogados de toda Hispanoamérica, orientados al desarrollo de una necesaria línea de investigación que supuso la integración de paradigmas nuevos de exploración transdisciplinaria. El espíritu de esa mancomunidad, la sinergia con la cual ha trabajado, producido e intercambiado conocimientos, ha mostrado la poderosa identidad cultural que nos vincula y que nos compromete con una cosmovisión de la ciencia sumamente rica y novedosa, capaz de traducirse en espacio humano como ninguna anterior ensayada en nuestra área geográfica y que se muestra como un claro ejemplo a seguir y consolidar no solo en el saber hispanoamericano sino en todas nuestras expresiones políticas, económicas y sociales.
El Dr. De Freitas Drumond, orgullo genuino del gentilicio brasileño y suramericano, ha mostrado como esa ciencia de interfase del Derecho Médico se convierte igualmente en una muestra del desarrollo del conocimiento complejo, no por su dificultad sino por su conectividad con la realidad, expandiendo la teoría y la experticia mas allá del visor disciplinar de una interpretación aislada del diverso crisol donde ocurría.El eximio Profesor , ha logrado enseñar el telar maravilloso del descubrimiento conjunto, dejando escuchar las resonancias de su trabajo de refinado investigador con el talento de un sastre creando un traje a la medida de aquel terreno exploratorio donde siembra y cultiva a la vez, nutriendo con la fertilización que solo produce la constancia centrada en el sueño posible, las tierras que abonadas emergerán con las mejores cosechas de nuestra Iberoamérica mestiza y multicolor.El producto de nuestro encuentro intelectual comienza a manifestarse como una opción válida de globalidad en donde no se pierde en la etérea referencia el conocimiento obtenido, sino antes bien , es traducido en una revitalizante energía social de donde emerge el médico con un valor agregado que lo reivindica en el seno del ejercicio profesional integrándolo a una filosofía y sentido de la ética social ,
¿Cuál es el secreto del quehacer científico de De Freitas Drumond? ¿Cómo ha sido posible en él la encarnación epistémica de esa maravillosa área científica en plena formación, cuyos mecanismos difusores ha dinamizado para armonizar la termodinámica conjunta de dos ciencias que por primera vez no se juzgan sino que se apoyan en el encuentro de la veta común del beneficio colectivo? Se diría que todo parte de un enorme talento para gerenciar investigaciones donde múltiples disciplinas concurren, donde la capacidad de observación se ha potenciado con un gran talento perceptivo para hacer tangible lo que para otros solo representan abstracciones. Y ello, con un profundo sentido práctico para detectar lo sustancial, lo vertebral, el estructuralmente significativo de un estudio y de una óptica investigativa. No en balde , De Freitas Drumond fue designado luego de su excepcional rectoría en Montes Claros como Director General de Pesquisas del Estado de Minas Gerais, es decir, La Dirección General de Investigación de mas de ochocientos mil kilómetros cuadrados llenos de la mayor biodiversidad del Planeta y de una ecología humana diversa, con notables centros de producción del saber tropical de una población que se está proyectando como una comunidad que ya coloca los rieles del desarrollo en su camino y con los vagones prestos a emprender uno de los despegues económicos mas sorprendentes e inéditos en la América Latina. Y allí está nuestro sabio amigo, orquestando como director de sinfónica esos talentos que emergen como investigadores, cuidando cual celoso laboratorista que las muestras de sus cultivos de investigación experimental puedan difundir el clima de desarrollo que procura y que ha sido su incesante búsqueda personal e institucional en años.En su rostro y en sus sueños, en su obra y constancia hacedora, podemos ver la América Latina fuerte que emergerá de las inteligencias que cultiva en su otear investigativo el dilecto amigo del Derecho Médico y la Calidad de Vida , el eximio Dr.Geraldo De Freitas Drumond.