Heberto Gamero: “Escribir es como vivir”

“Escribir es como vivir. Cuando no escribo me siento aburrido, me siento hasta un poco deprimido. La felicidad vuelve cuando me siento a escribir”, pronuncia derrochando aires literarios Heberto Gamero Contín, cuentista venezolano que tuvo un inicio tardío en el mundo de las letras.

Gamero es administrador comercial, egresado de la Universidad Central de Venezuela, un espacio alejado del “milagro” de la escritura que llegó a su vida (o que él llegó a ella) por los inicios de este milenio, época en la que Venezuela estaba en una especie de pausa pero que revolucionó la historia.

“Fue algo que no planifiqué, vino de repente. Estaba aburrido y bastante preocupado con la situación y comencé a escribir”, rememora Gamero, “me gustó lo que escribí, lo fui corrigiendo y dándole forma. Así me inicié en la escritura”.

Inicialmente, sus escritos coquetearon con el género novelístico: “Pensé que un escritor tenía que ser novelista”. De hecho, afirma que ni siquiera pensó en los cuentos como un género para escribir.

¿Cómo llegó a escribir cuentos entonces?

Después que tenía un año escribiendo la novela, la Escuela de Escritores de Madrid me invitó a participar en un libro de cuentos.

A pesar de no haber tomado en cuenta el género, escribí un cuento de 1300 palabras y fue aceptado de inmediato. Me sentí muy bien escribiéndolo. Fue cuando me di cuenta de que era en el género de cuentos donde me sentía bien.

“Empecé con novelas, pero fue por casualidad, yo diría que por ignorancia”

Al final, las novelas, que terminaron siendo dos, se quedaron a un lado para dar paso al debut de los cuentos, que también se han decantado por cuentos biográficos de escritores, músicos y pintores.

En sus narraciones queda grabada su personalidad, como les pasa a todos los escritores, no lo niega. Un personaje lleva a la fantasía el retrato de una realidad con virtudes y defectos de quien lo crea.

“Es difícil apartarse de lo que tú eres cuando escribes. Es una forma de manifestar nuestras propias inquietudes. Escribir es un arte realmente apasionante”, asevera el venezolano.

He leído que en sus escritos se refleja un conocimiento psicológico de la conducta humana, ¿es cierto?

Siempre me han llamado la atención los libros de psicología, no para convertirme en un experto; sino que me llama la atención el comportamiento humano. Cuando escribo no me empeño en ello. Simplemente sale de forma automática tratar de profundizar en la parte psicológica y conductual de los personajes. Me sale de forma espontánea, realmente no lo planifico.

Sus temáticas para escribir pueden variar, pero si un punto tienen en común es que reflejan sus propias experiencias, de las que en cada detalle, por mínimo que parezca, puede surgir una historia, ya que según sus palabras, en todo lo que un individuo hace queda algo que contar.

“Los viajes son para mí algo casi religioso. Desde que era pequeño siempre me ha gustado viajar”, revela el escritor, quien propiamente se ha definido como aventurero.

En efecto, esa premisa fue la que en el 2007 lo llevó, junto a su esposa Iris de Gamero, a un recorrido en carro desde Caracas hasta la Patagonia argentina para luego regresar por Los Andes, Perú y Bolivia. Viaje que más tarde se convirtió en un relato titulado “Caracas – Ushuaia. Un viaje en cuatro ruedas”.

“En cada historia hay algo de todo, de lo que sucede en el día. Cuando estás atento, cuando abres los ojos a la literatura, puedes encontrar una historia en cualquier cosa. Mi amor por los viajes sí, es literario, pero también es muy personal”, reflexiona el cuentista.

Aprender a escribir

A Heberto Gamero su pasión por escribir lo ha llevado a querer compartir sus conocimientos con otros, ya que también se dedica a dictar talleres en el Instituto Creativo y también en el Círculos de Escritores de Venezuela y, además, es fundador y presidente de la Fundación Aprende a Escribir un Cuento, creada en el 2009.

“Allí se tiene como objetivo llevar la literatura a todo el mundo, especialmente a los más jóvenes y de forma gratuita. Pensamos que mediante la literatura uno puede llegar a ser mejor persona. El joven puede encontrar una mejor manera de vivir a través de la lectura y la escritura. Eso es lo que tratamos en la fundación”, plantea.

¿Cree que se aprende a escribir o es una vocación?

Pienso que el que se inscribe en un taller literario tiene una inquietud y esa inquietud puede convertirse en talento o puede que esa persona descubra si se va a convertir en un buen escritor o en un buen lector. Nosotros sembramos la semilla en el taller, ayudamos a que la persona se defina.

¿Se puede aprender a escribir? Si tiene la inquietud y se esfuerza, pienso que sí, que se puede escribir medianamente bien. Quizá no se convertirá en un Premio Cervantes o en un Premio Nobel, pero sí encontrará en la literatura una mejor forma de vivir.

Es más o menos su ejemplo, ¿no? Usted no estudió las letras pero aun así resultó ganador
del Concurso Anual de Cuentos del diario El Nacional en el 2008.

Sí, fue una grata sorpresa. Ganar este concurso me dio el entusiasmo para crear posteriormente la fundación y poder, de alguna manera, compartir los conocimientos que ya tenía en el género breve.

Luego de esto publiqué mi primer libro “Los zapatos de mi hermano”—cuento ganador del concurso— y otra serie de cuentos más con la editorial Equinoccio.

Gamero Cotín también ha sido galardonado en diversas ocasiones. En el 2007 fue finalista del Concurso Nacional de Cuentos de la Sociedad de Autores y Compositores de Venezuela; ese mismo año fue premiado con la Mención Honorífica en el Concurso Nacional de Narrativa Salvador Garmendia; en el 2009 fue condecorado con la Orden al Mérito Institucional por parte del Círculo de Escritores de Venezuela y en el 2011 obtuvo Mención Especial en el Concurso Anual de Cuentos del diario El Nacional.

“El mejor consejo que les puedo dar a las personas que quieren escribir es que tienen que leer mucho y luego sentarse a escribir. La lectura te da los parámetros y te afila el sentido común”, recomienda el escritor.

También rememora una frase de Jorge Luis Borges que reza: “No me enorgullezco de los libros que he escrito, sino de los que he leído”.

“Si un libro te enseña algo, no puede ser malo”

Ante la interrogante de si existe un libro que no recomendaría leer, Gamero refuta: “Pienso que no hay libros malos, incluso los catalogados como ‘malos’ te enseñan algo y si un libro te enseña algo, no puede ser malo”.

En consideraciones del cuentista, Venezuela ha sufrido un gran percance en la industria editorial por diversos motivos económicos y de comercialización, pero que ese problema está haciendo que los escritores se esfuercen más por el contenido de sus creaciones.