Las razones del bruto
Si buscamos en un diccionario sencillo nos encontramos que el término bruto se usa para adjetivar al necio, al grosero o a animales. Socialmente calificamos así a las personas impermeables a lo racional, a quienes aún demostrándoseles claramente que están equivocados, tercamente se aferran a su error, que no comprenden debidamente las cosas, y que sienten placer en exhibir impúdicamente su ignorancia y su falta de modales. Este tipo de personas suelen causar muchísimos problemas en el entorno social en que se desenvuelven. Pero cuando esos individuos se ven investidos de autoridad se convierten en verdaderas tragedias para sus pueblos.
Cuanto mayor poder o autoridad alcanza un bruto, tanto más graves son los trastornos que causan. A algunos les da por hablar mucho y con evidente placer, aun cuando mas que palabras emiten rebuznos, que en su ignorancia creen que son genialidades. Cuando son confrontados por la razón, la lógica o la civilidad apelan como único recurso a la violencia de su lenguaje, al insulto, a la agresión, a la censura, a la opresión, al abuso de autoridad, a la mentira, o a las excusas cuando se ven acorralados. Por desgracia para ellos hay actos que difícilmente pueden justificarse.
Los brutos son muy proclives a la corrupción, su incapacidad para presentar cuentas claras buscan compensarla eliminando a quienes pueden exigirles rendición de cuentas. Desesperadamente buscan la impunidad, y en esa búsqueda no temen llevarse por delante al mundo entero. Derechos humanos, libertades ajenas, leyes, convenciones internacionales, normas constitucionales son bagatelas para los bárbaros.
Mientras abunda el lujo y la opulencia entre sus familiares y relacionados y el pueblo vive en pésimas condiciones, con desparpajo afirman que ser rico es malo, soltando unas risotadas estridentes, como suele reírse la gente que come bien y bebe mejor.
El desempeño de los bárbaros en el gobierno siempre genera el descontento del pueblo que nunca entenderá las razones del bruto.