Violencia: ¿Miedo a no tener la razón?
Los acontecimientos de violencia ocurridos en los últimos años en Venezuela nos deben llamar a una profunda reflexión. Estar ubicados en el grupo de países más violentos del mundo, con una tasa de 91,8 homicidios por cada 100 mil habitantes en el año 2016, según el informe anual del Observatorio Venezolano de Violencia (OVV), unido a la compleja situación económica y humanitaria, debe ser de extrema preocupación para los representantes del Gobierno. De ellos debe nacer una intención real de buscar la paz y el bienestar para todos los venezolanos.
La violencia en los países es un problema muy complejo, que tiene múltiples causas y variados factores de riesgo, con diversas formas de manifestación, por lo que las formas de control atañen a todos los sectores de la sociedad, liderado por políticas públicas dirigidas a motivar su disminución y control.
Dentro de la gran variedad de tipos de violencia (física, económica, racial, religiosa, psicológica, infantil y de género, entre otras) como expresiones de negación de lo humano sobre la contraparte, existe también la violencia institucional como una de las formas de violencia presente en muchos países, la misma algunos la definen como: “cualquier uso indebido de poder o fuerza como la discriminación llegando a causar hasta la pérdida de la vida, ya sea por medio del asesinato o la tortura física como la psicóloga, el aislamiento, esto incluye la detención por parte de algún ente judicial o institución de funciones públicas, es decir, que funcionarios pueden llegar a violentar los derechos humanos, usando la fuerza corporal, con armas mediante el apoyo de la ley como fuerza de seguridad, son actos violentos que pueden hacerse individualmente como colectivo, haciéndolo rutinario de manera ilegal, así sea de manera intencional”.
Para los gobiernos en algunos países del mundo, y actualmente en Venezuela, es un gran reto mantener la paz y el bienestar de sus ciudadanos a través de la demostración de los resultados de sus políticas, aplicando un verdadero diálogo, con actitudes y negociaciones cooperativas, interactuando con todos los sectores de la población, sin entrar en el camino oscuro y sin retorno de la violencia institucional, que no es más, que un gran miedo a no tener la razón.
Mateo 26:52 Jesús le dijo: «Guarda tu espada, porque el que a hierro mata a hierro muere”.
Tercera ley de Newton establece: A cada acción siempre se opone una reacción igual pero de sentido contrario.